Cristiano Ronaldo es un ser legendario. Con esta sentencia no estamos inventando nada a estas alturas de la película, pero sí es conveniente volver a ensalzar la figura del portugués después de lo que ocurrió anoche en el Johan Cruyff Arena de Ámsterdam. No hablamos del mejor partido de Cristiano, pues lo más normal sería que ni siquiera figurase entre los 50 mejores que ha disputado hasta el momento. Pero la acción que se inventó para hacer el 0-1 justo antes del descanso fue un regalo caído del cielo para una Juventus que, haciendo honor a la verdad, tuvo demasiado premio para tan poco mérito tras los primeros 45’. Sometido durante largos tramos por la vertiginosa circulación del Ajax, que consiguió anular su presión a gran altura a partir del envío largo de Onana y el emparejamiento directo entre Tadic y Rugani, la sensación es que el ‘7’ volvió a aparecer en el mejor momento -que coincide con el peor de su equipo- para dejar claro quién manda por la noche entre semana desde hace ya unos cuantos años.
Massiliano Allegri planteó una presión (3×3) adelantada ante la salida de balón del Ajax
Con solo un cambio -y forzado en este caso por la sanción de Mazraoui- con respecto al equipo que se impuso en el Santiago Bernabéu, Erik ten Hag organizó un asimétrico 4-3-3 en el que Schone y Van de Beek, los dos interiores por delante de De Jong, volvían a cumplir funciones muy diferentes cuando el Ajax tenía la pelota. Sabedor de que el cuadro neerlandés salía siempre desde su defensa con tres futbolistas, toda vez que De Jong se incrustaba en paralelo a Blind y De Ligt, Massimiliano Allegri planteó una presión 3×3 ante la fase de iniciación del Ajax, en la que Ronaldo, Mandzukic y Bernardeschi, sus tres futbolistas más adelantados, cumplían con la instrucción de emparejarse de manera individual con el mediocentro y los dos centrales del equipo ‘ajacied’. Esta situación fue la que directamente forzó a Onana a dividir muchas veces la pelota en largo, con tal de superar así las vigilancias de la Juventus. Pero la debilidad se transformó en oportunidad para el Ajax cuando comenzó a adueñarse de este escenario mediante el control de la segunda jugada. Reuniendo muchos futbolistas alrededor del primer impacto del balón contra el suelo, que solía estar muy reñido entre Tadic y Rugani, el cuadro de Ten Hag logró inutilizar así la presión de la Juventus, al tiempo que la hundía cada vez más.
Una vez el Ajax conseguía instalarse en campo rival con la pelota, la Juventus pasaba de un 4-3-3 a un 4-4-2 en el que Matuidi -izquierda- y Bernardeschi -derecha- escoltaban a Pjanic y Bentancur, como doble pivote, reforzaban las bandas por delante de Cancelo y Álex Sandro y asistían -al menos en la teoría- a Cristiano y Mandzukic como piezas más adelantadas. Pero dentro de ese orden posicional que trató de establecer Massimiliano Allegri por delante de su portero, el fútbol vertical del Ajax aprovechó hasta la menor de las rendijas para acercarse a la portería de Szczesny. Y vaya que si lo hizo. Apoyándose mucho en el juego de espaldas de Tadic, que logró durante la primera mitad mantener muy lejos de zona a Rugani, yendo y viniendo dentro y fuera del carril central, el nombre de Ziyech fue un auténtico problema para la Juventus. Iniciando desde la derecha pero con suma autonomía para pisar por dentro y/o aparecer por el costado opuesto, el de Neres, que también hizo lo propio aunque en el sentido contrario, el marroquí se convirtió en la principal amenaza de los suyos durante la primeros 45′.
La acción técnica de Cristiano Ronaldo desarticuló la buena presión tras pérdida del Ajax
Inhabilitando los esfuerzos de la Juventus por recuperar muy arriba la pelota, el Ajax consiguió a través de todos estos recursos que el equipo italiano atacara siempre desde una posición muy lejana a la de Onana. Cuando el conjunto neerlandés perdía la pelota y/o la Juventus trataba de armar la acción desde el eje de la defensa, el posicionamiento defensivo era exactamente el mismo que el que utilizó ante el Real Madrid: con Tadic muy pendiente de los dos centrales, con una actitud más vigilante que amenazadora dada la evidente inferioridad numérica, con Van de Beek muy pendiente de Pjanic, para tratar de cortar así la progresión ‘bianconera’ por el carril central, con Neres y Ziyech a pocos metros de Cancelo y Álex Sandro, y con los laterales -Veltman y Tagliafico- y los otros dos centrocampistas -Schone y De Jong- muy encima de los extremos -Cristiano y Bernardeschi- y de los interiores -Bentancur y Matuidi-, al tiempo que De Ligt y Blind controlaban en superioridad a Mandzukic, el Ajax activaba su correosa presión cada vez que los centrales de la Juventus se veían obligados a jugar hacia fuera, con los laterales. Es ahí, en el momento en el que el balón llega a banda, cuando más efectiva se vuelve la presión del Ajax. Y más ante un equipo tan escaso de ‘elementos profundos’ en su once titular.
La acción de Cristiano Ronaldo previa al 0-1 bien podría haber marcado el camino, pero la realidad es que a la Juventus le costó mucho desplegarse con continuidad en campo rival antes y después de ponerse por delante. Alejándose de su marcador para atacar el espacio en mediocampo, el apoyo con el que consigue darle continuidad a la acción que él mismo finaliza dentro del área fue una evidencia de que la presión del Ajax se puede batir con más cabeza que piernas. Ya en la segunda mitad, retrocediendo unos cuantos metros su línea de presión, lo cual le permitió al Ajax instalarse con suma comodidad en campo contrario con el esférico, Allegri quiso amenazar el espacio –y lo desprotegido que se quedaba su rival en la parcela defensiva- con la velocidad de Douglas Costa. Y lo cierto es que la entrada del brasileño fue un plus para los intereses de la Juventus. Al principio por derecha, encargado de perseguir las subidas laterales de Tagliafico, y más tarde -con la entrada de Dybala- por izquierda, desde donde acabó mandando un balón a la madera, el desenfreno de Costa fue un martirio para el Ajax en el último tramo del encuentro. Aquel en que, por calidad y cantidad, el Ajax hizo más y mejores cosas. Pero si algo ha demostrado Cristiano en los últimos años es que no entiende de méritos.
AdrianBlanco_ 11 abril, 2019
iba a escribir este primer comentario sobre Cristiano, pero es que no hay muchos más calificativos para el portugués. Qué tipo. Qué golazo. Qué leyenda de la Champions League. 😀
Larga vida a este Ajax, por cierto. Tenía a muchos de sus futbolistas absolutamente fundidos en los últimos minutos, y la intención seguía siendo la misma: presión, robos adelantados y fútbol vertical. Se habla muy poco de Erik ten Hag.