En Do Dragao se clasificó anoche para cuartos el equipo que más argumentos dio para ello a lo largo de los 210’ que se extendió la eliminatoria. El FC Porto de Sergio Conceiçao, que salió a mandar con la pelota desde el arranque, fue muy superior a la Roma en prácticamente todo el encuentro. Queriendo atacar desde un principio, en un once que contaba con Marega y Corona como principales novedades con respecto a la ida en el Olímpico, el conjunto portugués le hizo pagar caro a los de Di Francesco su pobre respuesta a las eventualidades del enfrentamiento. El Porto, que vuelve a estar entre los ocho mejores de la Champions League después de tres temporadas sin hacerlo, demostró que, dejando a un lado el ‘conocido’ pragmatismo de su técnico, es un buen equipo.
Corona le dio muchísimo al FC Porto desde el costado izquierdo
En el duelo particular entre ambos entrenadores, el 1-0 cayó del lado del propio Conceiçao. Con Corona desde el perfil izquierdo, con bastante libertad -sobre todo sin balón- para operar dentro del 4-4-2, el de Coimbra consiguió hacerle mucho daño a la Roma a golpe de superioridades. De esta forma, aprovechando que Di Francesco solo cerraba con dos futbolistas en el mediocampo y que Zaniolo, encargado de presionar a Pepe -central izquierdo-, no realizaba la cobertura sobre su carrilero -Karsdorp-, Conceiçao utilizó al jugador mexicano para transformar esas debilidades en ventajas para los suyos. Actuando por fuera, donde generaba una situación de 2×1 con Telles ante el defensor neerlandés de la Roma; como por dentro, buscando picar a la espalda del doble pivote rival -N’Zonzi & De Rossi-, provocando así un 3×2 ante los mediocentros del cuadro romano, el repertorio técnico y gestual del Tecatito, que sabe salir con ambas piernas, fue un verdadero dolor de muelas para la Roma.
No obstante, el poderío ofensivo del Porto no se redujo solo a su extremo izquierdo. Ocurrió, de hecho, que cuando el mexicano no era quien producía la ventaja en el carril central, esta labor pasaba a ser responsabilidad de Tiquinho Soares. De este modo, ganando siempre la espalda de la segunda línea de la Roma, el Porto consiguió girar en numerosas ocasiones a su rival a partir de estos dos movimientos para nada improvisados. Todo esto, en una fase ofensiva que nacía muy abajo, con Herrera colocado entre centrales y con Militao –lateral derecho de nuevo– en un escalón intermedio, ejecutando una salida de balón ciertamente asimétrica –Telles alzado– pero ventajosa, a la postre, ante los tres puntas de la Roma.
A Éder Militao se le saltaron las costuras como lateral derecho
El único tramo de la noche en el que peligró la clasificación para el Porto fue después del 1-0, una vez que Perotti –que no jugó la ida, sino que en su lugar actuó El Shaarawy– detectó dónde se encontraba la principal debilidad defensiva de los portugueses. Actuando por izquierda para salir por dentro con su pie derecho, como acostumbra en el 4-3-3 de la Roma, el argentino dejó en evidencia las dificultades de Militao –lateral derecho– para defender a un extremo a pierna cambiada. El brasileño, que ya sufrió lo suyo en el encuentro de ida en esta misma posición, no tiene un buen desplazamiento lateral para seguir a su par apoyado sobre su pierna menos hábil. Y, a decir verdad, esa “falta de cadera”, como se diría vulgarmente, es una debilidad notable, en una defensa en la que Pepe y Felipe volvieron a estar impecables. Y eso que la empresa, ante el mejor ‘9’ de la pasada Champions, no era para nada sencilla.
Marega se impuso en 8/11 duelos ante los defensores de la Roma
Moussa Marega encarnó la superioridad del Porto ante la Roma. El delantero franco-maliense, que con el de anoche ya lleva seis goles en siete partidos en esta Champions, cuajó una actuación ultra dominante ante los centrales de la Roma. Chocando abiertamente con los tres que escogió Di Francesco desde el inicio, fijando sus posiciones, sacándolos lejos de zona y desgastándolos, en definitiva, en la fricción por cada balón dividido, el ‘11’ de los portugueses se coronó anoche como uno de los atacantes más poderosos de la presente edición. Marega es uno de esos puntas que siempre han gustado en Do Dragao: muy dotado en lo físico, explosivo para atacar el espacio y con un punto –aceptable– de calidad en todas sus decisiones. Un jugador hecho para dominar el área y sus alrededores. Y que para Conceiçao –al igual que sucede con Pepe atrás- es clave para no perder el control de las emociones.
Hugo Marugán 7 marzo, 2019
Me encantó el partido de Felipe. Los dos centrales del Porto estuvieron fenomenal anulando a Dzeko, pero estuvo especialmente bien el brasileño repeliendo el juego directo buscando al bosnio.Esa capacidad de ganar duelos aéreos es clave en el sistema de presión del Porto, que obligaba a la Roma a jugar en largo buscando presionar los primeros pases. Buen trabajo sin balón de Héctor Herrera persiguiendo a N´Zonzi, cuando el francés bajaba su posición para ayudar en salida.