El FC Barcelona ha acelerado en el momento más oportuno. Aprovechando los tropiezos de Atlético, Sevilla y Real Madrid, el cuadro de Ernesto Valverde asaltó anoche el Coliseum en una jornada que puede ser clave en el devenir del torneo. Ajuste táctico de por medio, el entrenador extremeño dotó a su equipo de pequeños recursos desde el inicio para superar su visita a uno de los campos más comprometedores de Primera División. Rebajando la posición de Ivan Rakitic, que ejerció de inicio como pieza más posicional en mediocampo (sin Sergio Busquets), y aclarando así la recepción interior de Arthur Melo y Arturo Vidal, el Barcelona encontró distintas fugas -a la postre, claves- en el 4-4-2 de Bordalás.
Arthur completó 108 pases; 44 menos que todo el Getafe CF (152)
Con Rakitic entre Piqué y Lenglet, situado en paralelo a los dos centrales cuando el equipo tenía el esférico, el FC Barcelona detectó la primera ventaja en el repliegue medio de los de Bordalás. De este modo, con el croata siempre por detrás de la línea del balón, generando la superioridad numérica ante los dos puntas del Getafe, el cuadro azulgrana se impuso en el carril central. Y lo hizo, unos metros por delante de Rakitic y los centrales, desde un escalonamiento progresivo a partir de sus dos (teóricos) interiores. Con Arthur y Vidal en el centro del campo, formando como una especie de doble pivote, Valverde consiguió lo que muy pocos han hecho alguna vez dentro del Coliseum: desencajar la defensa en bloque de Pepe Bordalás. En esta ocasión, al Getafe no le causó efecto la defensa mixta que plantea su doble pivote, pues cada avance en la presión de Arambarri, muy pendiente todo el tiempo de las recepciones de Arthur en esa zona intermedia, se transformó en una ventaja para el Barça. Y en un problema enorme para el Getafe.
En este sentido, la lectura de Arthur resultó muy determinante. El brasileño, muy cómodo en el carril central, aprovechó el tiempo y el espacio del que dispuso para, tras haber recibido, girarse y elegir la mejor opción mucho antes de que Arambarri corriese a encimarle. Arthur completó 108 pases en total (tan solo 44 menos que todo el Getafe al completo), con un acierto del 95.6%, 9 de sus 10 envíos en largo y ganó 7 de los 8 duelos en los que se vio envuelto. Unos números que prueban su brillante actuación. Y, sobre todo, dan valor a su importancia en el plan escogido por Valverde. Ya que, clave en el desajuste colectivo de su rival, quienes más y mejor explotaron su actuación fueron Dembélé y Messi. El primero desde la izquierda, alejándose de la banda para pasar a actuar por dentro, queriéndose colar a la espalda del doble pivote azulón, y el segundo porque, acercándose también al carril central, rajó varias veces la estructura defensiva rival con sus recepciones. Dos movimientos, ambos fuera-dentro, que se convirtieron en la mejor baza ofensiva del Barça. Aunque también, no obstante, en su principal debilidad tras pérdida.
Dembélé, con Arambarri fuera de su zona, quiso colarse por dentro
El hecho de que Dembélé (izquierda) y Messi (derecha) se alejasen de los costados, llevó a que el FC Barcelona organizara su ofensiva con Jordi Alba y Sergi Roberto muy abiertos por fuera. De esta manera, distrayendo las atenciones de Foulquier y Portillo, los dos volantes del Getafe, el equipo del ‘Txingurri’ quiso ensanchar el campo a partir de la velocidad y la profundidad de sus laterales. Sin embargo, la propia disposición del equipo llevó al Getafe a acercarse a Ter Stegen. Debido se jugó durante muchos minutos muy lejos de los dos porteros, tanto uno como el otro aprovecharon las fortalezas de su rival para hacerse daño. Algo que, en clave azulona, llevó a los de Bordalás a canalizar todas sus acciones ofensivas -como de costumbre- por fuera, queriendo sacar tajada de que el Barça, con Rakitic tan abajo, Arthur y Vidal en una zona axial y los laterales tan proyectados, se desprotegió mucho en los carriles exteriores. Una tesitura que bien estrujó el Getafe para cargar el área (Ángel y Mata) desde la banda, con Antunes + Portillo y Damián Suárez + Foulquier.
Antunes es clave por izquierda, tanto en defensa como en ataque
Ya en la recta final, con el encuentro mucho más abierto a tenor del resultado, ambos técnicos fueron moldeando su pizarra. Mientras que Bordalás, por debajo en el marcador, quiso cambiar varias veces de posición a algunos de sus futbolistas -como es el caso de Mata, que empezó el encuentro como punta y después fue a la banda izquierda, o de Samu Saiz, que también realizó un proceso parecido-; Valverde, por delante en el reparto de puntos, pasó a un 4-4-2 (sin balón) con Dembélé -después Coutinho- y Rakitic cada uno en un costado. Una fórmula que, de nuevo con Busquets en la posición de pivote, sirvió para que el Barcelona protegiese su diferencia ante la insistencia del Getafe. Y que, llegados a estas alturas, quizás vuelva a formar parte de la rutina del equipo ‘culé’, sobre todo ahora que vuelve a aumentar el calendario entre semana.
Kairós 7 enero, 2019
Arthur es perfecto para el Barça, se muestra y da continuidad a la jugada sin importar la dificultad.Parece que es alumno de la escuela "Cruyffismo", pero no, su talento es natural. Es un organizador estupendo y en este equipo hacía falta un centrocampista de su categoría.
Después está Dembélé, sus actuaciones mejoran con cada partido que juega, ahora sabe que hacer en cada jugada.Sigue siendo decisivo porque cada vez que toca la pelota da una gran sensación de peligro.Ousmane en un gran arma para el Barça, es un jugador casi indefendible y tiene gol.
En un futuro podría ser el mejor jugador del mundo, tiene unas condiciones increíbles y si sigue en esta linea no va a tener ningún límite.