Con el Inter de Milan se multiplican los nuncas. Nunca digas nunca va precedido de un jamás previo al imposible, pues se ha perdido la cuenta de los proyectos que se han olvidado tras inversiones importantes y acumulación de talento. Al contrario que su vecino, los nerazurri siempre han logrado atraer potencial en los últimos años pero su verdadero caballo de batalla sigue siendo crear una identidad acorde a su historia. Diez años después de su corona continental, el Inter de Milan puede volver a decir que su estrella se sienta en el banquillo y que está en disposición de construir una historia de calado emocional y de nivel competitivo. Antonio Conte tiene material para empezar a ser él mismo sin travesías de secano, dirigiendo una plantilla con mimbres para acercarse al gigante piamontés que dirigió durante un trienio.
Seguramente hayan sido la Champions y su propia figura los que hayan logrado conformar la delantera con la que cuenta el Inter, el verdadero motivo que coloca a los lombardos en una posición más que pudiente. Conte, un entrenador de método y sistema, parece tener todo lo necesario para cerrar su portería y abrir la contraria y además hacerlo como se hace en Serie A. El italiano ha construido su éxito como entrenador en base a un esqueleto táctico en el que tiene especial relevancia el espacio ofensivo que le genera a sus atacantes y la necesidad de matizar su ataque con la figura de un segundo punta móvil, arquetípico, que ayude al centro del campo a generar superioridades y que recoja la atención, fijación y juego aéreo de un delantero centro de corte clásico. Así fue con Tévez junto a Llorente o con Hazard, al que centró, junto a Morata.
Alexis y Lukaku llegan sin confianza, una oportunidad para Conte
Porque la diferencia entre un Inter que lucha por la Champions y otro que pelea por el Scudetto parece definirse en la capacidad de regeneración que encuentre Alexis para disputarle el puesto a Lautaro y emerger como secreto de un colectivo que tiene más o menos claro lo que quiere de sus individualidades atrás, que está por definirse en la medular, con talentos interesantísimos que comienzan a destacar y que deberá encontrar feeling entre dos atacantes que llevan mucho tiempo sin sentirse verdaderamente importantes, caso de Romelu Lukaku y de quien en el Arsenal llegó a ser uno de los mejores ‘7’ del fútbol europeo. Libre y físicamente a punto, Alexis Sánchez es un movimiento surgido como oportunidad para elevar el techo de Conte y lograr generar una nueva sensación que no será fácil de modificar: el Giuseppe Meazza debe volver a ser un lugar para abonar talento y no para apagarlo.
Si los inicios de Conte en Milan suenan ilusionantes es porque, precisamente, el conjunto lombardo no sólo disponde de calidad aislada de cualquier condicionante sino que, más importante aún, atesora calidad específica para el método de Conte, jugadores que de atrás hacia delante, sumando a carrileros endémicos, pueden reproducir el 3-5-2 innegociable de su portfolio. El técnico de Lecce, intenso y enérgico en los inicios de proyecto, parece el más indicado para sacar partido a su plantilla y en especial a sus atacantes, pues les pide que hagan lo que mejor saben, con un punto de equilibrio entre espacio, libertad y concreción.
delairon 30 agosto, 2019
Es increíble como en un par de meses ya ha conseguido tener una plantilla que es prácticamente ideal para él. Siempre es interesante seguir los proyectos de Conte porque sabes que tendrán su huella sí o sí y en la J1 de la Serie A ya se vieron cosas muy buenas sobre todo en ataque: carrileros y medios (pivote incluido) en la frontal del área rival y con un Lukaku muy fino en los apoyos. En defensa aun tienen que ajustar como ocupar mejor espacios pero es cuestión de tiempo con los 3 pedazo de centrales que tienen.
Lo mejor es que tiene toda la pinta de que en un par de meses el equipo ya carburará y eso para ser el Inter es casi un milagro.