No fue exactamente igual, pero lo acontecido en Vigo recordó en cierta medida al Monaco-Juventus que se había celebrado 24 horas antes. La sensación de que un equipo tenía más nivel que el otro en cada una de las fases del juego y un plus de experiencia que le hacía dueño de un saber estar superior quedó clara, y resultó perenne, desde el minuto 1 al 90. La ilusión del RC Celta no pudo limar la distancia competitiva que le separa del Manchester United.
Berizzo optó por su alineación de confianza con el matiz de que ató muchísimo al Tucu Hernández al doble «5» que formó con Radoja. En las mejores actuaciones de los celestes, el centrocampista chileno se descuelga hasta casi romper el 4-2-3-1 en favor de un 4-3-3, lo que activa opciones como la del juego directo hacia su testa -bastante interesante contra un United que situó a Herrera como pivote- y lo que, en general, permite al Celta tocar la pelota más arriba. Se entiende que el Toto prescindió de ello para proteger a Radoja y dotar de mayor estabilidad a su sistema defensivo, pero el peaje se tradujo en una pérdida de identidad que quizá no podía permitirse. Mourinho, por su parte, dibujó un 4-3-3 con Herrera, como se acaba de citar, de mediocentro por detrás de Pogba y Fellaini, una dupla de interiores que se comió el césped de Balaídos.
La presión del Celta no fue un problema para los de Mourinho.
Uno de los aspectos que dio el dominio al Manchester United radicó en el incompleto trabajo de presión orquestado por los vigueses. Se atisbó con claridad cómo Wass marcó al hombre, y de modo muy agresivo, al técnico Herrera, pero no se vio una labor eficiente sobre la otra pieza clave del primer pase red, que es el central Blind. El antiguo pupilo de Van Gaal gozaba de un panorama aclarado por los movimientos de Ander para limpiarle a Wass y condujo y filtró balones con su pulcritud de especialista. Acción tras acción. Dicho trámite, que al fin y al cabo era batir con constancia una presión y, por tanto, atacar con espacios después, concedió al fenómeno Pogba un contexto que el francés supo explotar con pases agudos y conducciones dignas de su talla. Hasta seis eslalons virtuosos supo trazar la estrella del Manchester United. Rashford, ariete de los malintencionados, fue su socio más beneficiado. Sólo la tremenda inspiración del meta Sergio Álvarez mantenía con vida a los locales.
Jozabed fue la pieza que dio posibilidades de juego al Celta.
El Celta consiguió entrar en el encuentro en el minuto 75, con el ingreso al campo de Jozabed Sánchez. El ex del Rayo y el Fulham rescató el efecto del Pablo Hernández mediapunta y logró contactar con el balón de seguido en la zona de tres cuartos, permitiendo a los del Toto incrementar su porcentaje de posesión útil y juntar al equipo arriba para poder apretar con mayor éxito a Blind y Herrera en sus salidas. Hasta 27 veces tocó la pelota en un cuarto de hora. No obstante, ni Aspas, difuminado, ni Sisto, el más entonado con diferencia, pudieron traducir esa mejoría en ningún peligro de gol.
Pero haciendo balance, pese a la traba que supone el 0-1, no todo está acabado. Por las características de este Celta, y por su perfil emocional, visitar Old Trafford con el chip de equipo que no tiene nada que perder podría ser el mecanismo abstracto que activase su versión más interesante, que es la única que puede acercar a los de Berizzo a un Manchester United que se está tomando muy en serio esta UEFA Europa League.
Foto: MIGUEL RIOPA/AFP/Getty Images
Lucas 5 mayo, 2017
Viendo el partido de ayer entiendo perfectamente el porqué este United es un cero a la izquierda en la Premier, en la que camina 5º y en el que solo las miserias del Arsenal , la penosa liga del City y la irregularidad del Liverpool le permiten soñar con Champions .
El Manchester United de Mou , algo que junto debería dar miedo, es un equipo ramplón , con un futbol arcaico , que ayer jugó contra el 11º clasificado de la liga española y dejo evidentes muestras del porqué lleva más partidos empatados que casi ganados …