Desde que el ‘Pitu’ Abelardo aterrizó en Mendizorroza el Alavés no ha frenado. A través de transformar la psicología del futbolista tras la etapa de Pellegrino, Zubeldia y De Biasi, el técnico asturiano orientó su proyecto con un mensaje integral que entrelazaba trabajo de vestuario con ideas futbolísticas. Un todo en uno en el que consiguió mostrarse enormemente competitivo, afrontando este segundo año con un cambio sustancial que le permite acercarse a su máximo nivel. Y es que si la idea sigue siendo la misma, los jugadores o bien han dado un paso al frente o la llegada de futbolistas concretos está relanzando su ofensiva a un encuentro con la efectividad de cara a puerta.
La matriz permanece prácticamente inalterable. Defendiendo con muchos y atacando con pocos en ventaja, Abelardo responde desde el concepto de compensar con precaución defensiva y vigor y verticalidad en ataque los recursos individuales de los que dispone. Su dibujo es parte fundamental del viaje, en el que la simetría es constante, tanto defensiva como ofensivamente. Dos pivotes y dos centrales continúan dando forma a su defensa posicional y es trabajo de puntas y extremos aprovechar las fases más contragolpeadoras. Así lo explicaba en su momento el extécnico del Sporting de Gijón.
“Que no tengamos la posesión no significa que seamos un equipo defensivo. La posesión es llegar al área, hacer remates, tirar centros y finalizar jugadas. Yo me fijo más en eso que en la posesión. Tener el balón en tu campo, si no atacas y no rompes líneas de pase, no sirve para mucho. En ese sentido, nosotros igual no tenemos tanto balón, pero siempre intentamos ser verticales y llegar mucho por banda. Por eso jugamos 4-4-2. Queremos llegar por banda, tirar centros, recoger la segunda jugada y volver a atacar. Esa es nuestra idea de juego”
Pero para explicar su actual presente, la idea ha encontrado en sus variantes ofensivas una progresión de mucho valor. Si la temporada pasada, el Alavés cambió un contragolpe demoledor -Deyverson, Theo, Camarasa o Edgar- por jugadores con menos potencial para consumir metros una vez el bloque continúa siendo bajo en defensa, sólo Pedraza parecía capaz de generar situaciones de cambio de ritmo y conducción para salir desde atrás. Pero la situación actual está llevando a los vitorianos a completar el plan. Por cualquier banda, en solitario o mancomunados.
El momento de Ibai, encargado de fijar la frontal constantemente para sumar remate desde fuera, los movimientos de Guidetti y Sobrino, con Bastón esperando su momento, y la velocidad de Jony y Burgui en el otro costado están sumando un punto de liquidez muy necesaria para hacer evolucionar a un equipo que basó su permanencia en desgastarse continuamente en la defensa de su campo y su área. Sin ir más lejos, y aunque Abelardo y su Alavés tienen muy poco tiempo el balón, ante el Getafe mostraron capacidad para decidir en ataque y aguantar atrás un intercambio de golpes. Ante equipos de similar potencial y mismo objetivo, el Alavés puede permitirse, al menos por el momento, un partido más abierto. Ha ganado mimbres para, llegado el caso, amenazar en el caos.
Permafr0st 28 septiembre, 2018
Fernando Pacheco, para mí el mejor portero más infravalorado de La Liga. Fuera de la portería de los tres grandes creo que es superior a los arqueros de todos los demás equipos de Primera.