El FC Barcelona superó con nota su primera (gran) prueba tras la lesión de Messi. Con Rafinha en lugar del argentino, en el mismo sector que Rakitic y Sergi Roberto, y con Coutinho, Arthur y Alba por el otro costado, el cuadro de Ernesto Valverde afrontó dos mitades muy distintas, en función de la posesión y la altura del bloque, pero que, en cualquier caso, hicieron justicia con el resultado. Fue una victoria coral, de enorme superioridad sobre su rival y en la que el Barça, algo timorato con la ausencia del rosarino, priorizó prudencia y control por encima de cualquier otro registro. Pero a su vez, un triunfo que también sirvió para reforzar ciertos nombres propios, como los de Arthur, Suárez y el propio Rafinha. Tres futbolistas que contribuyeron a que el primer Barça sin Messi fuera, sobre todo en la primera mitad, el “más Valverde” que se ha visto hasta el momento.
El partido de Luis Suárez volvió a ser muy positivo cerca del área
El Barcelona fue cogiendo ritmo y confianza con el paso de los minutos. Con un Arthur de lo más protagonista en fase de salida, recibiendo abajo, muchas veces –incluso- por detrás de Busquets, el guion desarrolló una primera parte de muchísimo dominio para el Barça. Con el brasileño por el lado izquierdo, por detrás de su compatriota, con quien llegó a conectar en varias ocasiones muy cerca del pico del área, el FC Barcelona dio forma a una posesión que poco a poco, a medida que Rafinha se fue acercando sobre el carril central, aculaba al Inter más cerca de su propia área. En esas, el Barça encontró en sus tres brasileños y en Luis Suárez los cuatro pilares de su control posicional. Con Arthur arrancando la jugada, Coutinho ofreciéndose unos metros por delante –ya con el cuerpo perfilado para enfilar el área-, Rafinha en una posición intermedia entre Brozovic, Perisic y Asamoah, y Suárez, quizá el futbolista más destacado de la primera parte, aglutinando mucho de espaldas, además de Sergi Roberto y Jordi Alba, por fuera, y Rakitic y Busquets cerca del embrollo, dicho posicionamiento del equipo favoreció el dominio y garantizó la buena presión tras cada pérdida.
Como ante el Sevilla, el pasado fin de semana, o en otros ruedos importantes como Wembley, el encuentro volvió a reforzar la figura de Luis Suárez. Es evidente que el uruguayo ya no le otorga las mismas cosas al Barça que antaño. Y que esa amenaza al espacio, tan suya desde la cuna en esto del fútbol, seguramente ya no vuelva. Pero, de un tiempo a esta parte, el ‘9’ del Barcelona está respondiendo muy bien a este nuevo proceso en el que debe reeducar a su cerebro a la velocidad y posibilidades que dictan sus piernas, y no al revés. Un procedimiento que llevará su tiempo, como todos, pero con el que Valverde, al final de este, confía en poder exprimirle todo el jugo -que aún parece mucho, a tenor de sus últimas noches- a un Suárez cada vez menos práctico con espacios.
Arthur volvió a dar muestras del gran futbolista que lleva dentro
Con el bloque muy juntos en campo rival, encontrando oxígeno por fuera y sustento por el carril central, el plan del FC Barcelona fue una especie de ratonera para el Inter. Con Piqué y Lenglet saltando siempre de cara, desde atrás, y muchas veces solo ante Borja Valero, el equipo italiano fue incapaz de enhebrar una sola acción al contragolpe durante toda la primera parte. La altura media del bloque, con los volantes –Perisic y Candreva- haciendo de dobles laterales, y con solo Valero e Icardi arriba, en un 4-4-1-1, el conjunto nerazzurro se quedó lejísimos de Ter Stegen. Y es ahí, por profundizar en el detalle, donde menos útil resulta Icardi. El argentino, muy vigilado por los dos centrales del Barça, y extremamente desconectado del juego de su equipo, no logró cooperar en la salida. Y de ahí que al Inter, que le puso mucho empeño en querer progresar raso y desde atrás, le durase tan poco el balón ante los continuos esfuerzos del Barcelona por recuperarlo.
La entrada de Politano revitalizó al Inter, que dio un paso al frente con la pelota. Y también sin ella. En ese escenario más dividido, en el que la posesión estuvo mucho más repartida que en la primera parte, lo más noticioso fueron las decisiones de Valverde. Sin Dembélé, que es quien presumiblemente podría haber aprovechado esos metros, el extremeño decidió quitar a Arthur para dar entrada a Vidal, acabó con Sergi Roberto+Semedo por el costado derecho y con Munir, que ingresó por Coutinho, al lado de Suárez. Una vuelta de tuerca que afiló al Barcelona, sabedor de que el escenario había cambiado por completo; y que, quién sabe, pueda llevar implícito un mensaje de cara al próximo domingo. En cualquier caso, acabando este texto por donde había empezado, lo más positivo para el FC Barcelona, más allá del resultado final, fue el empaque que demostró en contextos tan diferentes. Porque hay estructura, un poso detrás, y eso, ya de por sí, es algo a tener en cuenta; y más tras la ausencia de Messi. Y en ella, tres piezas que ahora mismo, visto lo visto ante el Inter, parecen dispuestas a dar un paso al frente: Arthur, Coutinho y Luis Suárez son, en estos momentos, las tres individualidades que más y mejor consolidan el método sin Leo.
MACA 25 octubre, 2018
Coincido totalmente con Adrián, creo que este partido y los referidos en el artículo son lo más parecido al equipo de la temporada anterior, en los cuales la estructura fue la base de los resultados en el largo plazo, sin olvidarnos de la influencia de Messi como tal.
Si me gustaría poner en la mesa las siguientes valoraciones:
Busquets e Iván Rakitic (un motor todo terreno) tuvieron a mi gusto un excelente desempeño y son equilibrio en el equipo, lógicamente la presencia de Arthur contribuye sustancialmente en este sentido.
Alba es un lateral omnipresente, en la defensa tuvo jugadas de recuperación tremendas y lógicamente era un reto ser alternativa de ataque al carecer de la presencia de Messi, no obstante coronó con tremendo gol el cierre del partido recordando sus inicios en la Masía.
Lenglet mejora su perfomance con los partidos y sobre todo toma más confianza con la salida del balón lo cual puede ser interesante para romper el ritmo de un partido buscando el vacío para Coutinho y/o Alba.
Me llama poderosamente la atención la falta de confianza en Malcom, considerando que en el extremo derecho pudo ser una opción a valorar tomando en cuenta la dinámica el cierre del partido . Me explico: El equipo tenía más espacios en el cierre que acaso pudieron ser mejor aprovechados ya con el resultado.
Como siempre muy agradecido con Ecos del Balón por hacernos disfrutar de nuestro deporte , desde otra perspectiva, saludos