Jürgen Klopp ha logrado dotar al Liverpool FC de una identidad reconocible en muy pocos meses. Por si eso fuera poco, ha conseguido que la muestre en su máximo esplendor, sobre todo, en los días más importantes, ya sea en los duelos directos contra los grandes de la Premier League o en las eliminatorias de la UEFA Europa League. Una de las señas más distintivas de la propuesta se basa en una presión extremadamente intensa e incluso, para la vista, un tanto impulsiva. En teoría, esta podría encontrar una víctima clara en el Sevilla FC, cuya salida de pelota desde atrás no ha brillado por su eficacia durante esta temporada. Alejandro Arroyo y Abel Rojas hablan sobre cómo puede afrontar Unai Emery esta cuestión.
Alejandro Arroyo: […] Durante toda la Final vamos a ver un Liverpool, bueno, muy característico en esa presión. Además es un tipo de presión que el Sevilla no ha tenido que afrontar en la Liga española, muy física, muy de uno contra uno, y sí que es verdad que los de Unai ahí tienen un problema.
Abel Rojas: Me parece interesante eso de que nunca se han enfrentado a una presión así. En la Liga española hay equipos que presionan, pero de manera más táctica. En este caso no podemos decir que el Liverpool sea un ejemplo a nivel de pizarra de cómo hay que morder arriba; lo que ocurre es que van todos los jugadores con una intensidad y una fe que recuerda un poco a este vídeo que se está convirtiendo en viral en el que sale la Holanda del 74 persiguiendo la pelota en manada.
Alejandro Arroyo: Sí, y te crea muchas dudas.
Abel Rojas: Porque te expone a ti, Arroyo. Te señala a ti, que llevas el balón.
A.A.: Exactamente. Y te iba a decir que, en una Final, es el tipo de presión que puede empezar a desnivelar la balanza en clave psicológica. Y el Sevilla es un equipo grande, pero se encontrará enfrente al Liverpool, con todo lo que significa Liverpool en una Final…
A.R.: Y Jürgen Klopp…
A.A.: Eso es. Es que no va a condicionar el partido sólo en lo táctico. Esto amenaza con quitarle al Sevilla esa jerarquía que siempre ha tenido en las finales de Europa League.
A.R.: Sí. Y hablamos de una presión muy individual y lo que sale es buscar soluciones individuales, pero no hay en el Sevilla ninguna pieza que destaque en salida de balón. Ni su portero está dotado de facultades asociativas, ni sus defensas una vez Trémoulinas está lesionado, ni su doble pivote sea cual sea la combinación que presente Unai… A nivel individual no hay una solución visible.
A.A.: Al menos, no en esas primeras piezas. Al final te queda ir tirando de un Banega a quien el Sevilla necesita en muchos sitios, y si baja demasiado, para el Liverpool podría ser una ventaja, porque no habría referencias junto a Gameiro a la espalda de la presión. La pena es que en realidad sí hay piezas que, en un plano ideal, podrían significar cosas, pero no están activadas: Llorente, Konoplyanka…
A.R.: Hay que buscar soluciones tácticas. Y yendo a lo táctico, Arroyo, yo creo que el clavo ardiendo es el que acabas de citar, el de bajar a Banega, pero claro, no a cambio de perder presencia entre lineas.
A.A.: Sí, sí.
A.R.: Y aquí está lo que te quería comentar: está claro que el doble pivote titular del Sevilla está conformado por Krychowiak y N´Zonzi, y tenemos que presuponer que es el que presentará. Pero, de cara a adecuarse al Liverpool, quizá un posible atajo sería el de Iborra por N´Zonzi para que Iborra mezcle la posición con Banega y, cuando el argentino baje a recibir el primer pase, pausar la posesión y desinflar la presión del Liverpool, que sea Vicente quien rellene el entre líneas con Gameiro y quien fije un poquito las posiciones de Emre Can y los centrales para que no les coman del todo.
A.A.: Se nos invita a pensar eso. En el pasado, el Sevilla ha tenido mucho éxito con esta solución. Además, en el juego aéreo, pese a que Lovren, Can, etc, son jugadores de envergadura, con este tipo de propuesta siempre se pueden provocar fallos. Y la del Liverpool es una zaga tendente al fallo: a dejar el balón botar, a permitir choques que no sean los idóneos… y a partir de ahí, si conectasen Gameiro o Iborra, sí que podrían salir de esa presión asfixiante que sufrió el Villarreal en semifinales.
A.R.: De hecho, Arroyo, fíjate que desde que llegó Klopp, y sobre todo en el mes pasado, el Liverpool ha mostrado más juego que sus rivales en la Premier pero no ha terminado de sumar demasiados puntos porque no ha sabido adecuarse a ese ataque directo típico de los británicos. En la Premier cualquiera tiene un delantero o un segunda punta que es buenísimo bajando pases largos, y el Liverpool está sufriendo por ahí y creo que por eso no ha quedado en los puestos que quería.
A.A.: Y, si el Sevilla busca balones más en largo, tiene jugadores para provocar y ganar esos rechazos y tomarle la cara al encuentro.
A.R.: Vitolo.
A.A.: Exactamente. Vitolo es un jugadorazo en eso. Y hay otros que se sienten cómodos cuando la pelota no tiene un dueño claro y pueden hacer daño en esas conducciones de pocos contra pocos.
A.R.: Y en el caso de que N´Zonzi, que es el titular, fuese de la partida, ¿crees que se puede emular más o menos esta variante?
A.A.: A ver, yo creo que N´Zonzi, a medida que se ha ido adaptando, se ha ido soltando más y llegando más al área contraria, pero si te fijas… no es una cuestión sólo del balón directo, Iborra también es un jugador que llega mejor arriba. N´Zonzi no te interpreta el último tramo de campo tan bien como él.
A.R.: Sí, pero también es verdad que, con la pelota en los pies, tiene un plus sobre Iborra. Es más técnico. Con él, Unai establecería otro punto que quizá no sería tan fácil de presionar como Iborra en determinadas situaciones del juego […]
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Referencias:
«Pares o Nones»
https://twitter.com/Arroyer
https://twitter.com/ecosdelbalon
A.S. 18 mayo, 2016
Cuando conozcamos la alineación, sabremos el tipo de partido que presenta Emery. Yo también veo a Iborra arriba como solución para buscar la salida en largo y evitar así el jojen-pressing de Klöpp.
Por parte de los ingleses, el plan parece más claro: jugársela con sus armas y… jugársela con sus armas. No preveo ninguna sorpresa.
Mi opinión es que el título se lo llevará quien tenga más fuerza emocional y ahí son dos colosos, como bien decís. Uno por la historia global y otro por la historia reciente, pero difícilmente puede haber una final de Europa League más estimulante. Y ojo al premio, que según he oido en la radio esta mañana es de 21 millones de euros para el ganador (por ganar, por jugar la Supercopa y por acceder a la Champions). Casi nada.