A la ciudad de Bilbao no ha llegado un entrenador más. Y Eduardo Berizzo no llega a un club estándar, si puede definirse así un club de la máxima élite del fútbol. La unión no puede ser más prometedora si la lectura se realiza en base a las características que definen a las partes y el punto en común que supone que Marcelo Bielsa fuese mentor de ambos hace apenas seis años. Rasgos como la presión y el ritmo frenético con la pelota son compartidos por argentino y San Mamés, en un vínculo con enormes posibilidades de éxito e identificación. El ‘Toto’ dispondrá de futbolistas habituados a defender en campo contrario, a presionar la salida y recuperar rápido la pelota y a verticalizar los ataques. Será tarea del cordobés dotar al sistema de un punto de elaboración en el que será importante el encaje de uno de sus mediocentros, Dani García.
Dani García y Berizzo se podrían entender de partida
Es importante subrayar y destacar el ecosistema en el que ha convivido Dani García para llegar a Vizcaya, pues le servirá para este salto al conjunto bilbaíno. De la mano de José Luis Mendilíbar, el de Zumárraga se ha desarrollado en un equipo que lo hace todo rápido, que incomoda quitando tiempo, iniciativa y espacios en salida a los rivales que han visitado todo este tiempo el estadio de Ipurúa. Para García, el escenario más probable que se encontrará con Berizzo no diferirá mucho de lo que le ha tocado desempeñar en Éibar. Y eso es una ventaja, pues no partirá de cero. Dani García tendrá que atender a manejar las expectativas y a comprender los matices, pero no tanto la esencia: defender hacia delante, acompañar la presión, empujar desde el pivote todo lo que se genera desde las bandas y defender individualmente con frecuencia.
Con balón, Dani García es un futbolista con gran capacidad para simplificar tareas, sobre todo porque la salida y la construcción del Éibar miraba mucho a los costados, por donde se aceleraba todo. Desde la agresividad con la que los armeros cambiaban de ritmo o salían de presión en combinación, los pivotes se sumaban para apoyar y llevar el juego a una zona vacía o ser muy incisivos en la presión tras pérdida. Sus funciones nunca consumían tiempo a los procesos, facilitando un pase limpio y un ímpetu muy necesario cuando se ve el juego de cara. Un centrocampista del manual Mendílibar abre el juego hacia fuera para defender hacia delante tras cada rechazo y duelo individual. Desde la presión y el posicionamiento, Dani García, junto a los centrales, tendrá que unir al bloque arriba.
En el Éibar, Dani García simplificaba con éxito sus tareas
Aunque la recuperación de la pelota es consecuencia de la iniciativa asumida y de la importancia de hombres desequilibrantes en el uno contra uno, cambiando de ritmo en zona de tres cuartos, quedará comprobar cómo podrá Berizzo generar algo de creatividad en el primer pase. Ahí, Dani García es más apoyo que versatilidad y recursos técnicos con el balón. Ante repliegues más ordenados y continuados, necesitará el Athletic Club un punto más de intervención de Beñat o Muniain. Mikel San José, Mikel Rico y Dani García son otro tipo de jugador. Por lo demás, ubicado y bien encauzado, el movimiento que ha llevado a Dani García a San Mamés suena realmente bien.
Javier Cordero 26 julio, 2018
Un futbolista que va a dar bastante al Athletic. El marcaje, su seguridad para ir arriba a la presión e incluso su golpeo de media distancia son argumentos que le pueden aportar mucho a los leones.
Muchas ganas de ver también el papel de Muniain. Es difícil no recordar esa relación tan fructífera y bonita entre el Toto y un jugador similar como Orellana, de aquí puede salir algo bueno bueno.