El Real Madrid sumó su undécima victoria consecutiva en Liga con el crédito que merece quien las ha logrado inmerso en las rondas finales de la Champions League. La salud de su fútbol es impropia de la época, se le nota la frescura de quien anduvo marchito cuando el resto florecía, pero en lo referido a la cita de ayer, debió agradecer al Valencia esa tregua de 45 minutos que le concedió para sorpresa de la mayoría. El City y el Atleti ocupaban la mente madridista y se notó en la escasa resistencia de su fútbol. Se jugó a lo que su rival facilitó primero y a lo que su rival impuso después.
Zidane volvió a presentar un once novedoso del que formaron parte algunas debilidades concretas. A destacar, Danilo con su sempiterno problemaRamos y Kroos brillaron en el uno contra uno, Varane, preso de una desconfianza que no le permite dar continuidad a casi ninguna jugada sino tan solo despejar el peligro y a menudo hacia una zona en la que su rival puede seguir ofendiendo, y James Rodríguez, sólo capacitado para disputar encuentros de bajo ritmo en estos momentos. Además, Casemiro recuperó la titularidad, y una vez Sergio Ramos se ha regenerado a sí mismo, su único gran aporte positivo consiste en el plus aéreo que regala, que, ante Paco Alcácer y compañía, resultó de poco provecho. Pero, con todo y esto, el Madrid habría cerrado el partido en la primera mitad de no ser por el felino Alves.
James Rodríguez jugó a placer durante el primer periodo.
Los de Zidane conforman un equipo que ya sí crea ventajas de manera automática, y ante una defensa sin intensidad como la que aplicaron los chés, su fútbol fluyó fácilmente. Ramos y Kroos comandaron la salida de balón mientras que, en el frente, Cristiano demostró de nuevo que necesita algún minuto más para recobrar el ritmo idílico pero que, en cuanto a punta de velocidad, está en unos niveles que no se le recuerdan en una primavera. Mustafi y Abdennour sufrían contra cada movimiento suyo. Para más inri, James hallaba un contexto ralentizado donde podía encontrar espacios entre líneas para ejercer de lo que es: una máquina de generar peligro. El choque, por mera inercia, por una cuestión estructural y de claridad en los blancos, era muy fácil para el Real.
Pero, tras el descanso, Pako Ayestarán ajustó su alineación y su sistema y proveyó al Valencia de nuevas facultades y, sobre todo, de un espíritu Mina y A. Gomes liaron a Danilomás combativo. Entraron Santi Mina y André Gomes por Cancelo y Abdennour, lo que provocó una reformulación que llevó a Enzo Pérez al eje de la zaga y a activar una triple amenaza arriba con tres piezas que atacaban hacia dentro a pie cambiado: Rodrigo por la derecha y, en especial, Gomes y Mina por la izquierda (la de Danilo). Entre los tres fomentaron el peligro, dieron espacio a Parejo y desviaron el estrellato desde Diego Alves a Kiko Casilla. El fútbol del Valencia fue de una calidad bastante alta; desbordó nítidamente a un Real al que, por mucho optimismo que derroche, se le notó la distracción de un recién clasificado para la Final de la Copa de Europa.
Los cambios de Zidane perjudicaron visiblemente a su equipo.
Por eso el avasallamiento ché dio para pocas lecturas negativas en los locales pese a la rotundidad del mismo. Aunque sí que hubo un suceso que, por recurrente, generó preocupación: la dirección de campo de Zidane, de nuevo, no ayudó a su equipo. Kovacic está siendo utilizado como un factor equilibrista para juegos abiertos y no está respondiendo en la tarea, porque no tiene pausa ni ofensiva ni defensiva y lo que hace es acentuar el ida y vuelta, mientras que la salida de Cristiano Ronaldo en el tempranero minuto 79, la que derivó en un ataque compuesto por Danilo, James y Jesé, arrebató cualquier viso de continuidad con la pelota en el Madrid y potenció el ataque total de los de Pako Ayestarán. Fueron tres puntos en el haber de su portero suplente, que es un portero suplente de un nivel superior al promediado.
Ignacio 9 mayo, 2016
Merecido homenaje a Arbeloa, pero que podía haber salido muy caro!
Por cierto, ¿qué tal se maneja Kiko Casilla con los pies? A poco que aporte y con el partidazo de ayer (y los que sumaba hace un par de temporadas en Barcelona) puede ser una alternativa bastante seria a Keylor a la hora de sacar el balón jugado como le gusta a ZZ.