Tras muchas décadas buscándolo, Francia se proclamó campeona del mundo en 1998. Jugando como anfitriona, la selección francesa combinó un fútbol muy físico con una exuberante verticalidad para superar a cada uno de sus rivales, incluida la Brasil de Ronaldo Nazario.
Sobre esa histórica Copa del Mundo, la famosa final contra una Brasil que no tenía en buena disposición a su estrella y el liderazgo de Zinedine Zidane charlamos con Fernando Evangelio. No obstante, hay mucho más. Aquella Francia también fue un ejemplo de integración en el fútbol, tanto a nivel táctico como emocional, como se puede comprobar en una de las fotos levantando el gran trofeo.
Referencias:
– Canal de «Ecos» en Youtube
– La Francia de Zidane
– Twitter de Fernando Evangelio
Juan Plaza 3 octubre, 2017
No fue injusta su victoria final, si bien en el 98 el mejor equipo por propuesta y fútbol sobre la cancha fue, a mi juicio, Holanda. Y con significativa diferencia. Aquella Francia supuso una ruptura radical con la Francia eterna de elegancia en los movimientos y exquisitez en el toque. Como muy bien decís, en la Francia de Zidane primaba lo atlético y lo rocoso. Ese trivote de dragaminas formado por Karembeau, Deschamps y Petit. Ese 9 de desgaste que era Guivarch (Henry entraba en las segundas partes). La sapiencia quedaba para el propio Zidane y Djorkaeff. Si mal no recuerdo hasta el entrenador era militar de formación