Manchester United y Valencia tuvieron motivos, una vez finalizó su cita en Old Trafford, para ver el vaso medio lleno o medio vacío. Según la inclinación de la luz con la que se valore su encuentro, dudas y esperanzas saldrán entremezcladas. Un reparto de puntos que frenó la desconfianza de la derrota, un escenario más que necesario a corto plazo para pintar de otro color la falta de confianza y dificultades en el juego que como equipo vienen demostrando desde que arrancó el curso. Un escenario, además, que en Copa de Europa pondera positivamente en términos defensivos. Con sus más y sus menos, ambos colectivos pudieron decir que, en la zona en la que más están resbalando, no hubo sensación de flaqueza o descalabro.
Yendo por partes, los dos equipos se curaron mucho para no conceder. Este verbo fue resaltado por Marcelino García Toral en la posterior comparecencia como un concepto clave para construir futuro. La seguridad defensiva, la atención en los detalles y la concentración de cada jugador en momentos delicados y en jugadas comprometidas estuvo a la altura del partido. Desde la salida de balón, ambos equipos procuraron medir el riesgo, mezclar salidas en largo con otras en corto y recuperar metros sin que el rival pudiera encontrar amplios espacios. La posición de los bloques explicó bien lo que buscaban ambos técnicos, reflejado en un par de datos consecuentes.
Ambos equipos supieron reducir errores propios
La combinación más repetida por parte de los red devil fue la que conectó a Bailly-Smalling y Shaw, también la que Shaw conectó con Rashford. Mientras, por el lado valencianista, Parejo y Kondobia se pasaron mucho la pelota antes de enlazar con el escalón superior. El Valencia dejaba espacio a los zagueros para que iniciaran la jugada, cerrando filas sobre los medios, y el United replegaba más sin balón, dando espacio a los medios para cerrar espacio a los puntas. Desde esta premisa, el partido no se abrió demasiado, buscando la salida y la verticalidad de sus mejores hombres -Rodrigo, Guedes, Rashford, Lukaku-. Nada demasiado heterodoxo.
Y es que la confianza en elaborar las jugadas está penalizando el presente de ambos. Para solventar esa dificultad, los dos conjuntos se apoyaron mucho en el movimiento de su ‘9’ para poner de cara a compañeros y liberar esa presión por generar situaciones en campo contrario. La movilidad de los dos delanteros belgas permitió a sus equipos poder meter arriba a sus jugadores más desequilibrantes. Sobre todo orientando los ataques hacia el costado izquierdo. Rashford y Pogba fijaban y demandaban efectivos che para cerrar progresiones mientras la espalda de Fellaini y Alexis, descompensados saliendo a presionar a Kondogbia y Gayá, dejaba a Guedes muy solo para encarar a Antonio Valencia. El buen partido de José Luis Gayà produjo situaciones de mucha profundidad por dicho sector. En el área, no obstante, el United salió siempre ganador. La posición de Coquelin en derecha, la banda que sigue por encontrar producción ofensiva, no permitió sumar presencia cerca de De Gea.
Pogba dejó las mejores acciones en campo contrario
Aunque no se tradujo en dominio real, cabe diferenciar, como elemento interesante para el análisis, que el Valencia, de cara a próximas semanas, tiene en Kondogbia, Parejo, Rodrigo y Guedes, jugadores con mucha calidad para recuperar brío con la pelota, y así involucrar a jugadores más secundarios. Mostraron, puntualmente, asociaciones de gran ritmo, de reparto de espacios inteligente, recordando al sistema de la temporada pasada. Enfrente, el potencial sigue quedando muy reducido. Fellaini, Matic y Pogba tiene delimitado un radio de acción que no está multiplicando la movilidad de Alexis, y sólo parece que la segunda jugada puede ser útil para ganar metros en la posterior disputa. El interior francés sigue necesitando claridad a su alrededor para marcar la diferencia en el último escalón, porque ayer se puso de manifiesto que él no frena ningún tipo de apuesta futbolística. Paul Pogba en campo contrario es constante fluidez.
AArroyer 3 octubre, 2018
Constancia de dos cosas, independientemente de que ayer y ahora eso no pueda ser un argumento meridiano y de peso.
El Valencia está frenando la sangría de confianza. Y es que en cuanto junte tres partidos con ese cuarteto, y sobre todo, con Kondogbia en el pivote, el equipo va a ser más reconocible. Me sigue dejando muchas dudas lo de la banda derecha, no le veo demasiada solución. La plantilla no tiene un zurdo que reproduzca lo que ocurre en la derecha, porque Cherishev es otro jugador y nunca ha tenido la diagonal ni la movilidad para mediapuntear con el lateral doblándole. Pero si se juntan esos cuatro, más Gayà, el valencia es el valencia. Dejaron jugadas muy prometedoras y un reparto espacial muy reconocible.
Y enfrente, pues no se puede coger el partido y aportar cifras de participación y actuación brillante por parte de Pogba, pero es que es buenísimo. Es que marca diferencias con sus toques. La calidad de sus apariciones es siempre positiva o directamente diferencial. Es un jugador hecho y maduro. En campo contrario, a una altura posterior a la del mediocentro, es una delicia de jugador, pero es que el momento del equipo y la calidad de las piezas… es la que es.