Toni Kroos estaba desconocido. Pasaban las semanas, una tras otra, y no había rastro alguno del centrocampista alemán. No hacía falta acudir al álbum de sus mejores noches para comparar; bastaba cualquier partido rutinario de la campaña anterior para concluir que Kroos andaba, sin matices, horrible. Entonces llegó Zinedine Zidane y la cosa cambió. Sin aplicar medidas revolucionarias, imposibles en aquel contexto, el técnico galo fue sanando a un colectivo triste y decaído. A base de unión y lógica, cada pieza fue incrementando su nivel hasta que la suma de las mismas bastó para pelear de nuevo por los títulos. Este ha sido el caso de un renacido Kroos, menos brillante que con Ancelotti pero competitivo y clave como entonces. Su figura aglutina y cuenta el breve ciclo de Zidane y anticipa con precisión lo que puede pasar en la final de mañana en San Siro ante el Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone.
La presencia de Casemiro como mediocentro codiciona todo el análisis táctico de Toni Kroos
Si un nombre condensa y resume el camino seguido por Zidane, ese es el de Casemiro. En aras de montar un equipo equilibrado en el menor tiempo posible, Zizou tomó la decisión que Rafa Benítez quiso pero no se atrevió a tomar: sentar a Isco Alarcón y James Rodríguez en favor del brasileño. El mediocentro sudamericano es uno de esos pivotes que se ganan a pulso el calificativo de “defensivos”. Sus condiciones para el robo y la marca son excepcionales, muy superiores a su talento creativo. Asentarse en el once repercutió de manera directísima en Kroos, pieza central de la medular blanca desde su llegada. De repente, Toni tuvo que echarse a un costado y el epicentro del fútbol merengue se modificó. En este artículo, más que centrarnos en el análisis individual, pondremos el foco en las situaciones. Momentos tácticos que, con Kroos de protagonista, han explicado la trayectoria de Zidane en el banquillo blanco y que, a buen seguro, aparecerán en algún instante ante el Atleti. Vamos a ello.
1- KROOS, CASEMIRO Y LUKA: UNA UNIÓN DIFÍCIL
Una de las grandes virtudes del segundo Madrid de Ancelotti era que la acumulación de futbolistas dados a flotar por la mediapunta (Modric, James, Isco, Benzema, Bale y hasta Cristiano) garantizaba la presencia de un receptor al que enviar la pelota. De eso iba el bautizado Madrid de los puentes, cuestionado por su nivel defensivo mucho antes que por su manejo del balón. La entrada de Casemiro en la zona de Kroos suponía un impacto enorme para ese colectivo. Un jugador de gesto técnico lento (aunque preciso) y floja orientación a la hora de colocarse iba a dar los pases que antes eran de Toni. Parecía mal negocio.
Consciente de ello, Zidane no tardó en buscar soluciones para que esos pases siguieran recayendo en los pies más dotados. La primera la vimos en campo del Wolfsburgo. Casemiro, el «5», abandonaría su sitio para permitir a Kroos y Modric bajar a recibir (Foto de abajo a la izquierda). Pronto se comprobó que el automatismo tenía sus pegas. Por un lado, Casemiro perdía todo su valor entre líneas. Ahí no recibía e impedía a otros moverse a esos lugares. Por otro lado, esta serie de permutas forzaba a Luka a tocarla atrás muchas veces (Foto de abajo a la derecha), algo que no gusta ni al equipo (que necesita la magia del croata más arriba) ni al futbolista, que no disfruta cuando le obligan a crear. Por último, la ausencia de posiciones fijas en el trío de centrocampistas derivó en una mala colocación cuando se perdía la pelota, hecho que el Wolfsburgo aprovechaba para contraatacar. Casemiro, elegido para cerrar, en ocasiones estaba tan adelantado que no podía retornar a tiempo. ¿Qué sentido tenía entonces su participación?
La intensidad propia de un rival que vence en su estadio en Champions fue suficiente para que el Wolfsburgo robara y saliera. Y eso que no presionaba arriba como tal. Quien sí lo hizo de entrada fue el Manchester City en el Etihad. Para entonces, Zidane ya había asumido que Casemiro debía ser usado de otra manera. Ante los ingleses, una sucesión de contragolpes podía ser fatal, así que el precepto táctico cambió. Casemiro no se movería del pivote y Kroos recibiría como interior izquierdo. ¿Consecuencia inmediata? El germano debía bajar de espaldas a buscarla (Foto de abajo a la izquierda), situación que, como todo mediocentro en funciones, detesta. El Madrid había optado por una rigidez conservadora en su salida de balón. Nadie abandonaba su parcela (ojo: Kroos no pisó la derecha nunca), lo que hacía que los hombres del City solo tuvieran que perseguir al futbolista asignado. Como suele pasar, Sergio Ramos dio un paso al frente para ayudar a los suyos en vista de que Kroos estaba completamente ahogado por el inmovilismo grupal (Foto de abajo a la derecha). Las pérdidas del central se sucedían. A día de hoy, este es el gran defecto del Real Madrid. La pregunta es: ¿buscará explotarlo Simeone con una presión alta?
2- LA SOLUCIÓN ISCO. ¿ES POSIBLE DEFENDER?
La ausencia de Casemiro en el choque de vuelta ante el Manchester City tuvo efecto doble. Por un lado, Toni Kroos regresó a su demarcación favorita, la de mediocentro, recuperando el peso total en el inicio de la creación (Foto). Jugando como pivote puro, Kroos gestiona movimientos propios y ajenos, cosa que no puede hacer cuando actúa escorado. En el centro ve posible cambiar el sentido de los ataques, incluso varias veces dentro de una misma jugada (Foto y Foto). Ante un Atlético de Madrid que debe ser movido de lado a lado, este es un factor a considerar.
Ese día, su puesto como interior izquierdo lo ocupó Isco, cuyos giros mágicos son conocidos por todos. Zidane, como Ancelotti, gozaba otra vez de tres futbolistas muy capaces con el esférico, pero al francés, lo decíamos al comienzo del texto, lo que le obsesiona es el equilibrio. Así pues, Zidane puso especial énfasis en lo defensivo, que con ese trío significa conservar a toda costa la pelota. El Real Madrid invirtió todo en evitar pérdidas en salida, pegando incluso de forma compulsiva a Kroos, Modric e Isco (Foto de abajo a la izquierda). La directriz era clara: debían vivir juntos, con frecuencia alineados horizontalmente (Foto), siempre listos para pedirla. Por supuesto, las permutas podían existir, pero controladas, fruto del criterio y el talento natural de cada elemento (Foto). Para Kroos, el disfrute es innegable, pues su seguridad es mayor con genios cerca, pudiendo atreverse con los pases (Foto) sin sentirse encorsetado.
Escrutado este apartado, llega la pregunta: ¿y la defensa qué? El innegable bajón individual que supuso la baja de Casemiro fue suplido con la intención antes comentada: mantener hombres fijos, en este caso, por detrás de la pelota. Es cierto que el flojo papel del City en el Bernabéu condiciona la lectura. Los de Manuel Pellegrini atacaron tan poco que el bloque defensivo merengue no se vio muy exigido. Algún desborde exterior nos recordó que Isco no es un especialista y que Kroos, al bascular, puede pagar las consecuencias a su espalda (Foto). No obstante, para evitar esto, Zidane exige la presencia permanente de dos medios atrás… o incluso de los tres. En la primera mitad ante los ingleses, Isco contuvo sus arrancadas con asiduidad, lo que hizo que Kroos pudiera destacar en el robo (Foto de abajo a la derecha). Y si Isco se decidía a romper líneas con sus regates tampoco había problema. El malagueño, con sus arrastres al contrario, daba tiempo a Kroos a colocarse, manteniendo así la posición defensiva junto a Modric (Foto). ¿Conclusión final? Isco será importante ante el Atlético. Falta saber cómo.
3- KROOS ANTE UN REPLIEGUE. UNA PISTA CLAVE
Pero volvamos a Casemiro. Todos los problemas expuestos hasta ahora han tenido que ver con un Real Madrid que sufría ante presiones altas, caso del City, o ante equipos excitados por la actualidad del resultado –Wolfsburgo–. ¿Pero qué pasa cuando el Madrid y Toni Kroos enfrentan un cerrojazo? Pues que, de entrada, lo celebran. El cuadro madridista y su cerebro alemán prefieren, sin atisbo de duda, atacar una muralla de 9 o 10 hombres antes que ser presionados en su campo. El mejor ejemplo lo tuvimos ante el Villarreal de Marcelino, en la que pasa por ser quizás la actuación más convincente del Real Madrid de Zidane. El submarino plantó atrás su 4-4-2, sin buscar casi nunca el robo en terreno rival. De esta forma, el Madrid y Kroos no padecían para situar sus líneas en los últimos 35 metros del campo y, aunque fuese con mil hombres delante, poder jugar de cara a la puerta contraria (Foto de abajo a la izquierda). Este contexto hace que los laterales se claven arriba y Casemiro retrase su posición para impedir cualquier contra de los puntas. De esta manera, Kroos y Modric manejan a su gusto todo el ancho del césped (Foto de abajo a la derecha). En otras palabras, encerrarse ante el Madrid significa que Kroos “vuelve a hacer de mediocentro” en la frontal. Además, en lo defensivo el Madrid se vuelve potentísimo ya que, al candado que supone Casemiro, se añade un Kroos que va como un animal a los rechaces (Foto), a sabiendas de que tiene todo que ganar y muy poco que perder. Así pues, lanzamos la cuestión fundamental, quizás de toda la final, es la siguiente: ¿replegará el Atlético de Madrid la mayor parte del tiempo como hizo el Villarreal o, por el contrario, asumirá que las características de ambos conjuntos exigen presionar cuando se pueda?
4- UN MADRID ENCERRADO. UN RECURSO DE VALOR
A priori, un Real Madrid encerrado ante el Atleti suena tan extraño que incluso resulta complicado de imaginar… pero puede suceder. Con Zidane, como venimos repitiendo, el Madrid hace hincapié constante en los aspectos defensivos. Más allá de las diferencias técnicas y estilísticas con el Atleti, ante el Barcelona vimos a un Real situado en un clarísimo 4-1-4-1 (o 4-5-1) cuyo objetivo primordial era protegerse (Foto). Zizou logró que Bale y Cristiano trabajasen sin balón como mañana harán Koke o Saúl. Parece increíble pero, durante rato, el galo ha conseguido arrancar ese compromiso de sus figuras más determinantes. Esta ayuda inesperada más la consabida de Casemiro hacen que Kroos marque diferencias sin balón. Toni sabe leer perfectamente cuándo salir a la presión sin conceder espacios a su espalda (Foto de abajo a la izquierda). En general, Kroos posee todas las cualidades de un buen interior defensivo: presiona con inteligencia, es difícil de desbordar y tapa líneas de pase con calidad (Foto de abajo a la derecha). Si el Madrid se pone en ventaja, Toni Kroos será un activo importantísimo para poner nervioso al Atlético. A esto sumamos que sabe incorporarse al ataque desde atrás y que su golpeo es ideal para, en los contragolpes, encontrar desmarques de gente alejada (Foto).
Los problemas del Real Madrid en salida ante una hipotética presión colchonera. La solución que aporta Isco. La decisión de Simeone de meterse atrás o buscar arriba y el toque defensivo de este Madrid de Zinedine Zidane. La final contada a través del fútbol de Toni Kroos. ¡Qué empiece ya!
borjaobeso 27 mayo, 2016
Os llevo leyendo desde los inicios en silencio. Disfrutando de la página y de los comentarios. Recomendandola a quien puedo y sobre todo a quien debo.
Una de las ventajas de vivir ahora al otro lado del charco es de ver el artículo recien publicado. Tengo la sensación de ser el primero que lo lee, que lo disfruta, que lo paladea. Esa mezcla de envidia, satisfacción y regocijo que todo futbolero pelotero tiene al leer un artículo así se hace más íntima y especial.
Enhorabuena por el curro de la final de champions por "semi-anticipado" porque como siempre es de matrícula.