Realizado el fichaje con un año de adelanto, Naby Keita llega a un Liverpool que quizás no imaginó. Un finalista de la Copa de Europa que ha recuperado, en tres años, un estatus que quiere afianzar con la llegada de jugadores como él mismo. Moraleja: hay menos tiempo para encajar, pues las expectativas de su fichaje convivirán con las exigencias inmediatas por mantener lo conseguido y si cabe, superarlo. Y como siempre que Jurgen Klopp acude al mercado, lo hace para declarar una intención, siendo esta ocasión una muestra más de lo que puede encontrar en el futbolista guineano, otro tambor con el que profundizar aún más en su estilo de juego. La Premier, Klopp y Anfield parecen un entorno completamente paradisiaco para el porvenir de Naby Keita, todo un derroche de facultades físicas y técnicas.
Salto de calidad. Es el concepto que mejor encaja para comenzar a hablar de la llegada de un jugador así. El centro del campo del conjunto inglés ha sido en la última temporada, pero también en el ciclo de Klopp, una estación de paso, un complemento a su trío atacante y un espacio del campo desde el que asentar los postulados del ideario de su entrenador. Pero en él no cabían grandes figuras ni jugadores que transformaran las jugadas desde el momento en el que reciben la pelota. Henderson, Milner, Oxlade, el ya emigrado Can, Wijnaldum, etc. La parcela ancha ha sido en este Liverpool un territorio sombrío que permitía dar luz verde al vértigo acumulado más arriba. Y Naby Keita es un jugador que no cede ni es bisagra, sino que transforma las cosas. Con el sello de Klopp, esto es, a mucha velocidad y con virtudes más relacionadas con la arrancada y el regate que con el pase, Keita origina ideas nuevas.
Keita suma desborde, velocidad y calidad a los planes de Klopp
Es importante destacar su papel en un RB Leipzig que, desde otro punto de vista pero compartiendo la voluntad y la vocación atacante y vertical característica de los ‘reds’, apostaba por ir a por todas en todo momento y desde toda posición. Describiendo a Keita como un futbolista que coge la pelota con el propósito de dejar atrás a su par en muchísimas ocasiones, que genera desequilibrio, en las dos mitades, desde su increíble giro, su primer paso y su conducción, siempre antes que desde el pase, verlo como miembro de un mediocampo de dos hombres en la mayoría de ocasiones explica bien qué definía a su equipo y qué fútbol le ha potenciado hasta darle completa libertad para dejarse llevar.
Repasando la interpretación que hace del campo como centrocampista, Keita llega para darle un toque ambicioso a la estructura del Liverpool actual. Porque si los espacios son la base del fútbol de Klopp, generados por anticipación a los tiempos defensivos del rival, dando primeros toques y siendo muy agresivos en los movimientos colectivos, también desde la incesante presión que provoca errores y expande las líneas enemigas, la capacidad atlética y técnica de Keita eleva el ya de por sí arsenal ofensivo de lo que puede considerarse, con el paso de la temporada, un cuarteto perfectamente complementario. El guineano partirá desde el interior para seguir invirtiendo en máxima velocidad pero sabiendo que su calidad es categoría Copa de Europa. Hasta que engrase su fútbol en el entendimiento que alcanzaron Salah, Mane y Firmino como unidad atacante, lo que dispondrá Keita es una calidad técnica de primer nivel.
El guineano es un futbolista que origina y transforma jugadas
El exjugador del RB Leipzig destaca por salir de presiones o desbordar con suma facilidad pero su toque en espacio reducido no anda a la zaga. Sus definiciones dentro del área, sus conexiones en la frontal y su imaginación a la hora de apoyarse en un compañero y habilitarle al espacio amplían el margen que tiene un Liverpool de rango corto en los dos primeros tercios de campo. No obstante, y será interesante comprobarlo, el guineano podría tener un peso específico en la primera mitad del terreno, sobre todo en el segundo escalón de la medular. Si el Liverpool logra crear una transición desde una recepción de Naby Keita superando a su par, manteniendo a su imponente trío ofensivo en la mitad superior, la amenaza crece, por si fuera difícil imaginar algo más amenazante.
Como contrapunto y duda, el último párrafo. Klopp va sumando años, acumula experiencia, se lleva alguna que otra derrota dolorosa por el camino… pero sigue actuando y reforzando sus convicciones. ¿Será capaz Jurgen de cambiar un futbolista posicional -Milner o Wijnaldum- por otro que origina y pide cosas por sí mismo -balón al pie, uno contra uno en zonas interiores, llegada a portería-? Keita es un futbolista de grandísimas posibilidades, y no sería descartable un cambio de sistema, puntual o estructural, para dar cabida a un futbolista como él. Y precisamente por eso, todo ello sea visto como una oportunidad.
umas21 18 julio, 2018
A priori parece que llena el hueco, incluso mejora (dentro del ideario Klopp) al coutinho interior no?
Se atreverá klopp con un doble pivote fabinho keita, o creéis que la figura de un mediapunta le quitaría demasiado espacio a firmino?
Estimulante liverpool sin duda