El Sevilla continúa ganando partidos. Esta vez el valor de la victoria tuvo mayor relevancia, pues sitúa a los de Sampaoli muy cerca de los 16 mejores equipos de Europa. Con el triunfo en Zagreb no obtuvimos información nueva, pues el escenario permitió a los hispalenses no mostrar sus mayores carencias, pudiendo construir un encuentro seguramente esperado en su previa.
El técnico argentino afrontó un cerrojo de los que requieren paciencia, insistencia y tesón. En su primera parte, el Sevilla tuvo un poco de cada una y con mayor o menor brillantez, cumplió con su cometido: abrir la lata. Más problemas tuvo a la hora de gestionar el marcador, donde mostró falta de tensión y cuerpo en sus intenciones. Sólo la falta de calidad del rival impidió que el susto se convirtiera en lamento. Justo lo que no volverá a ocurrir a partir de ahora, donde cada oponente no perdonará.
El repliegue del Dinamo fue total, con hasta 7 jugadores en línea defensiva
Con tres centrales, dos carrileros, un punta y cuatro apoyos interiores saltó el vigente campeón de la Europa League al Maksimir croata. Ante un Dinamo que le concedió 65 metros de terreno para comenzar a jugar, el Sevilla circuló de manera ortodoxa, con dos hombres abiertos sobre la cal -Mariano y Escudero- y cuatro hombres repartiéndose tareas: Vitolo para la arrancada, la pared y la profundidad, el ‘Mudo’ para sobrecargar desde la derecha la zona izquierda, N’Zonzi como apoyo a dos alturas y el omnipresente Samir Nasri para marcar la diferencia, tanto en el toque como en la continuidad.
Sin dependencias, el todocampista francés se movió con el swing del agraciado, con una certera calidad posicional y su indiscutible técnica de pase, perfecta para volver a comenzar como para empezar a finalizar. Otro clinic de fútbol coronado con un gol llegando desde segunda línea. El dato del encuentro, favorecido por el contexto no deja de ser destacable: el francés dio hasta 158 pases buenos, un registro únicamente superado por Xavi Hernández en la historia de la Champion League. A su alrededor faltó más velocidad en el pase y algo de apoyo de los tres centrales, inhabilitados en la suma de efectivos en campo rival. en general, y como lectura, sigue brillando más Samir que su equipo.
El Sevilla descansó en exceso en la segunda parte
Con el paso de los minutos, y con un Dinamo de Zagreb que buscó el 0 en su portería por encima de cualquier circunstancia, el valor del gol restó intenciones al fútbol sevillista en su segunda mitad. Puede que guardando energías para lo que viene en Liga, y con un rival que no se soltó de manera clara hasta el minuto 65, los de Sampaoli comenzaron a bajar el ritmo, a perder tensión, fallar pases y estirarse en exceso. Con Soudani y Fernandes como puntas, y con la presión adelantada y aparición de sus mediocampistas, el Dinamo ganó altura, pisó área, forzó saques de esquina y agitó un encuentro que preocupó en clave sevillista. Un toque de atención que no tuvo mayores consecuencias.
Foto: STR/AFP/Getty Images
sobris 19 octubre, 2016
Perdón por no hablar del Sevilla que por otro lado me pareció un partido un tanto insípido, tónica habitual en este inicio de temporada del Sevilla, aunque ganan.
Pero yo con lo que aluciné ayer fue con la cantidad de baalones perdidoos por el dortmumd ante una presión que no era nada del otro mundo como la del Sporting. Alguien lo vio y lo podría explicar mejor? Porque yo no sé si fue por el poco espacio que se daban entre Weigl y los centrales o por la lentitud o no se, pero fueron demasiados.