Se perdió la cuenta de partidos que el Atlético de Madrid posterior a 2012 sumó como obligado cuando su importancia era de notable relevancia. En su debut en esta Champions, los colchoneros contaron una victoria en campo del PSV, llevando la iniciativa y apostando por decisiones enfocadas a aceptarla con gusto. Resumiendo que en la segunda parte Simeone, con marcador a favor, replegó y dio entrada a Carrasco y Torres para contragolpear y no tuvo efecto, formando 45 minutos de defensa del resultado, todo lo importante aconteció hasta el descanso, donde un hombre creó un punto de inflexión que muy probablemente tenga continuidad. Fue Griezmann, un crack mundial que quiere descubrir hasta dónde puede llegar y cuánto de profundo es este juego.
Como si sirviera de espejo, hay en el crack francés una constante reformulación que lejísimos de lo que significa el nuevo Messi, se toma como inspiración para expandirse y multiplicarse como un jugador presente en cada momento, Simeone aceptó que el PSV le diera el balóníntimamente relacionado con su ambición personal por sentirse líder y referente mediático como individualidad. Eindhoven fue un paso más en este proceso. De repente, el francés jugó en banda izquierda de un 4-1-4-1, una posición que de entenderla desde una posición abierta para cerrarse y tocar por dentro, comprime más sus acciones de remate y su diagonal natural que forma desde la derecha. El experimento sonaba raro pero en varios minutos aquello resultó, únicamente, algo anecdótico.
Griezmann lo fue todo y eso puede reconfigurar el juego del Atlético
Con Gabi en el pivote y los laterales muy abiertos y arriba, el Atlético dio utilidad al intenso repliegue holandés, el que le daba pelota, metros y tiempo, para pasarse mucho la pelota. Si en el pasado, entre el gran Tiago y juntar a Koke y Arda con Filipe en una banda, quedaban definidas responsabilidades y mecanismos para guardar y crear, hoy es Antoine Griezmann el armador verdadero de este Atlético. Ya no es el punta que baja y descarga cuando la jugada se atasca. De su libertad absoluta, de la que debe desprenderse una comprensión global acerca de dónde están todos sus compañeros para estar siempre donde necesita la circulación, el ‘7’ fue el elemento que daba gracia a cada jugada. Juanfran y Gaitán veían a Antoine aparecer para hacer progresar la jugada. Koke y Juanfran, Koke y Gabi, Saúl y Filipe. Cada pareja acababa mirando siempre a un tercero, quién si no. Para favorecerlo, Saúl le cedió con continuidad la zona del interior para que Griezmann controlara y asegurara la posesión. El PSV rara vez pudo contragolpear, incluso como decíamos, ante un Atlético especialmente abierto sobre el campo, debido a esa faceta controladora del crack galo.
Quizás quien más acusó que Griezmann partiera desde la izquierda fue Filipe Luis, al que sin un socio claro ni constante, no le quedó más remedio que adaptarse a una posición exterior y más fija. Y Filipe, un portento asociativo, gusta de ir por dentro cuando alguien le ofrece amplitud por fuera -Carrasco-. En apoyo de Griezmann, que llegó a situarse como el primer receptor de los centrales ante presión alta del PSV, estuvo Koke, creciendo en zonas centradas y en cadenas largas de pases. Los holandeses, que apenas ofrecieron batalla en los envíos directos sobre De Jong y en el juego áereo dentro del área, pudieron empatar en otra desafortunada acción de Giménez que Oblak se encargó de evitar, y tampoco fueron penalizados atrás porque Gameiro sigue en la búsqueda. Como última lectura queda saber con qué frecuencia Griezmann será el de ayer y sí podrá compaginar todo ello con su rasgo más letal: sigue siendo el hombre gol de este Atlético y para ello debe estar cerca del área.
Foto: Dean Mouhtaropoulos/Getty Images
Permafr0st 14 septiembre, 2016
No he podido ver el partido completo. Únicamente la última media hora, así que todo lo que voy a decir hay que entenderlo en dicho contexto.
-Godín, la temporada pasada ya se le vieron síntomas, pero en general tendíamos a achacarle los problemas a Giménez 'y sus cosas'. Seguirá siendo un cacique, con un papel más allá del que se ve en el campo, pero ayer pareció un central en decadencia.
-Tiago, tres cuartas partes de lo mismo. Con Gabi fundido a Tiago no le da el físico y cuando al portugués no le llega la cuestión física su aportación en fase ofensiva se desploma y en fase defensiva acaba siendo contraproducente
-Fernando Torres, el año pasado cada vez que le criticaba añadía una coletilla en recuerdo del jugadorazo que fue. Ya no más. En el campo te quita más que te da. Cuando salió por Saúl el equipo se vino definitivamente atrás y nunca ofreció una salida, ahogando al Atleti
-El juego aéreo, ayer (en el rato que vi) De Jong lo remató prácticamente todo y cada balón cruzado sobre el área fue un sufrimiento
*Sobre Giménez, su error fue más bien permitir el fallo del arbitro en un lance que podría haber resuelto de manera más fría y menos 'a lo Juanma López'. Sin embargo, en el rato que yo vi estuvo muy por encima del nivel de Godín (y esto más que una defensa de Giménez es una preocupación por el funcionamiento del equipo)