Una oportunidad para todas las partes | Ecos del Balón

Una oportunidad para todas las partes


El mercado de invierno siempre se ha entendido como un contexto de oportunidades, más que de inversiones, certezas o apuestas a largo plazo. La planificación de esta ventana, en mitad de la temporada, surge como una posibilidad de matizar, apuntalar o dar un golpe de efecto que ayude a conseguir objetivos o bien reforzar una circunstancia concreta que se ha comprobado, desde agosto a diciembre, como incompleta. En el caso del Atlético de Madrid, este momento del año ha tenido, con Diego Pablo Simeone al mando, un peso específico. José Sosa, Cani, Fernando Torres, Vitolo o el propio Diego Costa llegaron avanzada la campaña para solucionar una carencia o complementar, desde otro punto de vista, una demarcación concreta. Y tanto la primera como la segunda razón pueden explicar por qué Alvaro Morata es nuevo futbolista del Atlético de Madrid.

Ese contexto de oportunidad es el motivo que impregna el movimiento que el club colchonero acomete con la llegada del delantero madrileño. El escenario de la posición en conjunto en Europa, y el del particular mercado de invierno, con opciones mucho más reducidas, también el rendimiento presente del ‘9’ titular y el del propio Morata favorecen entender el fichaje precisamente como una oportunidad obligada de aprovechar, intento de dar salida a una dificultad que el juego rojiblanco sigue persiguiendo solucionar para determinados contextos competitivos. Así ha sido desde que salió el de Lagarto rumbo a Inglaterra y así quiere el Cholo que sea tras ver como Costa no ha encontrado un punto de continuidad, regularidad, eficacia ante el portero e identidad contragolpeadora. El marco da pie a un tipo de delantero que está por comparecer; el lienzo sigue esperando ser coloreado.

Simeone sigue necesitando un ‘9’ capaz de dar salida a su contragolpe

Morata llega a un Atlético de Madrid que continúa recordando y valorando qué camino le ha acercado a la victoria mientras trata de evolucionar unos tiempos y una plantilla bastante diferentes a los que lograron identificar al Atlético de Madrid con un plan inequívoco al afrontar cruces de 180 minutos. Van quedando lejos ese lugar y ese momento donde el Atlético trataba de asaltar tronos con el convencimiento absoluto en la forma de intentarlo. Ahora, las necesidades y los objetivos siguen siendo los mismos pero, bien por discordancias entre el mensaje y el perfil de jugador, bien por el desgaste del muro que levantó ante los más grandes, el ‘9’ del Atlético de Madrid viene quedándose corto desde que la mejor etapa de Diego Costa llegó a su fin. Desde 2015, el delantero centro es una posición delicada en el contexto rojiblanco, pues aunque la misión no tiene muchas aristas, el nivel exigido es máximo, precisamente por lo que pide el contexto.

El sistema actual del Atlético de Madrid es difícil de concretar. Las lesiones y la configuración de la plantilla no han logrado dotar de una identidad concreta al juego del equipo. Permanecer atrás no es sinónimo de garantía, aunque Oblak se empeñe en lo contrario, y con la pelota el equipo navega entre algunas interesantes sinergias mezcladas con otras tantas dificultades y un problema con el gol. Describir el sistema del Atlético no es sencillo, es decir, no está del todo claro cómo va a dominar un partido o crear una ocasión de gol de manera inconfundible. Esta pregunta, siempre contestada con habilidad por Simeone en todos sus proyectos, creando siempre sistemas de juego muy identificados con explotar características de sus jugadores y aislar las debilidades, no consta en este curso con tanto acierto. Morata llega, por tanto, a una estructura que necesita cosas, relevantes, de su ‘9’.

Morata tendrá por misión acercar a Griezmann al remate cuando el Atleti sea ampliamente dominado

Si dejamos a un lado la parte más importante, que no es otra que el nivel de confianza del propio futbolista, que viene de pasar muchos meses alejado de los focos, peleado con el gol y con el día a día del Chelsea de Maurizio Sarri, Morata puede darle sentido a la ofensiva rojiblanca desde el más primario de los razonamientos: sabe moverse bien con espacio por delante. No es sólo contragolpear, sino ayudar a construir el andamio desde el que el Atlético puede atacar partiendo de una posición defensiva. Para Simeone es importantísimo que el ‘9’ sea vital como medio y no tanto como fin, pues en partidos grandes sabe que crear un espacio concreto para que Griezmann y no otro remate las ocasiones más claras le hará acercarse al contexto de marcador corto y efectividad en las áreas, la ecuación más fiable que encuentra el argentino en su equipo actual.

Álvaro Morata para Antoine Griezmann es de nuevo el titular que resume un fichaje que se mostrará exitoso siempre y cuando el madrileño logre convencer a todas sus piezas de que hay que correr y no esperar cuando el rival asuma mucha posesión en campo contrario. Una asignatura pendiente en el Metropolitano que encaja con el gusto por su mediocentro, Rodrigo Hernández, por templar la escena, junto al propio Griezmann, tanto por esencia futbolística del jugador como por el problema que tiene el equipo para correr y el cual prefiere solucionar con un pase de seguridad antes que una lanzadera al espacio. A Morata, junto a Vitolo, se le encomendará la tarea de que esa opción pase a ser la primera que hay que valorar para intimidar al contrario. Es decir, modificar nuevamente la mentalidad del sistema para que jugar en largo salga más rentable que juntarse arriba.

El éxito rotundo del fichaje vendrá pro su capacidad de sumar cifras en el ataque posicional

Esta lectura ha sido especialmente difícil de realizar en los últimos años. Al ‘9’ del Atlético se le ha pedido ser tremendamente autosuficiente en sus acciones con balón, pues no sólo es orientar la transición y sujetar la última línea del rival, sino trasladar la pelota de manera individual, como se intentó con la vuelta de Costa o el potencial de Yannick Carrasco, también con un juego directo en bruto que convierta en una ocasión de gol o una posición de ataque un balón descontrolado. Las acciones en sí son simples de idear, pero se ha convertido en un termómetro contraproducente de medir por la imposibilidad de hacerlo posible. De ahí que, si Vitolo asume el reto de conducir y trasladar y Morata estira de frente o hacia los costados, Antoine podrá ser el que viene siendo, mismamente, en la selección francesa. Este escenario es ‘fácilmente’ posible con un Morata sin confianza de su lado, pero para que Morata convierta en sobresaliente su llegada, necesitará sí o sí, sentirse importante en la faceta anotadora.

Es aquí donde entra el escenario de máximos con el exdelantero blue: recuperar su relación con el remate y el área. Si algo está encontrando el Atlético esta temporada, cada vez con más frecuencia y soltura, es espacio para la incorporación de Santiago Arias, su lateral derecho. El colombiano es el jugador del Atlético que más centros pone al corazón del área, donde es muy llamativo observar la cantidad de pases atrás que realiza cuando gana línea de fondo. La falta de un ‘9’ que acuda a los palos y encuentre olfato en el último gesto ha sido muy evidente desde que comenzó el curso. Kalinic es parte del proceso para generar esa profundidad y Diego Costa siempre ha estado muy desconectado y desconfiado por creer en devorar el área pequeña en busca del remate. Gran cabeceador y agresivo cuando goza de confianza, Morata surge aquí como una segunda oportunidad y un segundo indicador de su encaje como dueño de la posición. Si bien puede ser tremendamente útil si no marca, por lo analizado en párrafos anteriores, el gol volverá a ser parte del potencial éxito. A Morata le espera un contexto exigente aunque realizable recuperando su mejor versión.


2 comentarios

  • Lucas 29 enero, 2019

    Morata hoy es una gran incógnita , su paso por el Chelsea ha sido bastante decepcionante y pese a que estuvo tiempo lesionado y/o arrastrando molestias , la verdad es que ha sido un gran fiasco . Ahora ,con 26 años ,llega a las manos del Cholo , a un equipo con un estilo que parece le va .
    Morata es un delantero tosco con el balón,muy trabajador en la presión y en las ayudas defensivas , bueno para jugar al espacio y correcto como rematador de área . Todo apunta a que tiene el estilo que el Cholo demanda , pero hay un dato . Morata debuta con 18 años en el Castilla , -tiene 26 -y en esas 8 temporadas en Castilla , Madrid , Juve y Chelsea , en liga , nunca pasó de 15 goles , en Juve y Chelsea en temporadas donde jugó 30 o más partidos , hablo de la liga , hace 6 y 8 goles .Es verdad que en la Juve tenía 22 y 23 años , pero evidentemente no es un número de goles diferencial . Tras su paso por el Madrid de Zizu , su gran apuesta como jugador ha sido el Chelsea ,y ese paso solo puede calificarse como decepcionante tanto en fútbol como en número de goles .

    Para mi el problema con Morata no es el de la cantidad de goles que haga , para mi el problema con ,o de Morata ,es un problema de rol . Morata no parece un jugador muy fuerte mentalmente , pero convive con unas altísimas expectativas , lo cual no le ayuda ,veremos si el Cholo le abduce a su secta y saca del chaval todo el jugo que para muchos tiene .

    En el contrato de cesión -compra , todo el mundo duda , hasta las condiciones de la cesión son un si pero no , El Chelsea lo cede este año y el que viene , pero al final de esta temporada lo puede recuperar gratis . El Atleti lo puede tener esta temporada y la que viene cedido y al final de la 2019-20 tiene una opción de compra , pero no obligatoria , osea el Chelsea le cede ,si ,pero ni se compromete a venderle , ni el Atleti se compromete a comprarle .

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  • ruqueyo 2 febrero, 2019

    Yo tengo muchas dudas de si Morata será el fichaje que busca el Atlético. Yo nunca lo he tenido como un delantero TOP, sino como un perfecto reserva. Desde que llegó a la élite ha mantenido bastante estable su cuota de goles, más o menos un 0,25-0,35 por partido, lo que no está nada mal, pero no es el dato de un goleador. Yo creo que en el Madrid, que se suponía era su casa, nunca se lo tomaron en serio, a pesar de que allí firmó su mejor temporada goleadora en la 2016/17, desde ahí sólo ha ido cumpliendo más o menos su trabajo como delantero, pero en un equipo como el Chelsea nunca ha sido suficiente.

    Ahora llega al Atlético, un equipo poco goleador, que muchos de sus partidos los solventa con uno o dos goles solamente, por lo que si mantiene su promedio goleador, aportará muchos puntos al equipo; pero también va a tener muchas menos ocasiones de gol que en otros clubes, por lo que tendrá que ser mucho más efectivo, y ahí es donde están mis dudas.

    No olvidemos que el Metropolitano no tiene muy claro su fichaje por su pasado madridista y sus declaraciones contradictorias, por lo que si no tiene un buen rendimiento, el público se le va a echar encima de inmediato.

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