Francia cumplió el expediente en su debut ante Australia. Se llevó los tres puntos, que era lo esperado si cualquiera comparara su nivel (individual) con el de la selección de Van Marwijk, pero su victoria no servirá para esconder las incógnitas con las que ha viajado hasta Rusia. El cuadro de Deschamps se impuso tras dos fogonazos muy puntuales en un juego que, a nivel colectivo, no logró imponerse al combinado australiano más que al principio y final. Francia, al margen del dos a uno, no convenció en absoluto en el cómputo global del encuentro. Y eso que, a decir verdad, salió con ganas del vestuario. Agresiva. Intimidando a Australia en su propia área. Llegó a completar hasta tres disparos en los primeros cinco minutos. Pero todo lo que vino después, cuando perdió por completo el timón del encuentro, se puede explicar a partir de este mismo dato: de ahí al descanso, solo volvió a rematar en una ocasión entre los tres palos.
Francia, como ante Italia, quiso poner el cebo en mediocampo
Como ya hiciese ante Italia, en uno de los amistosos previos a esta Copa del Mundo, Deschamps probó a poner la trampa en mediocampo. Con Griezmann en punta, y con Mbappé (izquierda) y Dembélé (derecha) por fuera, Francia no tuvo reparo alguno en ceder toda la iniciativa a su rival. De esta forma, de acuerdo con el guion que fue adoptando el encuentro, el combinado francés quiso amenazar a campo abierto; esperando, para ello, en un 4-1-4-1 que en ningún momento presionó la salida de balón australiana. Con Kanté (pivote), Tolisso y Pogba en mitad de campo, el plan pasaba por lanzar muy rápido a los tres de arriba, nada más recuperar a media altura. Pero no hubo ritmo, tiempo ni espacio para ello. Y Francia, que se armaba en un bloque medio tras cada pérdida, fue perdiendo poco a poco el dominio de un encuentro al que Jedinak y Mooy –muy cómodos- le rebajaron al mínimo todas las pulsaciones.
Pogba, por izquierda, no supo/pudo compensar la estrategia
En fase de salida, Tolisso (interior derecho) y Kanté formaban en paralelo en una especie de doble pivote que, a falta de ritmo y fluidez para asentar el bloque veinte o veinticinco metros más arriba, liberaba a Pogba de este cometido por el otro sector. Sin embargo, el futbolista del Manchester United no pudo (o quizá no supo) interpretar este escenario. Hasta el punto que, si intervenía más abajo, ralentizaba en exceso la acción; y si lo hacía más arriba, el riesgo de que el cuadro se partiese por el centro era inmenso. Un término medio que se echó en falta por parte del ‘6’ de Francia. Ya que, de haber dado con la tecla, podría haber sido la pieza que, a través de su técnica y conducción, le hubiese permitido a Francia orquestar otro tipo de compás. Sobre todo, más jugoso con su estilo.
Mooy y Jedinak, cada uno en su sitio, fueron muy importantes
Ahora bien, la (enorme) actuación australiana se apoyó en dos nombres propios: Sainsbury y Mooy. El central se mostró muy sobrio en todo momento; para despejar, hacer la cobertura y, en definitiva, tratar de hacerle la mañana algo más sencilla a Ryan. El medio, en este caso, rozó la excelencia. Siempre bien posicionado, tanto para sacar el esférico como para recuperarlo (al lado de Jedinak), fue el responsable de mover los hilos australianos en todo momento. Una actuación a la que solo Kanté, en el caso de Francia, fue capaz de discutirle el MVP del partido. Aunque a decir verdad, de haber jugado más tiempo, quién sabe si dicho reconocimiento no hubiese caído en manos de Giroud. A pesar de la (impopular) decisión de Descamps de retirar del campo a Griezmann, el ahora delantero del Chelsea fue, como demostró en el 2-1 final, la herramienta que le estaba faltando a Francia a nivel posicional. Pero todo, como ocurrió ayer ante Australia, dependerá de la altura a la que decida situar Deschamps a su selección. De ello dependerá que la estrella del Atlético tenga más o menos repercusión dentro del marco colectivo.
Ricardo 17 junio, 2018
En Francia se hace patente lo vital que es Giroud en el equipo. Permite 'distraer' a los centrales en el, es muy bueno por arriba y activa regularmente al resto de delanteros o medios de segunda línea que apoyan el ataque con su juego de espaldas o pivoteo. No es el mejor delantero del torneo o un TOP… pero sabe dar lo que necesita el equipo.
Me ha dejado muy muy frío Tolisso. Por momentos ni sabía a que jugaba el.