En el Santiago Bernabéu, Julen Lopetegui frente a Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’, o lo que es lo mismo, dos de las dos propuestas que mejor están funcionando en estos momentos desde el pase y la organización colectiva en torno a la pelota. Y el choque que les citó anoche en Madrid tuvo muchas cosas para analizar. El equipo blanquiazul adaptó su día a día, más dominante y propositivo, ante la maquinaria blanca, que alineó un once con ausencias de peso, caso de Toni Kroos, Gareth Bale, Marcelo Vieira y Dani Carvajal. Lopetegui ordenó la gran primera gran rotación de la temporada para enfrentar a un Espanyol que dejó muy buenas sensaciones en un registro completamente diferente al que pretende acostumbrarse.
Rubi se adaptó y comandó un Espanyol muy ordenado
Y es que los dos técnicos se prepararon lo máximo posible para el escenario que les tocaría afrontar. En el caso de Rubi pasar mucho tiempo en campo propio y salir con espacios a la espalda de los laterales blancos, mientras su homólogo vasco se concienció para compensar las ausencias de futbolistas tan sumamente estructurales y diferenciales. No dejó en el banquillo Lopetegui a tres jugadores importantes, sino a tres jugadores que ponen nombre a las victorias.Planteado un escenario nuevo, el Madrid tuvo mucho la pelota y dejó varias lecturas concatenadas en su fase ofensiva.
Por parte periquito, el plan desprendió calidad defensiva: atención, concentración, líneas bien acompasadas y salidas con peligro. Para esto último, Borja Iglesias se erigió como el socio de Hernán y Piatti, los dos hombres más veloces de su equipo, ubicados a pie natural en las bandas. En ese juego de distracciones, Iglesias no pudo sumar mucho con balón pero su movilidad permitió a sus compañeros encontrar espacios para ocupar en la arrancada o en el desmarque. Con Marc Roca ganando un peso enorme en la salida como mediocentro, el Espanyol mostró algunos tramos muy competitivos cediendo la iniciativa.
Las ausencias blancas se hicieron notar
La primera es que Isco jugó como falso extremo derecho y Dani Ceballos fue su réplica pero desde el interior zurdo. Ambos jugadores fueron los encargados de recibir y orientar la mayoría de ataques blancos. En esa disposición, dos detalles acompañaron a la movilidad de dichos futbolistas, que tanto de partida como de llegada acababan siempre progresando junto a la pelota. Uno fue la posición de Luka Modric, en paralelo a Casemiro. El funcionamiento del 4-3-3 le dio libertad a determinados futbolistas y demandó más orden de otros tanto. El croata mantuvo la posición para asegurar un escalón defensivo tras pérdida, pues Odriozola abría muy arriba el campo e Isco no retornaba por allí pues debía generar líneas de pase a espaldas de Darder y Granero.
Además Sergio Ramos adelantó aún más su posición con balón, ejerciendo de tercer centrocampista ante la ausencia de Kroos. Con Ceballos posicionándose siempre entre líneas, rara vez por detrás de la pelota, salvo cuando Nacho superaba su posición y cedía atrás al exbético, el ‘4’ blanco pedía balón para acelerar el ritmo de la circulación o intentar el cambio de orientación, un elemento del juego que sin Kroos ni Marcelo se vio algo más huérfano en las botas del camero. Y lo que se dejó ver es que al Real Madrid le costó encontrar situaciones de gol definidas, tanto por la ausencia de remate e intimidación en sus dos hombres más avanzados, Asensio y Benzema, como por la poca profundidad de su costado izquierdo, siendo Nacho un perfil opuesto al de Marcelo. Un Madrid notable en su actitud por compensar lo que en témrinos de calidad es realmente imposible de compensar con tales ausencias.
ferpulpillo 23 septiembre, 2018
Me gustaría saber qué opinión os supone la elección de Asensio e Isco a pie natural durante casi todo el partido (a excepción de momentos puntuales en que se alternaron). Entiendo que iba motivado por compensar el déficit de Nacho en izquierda con un futbolista más extremo pero yo reconozco que no le veo ninguna ventaja ganadora ni para Marco, ni para Isco, ni para el coletivo. Además, con ambos sin poder perfilarse con comodidad hacia dentro, apenas pudieron conectar con Benzema, que se fue sin constar prácticamente en el partido y estuvo muy desaparecido. No sé, me pareció algo extraño, sobretodo por el caso de Asensio, que desde que llegó ha tenido varios ocasiones de jugar en el sector derecho y por cosas como la de ayer o por la coincidencia en el once con Lucas, no lo hemos podido ver.
El caso es que es algo que no sucede casi nunca con Bale, cuando son los dos futbolistas de movimientos, gestos y características más o menos parecidos (con sus diferencias, obviamente).