Antoine Griezmann fue la diferencia. La gran individualidad rojiblanca fue el gol en la espesura, la eficacia entre la igualdad y el fútbol con marcador a favor. El crack francés completó su mejor actuación del curso ante la visita del Brujas belga, en un partido marcado, en sus primeros 45 minutos, por la costumbrista respuesta de Diego Pablo Simeone ante los sistemas de tres centrales y dos carrileros. El Cholo, como viene siendo habitual cuando rivales como el Celta o el Betis se miden al Atlético, fotocopió el dibujo de Ivan Leko y redujo el techo del encuentro a una suerte de partido inactivo en el que era muy difícil que ambos equipos progresaran. El Brujas por su inferioridad técnica y diferencia de nivel, y el Atlético por asumir un esquema que empareja para poder defender en igualdad y que compromete su ocupación de espacios en campo contrario.
Simeone salió calcando el sistema del rival: defensa de cinco
Con un 3-4-2-1, con Arias y Saúl como carrileros, Koke y Thomas en la base y Lemar junto a Griezmann en la mediapunta, Simeone pensó nuevamente en cómo puede configurar su clásico 4-4-2 en situaciones defensivas, tanto en la presión adelantada, como en la defensa organizada y la ocupación del área ante centros laterales o ataques del rival cuando rivaliza con un sistema con línea de cinco atrás. Como se comprobó ante el Celta en Balaídos, en los tramos en los que el equipo rojiblanco se formó en dos líneas de cuatro, la simetría en la zaga y la posibilidad de alternar varias alturas defensivas deja en inferioridad a dicho dibujo.
Ante una defensa de cinco hombres y tres centrocampistas, la primera presión no se realiza en igualdad -dos puntas frente a tres centrales, dos medios frente a tres y dos extremos ante dos carrileros-, mientras en posicional, defendiendo más abajo, los laterales de una zaga de cuatro deben emparejarse con los carrileros, perdiendo iniciativa para recuperar el balón en la basculación. Simeone entiende que eso abre su defensa cuando sus laterales saltan a los carriles, y el rival encuentra la manera de ceder atrás y mantener posesión o tener superioridad por dentro para dominar el ancho. Ese coste que no se gasta igualando el dibujo a todo campo, encuentra uno añadido a la hora de atacar.
Griezmann sumó dos goles y calmó la segunda parte
Sobre todo porque el reparto de espacios es muy irregular para un equipo acostumbrado a generar sus ventajas desde un sistema muy diferente. Los carrileros quedan fijos y esperando, abriendo el campo para mantener fijados a sus carrileros pares, en lugar de llegar e incorporarse. La posibilidad de crear superioridades y crear espacios desde la combinación se reduce, especialmente cuando Leko dejó mucho espacio a Lucas Hernández, central izquierdo, y Saúl, carrilero, para que decidieran con balón. Ante su falta de creatividad, todos los jugadores rojiblancos recibían de espaldas. Sólo la movilidad de Costa y Griezmann hizo progresar la jugada para meter la pelota a la espalda de la última línea belga, siempre bien posicionada, y así girarla para provocar situaciones de peligro.
La situación fue especialmente estática a lo largo de la primera mitad. Y la lesión de Giménez hizo modificar el dibujo. Entró Filipe Luis, el Atlético pasó a línea de cuatro y tuvo más la pelota. Eso le hizo olvidarse de determinadas situaciones en las que podía quedar desfavorecido ante el rival y se dedicó a responder desde el balón. Correa entró por la derecha, Koke pasó a la izquierda y Simeone recuperó su plan principal. Con marcador a favor, Griezmann cerró el partido. Fue el autor de los dos primeros goles y sirvió en bandeja la victoria a su equipo con cada intervención posterior, fiel a su interpretación de los tramos finales para juntar a su equipo y hacerle defender con balón más arriba.
Faetón 4 octubre, 2018
Esto da para un video explicándolo con fichitas. Grandes, Como siempre!