Trust the process
Juan Carlos Unzué: “Lo hemos hablado aquí en rueda de prensa: los resultados y los estados de ánimo van condicionando un poco tanto los que están dentro como a los que están fuera. Y, evidentemente, yo he hablado de los procesos. Los procesos, con resultados no tan buenos, siempre son un poco más lentos. Yo tengo la sensación de que estamos muy cerca. Pero lo que nunca voy a hacer, porque creo que sería malo para el equipo, para mí y para todos, es que el jugador tenga la obligación. Yo no puedo transmitirle una obligación. Yo tengo que darle los máximos argumentos, la mejor distribución táctica o espacial, para tratar de resolver cualquiera de las situaciones que se den. Pero después son los propios jugadores los que se van a atrever más o menos dependiendo de cómo estén en ese preciso momento”.
Más allá de los resultados, se aprecia un pequeño deterioro en la idea de juego del Celta de Unzué. Mientras en las primeras jornadas todo se intuía más claro, ahora el plan parece un tanto más difuso. Algo que, desde luego, está totalmente vinculado a la falta de confianza y seguridad que está sintiendo el equipo vigués. Ya son 10 puntos los que el Celta ha dejado escapar estando en ventaja. En parte por los numerosos errores defensivos o en salida de balón que viene cometiendo en los primero treinta metros del campo, en parte también por la falta de control y poso que está demostrando en los partidos. Y esto es lo preocupante. Porque el Celta necesita que en sus partidos se nombre muchas más veces a Aspas, Maxi y Pione Sisto que a Cabral, Fontàs o Jonny Castro, pero en cuanto se pone en ventaja esto nunca sucede. Y el rival, obvio, se aprovecha.
Más juego para más continuidad
Marcelino García Toral: “No tengo ninguna duda de que hoy nos ha faltado fútbol. Y más cuando te pones con marcador a favor. Creo que en ese momento teníamos a un rival que viene de una trayectoria negativa, lo que también influye a pesar de ser un muy buen equipo, y con un resultado de 3-1 no debemos de posibilitar que genere tantas ocasiones. Y eso viene motivado, primero, porque debemos tener un poco más el balón y, en segundo lugar, porque no podemos conceder las ocasiones que hemos concedido hoy cuando no lo tenemos”.
No fue el mejor partido del Valencia. Ganó porque ya sí es un buen equipo al que determinadas individualidades o conceptos le pueden sostener en cualquier día, caso por ejemplo de Rodrigo y Zaza en punta, pero al equipo che le faltó saber manejar mejor los tiempos del partido. Marcelino se refiere a un doble problema: la falta de control con el balón y el descontrol cuando no se tiene éste. Pero, seguramente, lo que más le duela sea lo segundo. Sus equipos siempre han sabido aprovechar el valor de cada gol gracias a una defensa posicional que se le atragantaba a la mayoría de equipos. Su Villarreal, mismamente, entró en Champions a pesar de ser uno de los equipos que menos remataban. Sin embargo, en Mestalla esto aún le está costando. Sus jugadores ya no fallan como antes, ya no sufren tantísimo vértigo y ya no dejan escapar resultados favorables, pero al equipo aún le falta un punto o dos de cocción.
De atrás hacia adelante
Gianni De Biasi: “El Levante es un contrario peligroso. No puedes tomarlo ligero porque te mata. Nosotros conocíamos lo que ellos intentaban hacer. Defendimos muy compactos e intentamos salir a la contra cuando ellos nos concedían espacios a la espalda de su defensa. Podíamos hacerlo mejor, pero tú sabes cuando uno está en esta situación no puede tener todo claro”.
El nuevo Alavés de Gianni De Biasi dio una de las sorpresas de la jornada la derrotar al Levante en el Ciutat de Valencia. Y, además, al derrotarle con cierta claridad. El conjunto granota no chutó a puerta y el babazorro, a partir del repliegue más contra esperado en el técnico italiano, generó varias ocasiones muy claras de gol. Para ello, De Biasi alteró bastante el once. Juntó a tres centrocampistas por dentro (Manu García, Dani Torres y Álvaro Medrán) y colocó al joven Alfonso Pedraza por banda izquierda (con Ibai en derecha), lo cual fue importantísimo a la hora de transitar con peligro. El ex del Villarreal tiene una velocidad más que interesante. Conduce bien, se mueve bien, ataca bien los espacios. Y tiene calidad para asociarse, sobre todo con un Munir que también estuvo muy certero a la hora de atacar los espacios a la espalda de la defensa levantinista.
Foto: David Ramos/Getty Images
Javier Costoya 2 octubre, 2017
El animo sigue muy bajo en Vigo al ver como el equipo no confía en la idea del entrenador ni ganando.
Y no los culpo, la verdad, qué diferencia entre la respuesta a los malos resultados de Unzue en comparación con Berizzo.
La idea era la misma, creer en lo que se hace independientemente del resultado. Pero mientras uno hablaba con la cabeza alta y pedía valentía y orgullo, otro dice que no puede obligar a los jugadores a ser valientes….