El Sevilla cosechó su cuarta victoria en esta Liga de Campeones, competición para la que que Sampaoli parece haberse preparado con total consciencia de lo que está suponiendo cada rival de esta fase de grupos. En el día en el que su equipo no podría mirar a Nasri para ponerse a jugar, el conjunto hispalense, y todos sus jugadores, miraron sin titubeo a la hora de pasarla, sin pesadumbre ni dudas. A ello contribuyó un Dinamo de Zagreb menos competitivo, pero la noticia estuvo ahí: se notó que no estaba la calidad y distinción de Samir, pero no tanto por extrañar su importancia táctica. En base a la confianza y el paso del tiempo, los de Sampaoli están más cerca de lo que se le presuponía a nivel de propuesta.
El Dinamo de Zagreb mostró un nivel sensiblemente inferior
En poco menos de dos meses, el centrocampista marsellés ha venido dejando la impronta del jugador que la pide donde y cuando quiere para solucionar un problema o simplemente tocarla por pura ascendencia, generando un punto de obediencia y subordinación táctica hacia su figura que había creado una dependencia a la hora de tomar responsabilidades en la creación y distribución. Lo más destacable, por ello, de lo visto anoche residió en cómo ocupó el campo el equipo sin el francés, en un dibujo que quitó a un central para sumarlo al mediocampo. Con Steven N’Zonzi como el jugador que más líneas de pase veía desde su posición, las posibilidades de progresar eran más que notables.
El espigado francés fue quien acaparó más miradas una vez Ganso respondió que por características y falta de dinámica, no puede, por el momento, ser un jugador tan omnipresente. El brasileño quedó de nuevo enfocado al pase puntual, que en dos ocasiones rozó la categoría de excelso, dejando las labores más continuadoras a su compañero. En su lugar, el mencionado N’Zonzi se encargó de proteger la pelota, orientarla hacia los costados, dar espacio a Kranevitter y recuperar tras la pérdida. En el plano general, el ritmo ofensivo de los andaluces estuvo a la altura.
Sergio Escudero volvió a realizar un gran partido
En el Sevilla, dispuesto con balón con los laterales en tres cuartos, Vitolo y Vázquez por dentro y Ganso de interior zurdo, su circulación tuvo continuidad en sus medios y agresividad en las bandas, con Mariano por fuera en la primera mitad y un brillante Escudero por dentro en la segunda. El Dinamo, con un 5-4-1 muy retrasado, sólo pudo salvaguardar su área con el reloj consumiendo minutos, pues su desempeño no tenía la calidad suficiente para aguantar. Con uno más desde el 46′, los locales no aflojaron, le tomaron gusto a dominar y seguir buscando los goles, coronando unos primeros 14 encuentros entre Liga y Champions más que satisfactorios para el proyecto del técnico argentino.
Foto: CRISTINA QUICLER/AFP/Getty Images
Daniel 3 noviembre, 2016
Paulo Henrique Ganso , no sé si se adaptará o fracasará , pero cuando está inspirado es mi fetiche futbolístico.