El pasado 6 de mayo, tras ganar por cinco goles a cero al Crystal Palace, Pep Guardiola explicó en rueda de prensa un problema que, a pesar de la presumible y presumida calidad de su plantilla, no logró solucionar a lo largo de una temporada en la que finalmente se alejó de la lucha por el título: materializar lo generado.
Pep Guardiola: «El Tottenham es el único equipo que puede crear más ocasiones que nosotros. Somos el mejor equipo de la liga cuando se trata de crear oportunidades, pero nuestro problema es finalizar estas oportunidades, lo más difícil en el fútbol. Contra el Manchester United creamos 19 oportunidades y no conseguimos transformar ninguna. Los números no mienten: creamos muchísimas oportunidades pero no marcamos suficientes goles. Recuerdo el partido ante el Everton, donde perdimos por 4-0 y ellos tuvieron cuatro ocasiones de gol.»
En todo ese proceso, el City encontró muchos problemas para equilibrar su propuesta, algo en lo que Guardiola no reparó tanto como en provocar situaciones de gol que le permitan ir por delante en el marcador. Para tratar de conseguirlo, el técnico catalán ha introducido línea de tres y dos puntas, Agüero y Gabriel Jesús, cuyos roles no están quedando demasiado definidos sobre el terreno. La teoría habla de una doble punta de gran potencial, sin mayor misterio que el de complementarse en tareas de rupturas, apoyos y área. Lo que está quedando en la práctica es que a ninguno de los dos parece beneficiarles situaciones tan estáticas en las que deben tener en cuenta que comparten frente de ataque.
Calvert-Lewin fue una bendición para Koeman en el Etihad
Con carrileros abriendo y Silva y De Bruyne moviéndose mucho, las oportunidades siguen apareciendo, pero en el último toque y la definición parece faltar orden, tanto estando como llegando. Es lo que volvió a pasar, precisamente contra el Everton, el conjunto al que se refirió Guardiola para explicar la falta de pegada en la temporada pasada. Con el City enfrentando a mucha gente dentro del área, apareció la consecuencia: Dominic Calvert-Lewin, el delantero perfecto para castigar a un City volcado.
Agüero y Gabriel Jesús necesitan definir sus roles
El jovencísimo delantero inglés realizó un encuentro tácticamente perfecto y técnicamente fantástico, haciendo parecer que Kompany, Stones y Otamendi estaban defendiéndose solos, como si los otros dos compañeros de línea no existieran. Su físico, lleno de posibilidades, fue acompañado de los movimientos más precisos posibles: ganó juego aéreo, protegió el balón de espaldas, trazó desmarques para abrir espacios y se atrevió con algunas acciones individuales a campo abierto. Para un Everton muy preocupado en preocupar a Guardiola, Dominic Calvert-Lewin fue el ariete idílico. Un talento a seguir.
Foto: Michael Regan/Getty Images
Felipe 22 agosto, 2017
Pero bueno yo creo que en todo esto, hay que analizar si esa supuesta calidad Top es una realidad a día de hoy. Que de un tiempo acá, Agüero es para mi más talento y nombre que una realidad, al punto que no sé hasta que punto compensa no darle más galones a Gabriel Jesús para respetar la jerarquia de un jugador que anunció que se regresa a Argentina en 2018.