Desde el 20 de septiembre llevaba el Sevilla FC sin salir derrotado en el Ramón Sánchez Pizjuán. Lo hizo ayer ante la Real Sociedad, pero cumpliendo con el guión de acoso y derribo que impregna de grandeza su orgullo imponente. No fue diferente en esta ocasión, pues vimos a Vitolo, Gameiro, Banega y Mariano producir profundidad y empuje. Sin embargo tuvo enfrente la cara combativa de una Real Sociedad que discurrió en la paradoja que el pasado reciente ha construido a su alrededor: la de un equipo que sabe sufrir y sostener un resultado tanto como dejar crecer a su rival con pérdidas peligrosas o acciones desafortunadas.
La indefinición ha perseguido a la Real en los últimos años
Anoeta 2014-15: lo inexplicableEn Anoeta se vivió un período muy extraño tras la salida de Jagoba Arrasate. Con la llegada de David Moyes y la marcha de Asier Illarramendi, los donostiarras se quedaron sin identidad. Meses y meses sin rumbo fijo que convirtieron sus partidos en un rara avis: era el único equipo de la Liga que no tenía ningún rasgo descriptivo que lo definiera. En su indefinición -el concepto fue mucho más allá-, no obstante, presentaba una capacidad aleatoria a la hora de mezclar pequeñas debacles defensivas por su confusa salida de balón con fases reconocibles de equipo sólido en la defensa de su área. Una paradoja que subrayaba más si cabe una constante interrogación sobre sus expectativas.
En el Sánchez Pizjuán quedaron retazos de todo ello. Markel Bergara acabó expulsado por una falta que no tenía cabida en ese momento y Gerónimo Rulli regaló un saque de puerta a las botas de Gameiro que Iñigo Martínez desbarató en la acción defensiva del fin de semana, habiendo dejado al francés como último hombre en esa mitad del campo en un saque de su propio portero, detalle competitivo que rodea lo imprevisible del comportamiento de su equipo. Después, desde la trinchera de la inferioridad, comenzó a despejar centros laterales muy bien defendidos -qué bien las puso Mariano- y se quedó de pie hasta el final. Eusebio había alineado a Zurutuza en banda, junto a Illarra y Markel, con Iñigo y Reyes por detrás. Terminando así con otra paradoja, de la Real podemos esperar lo inesperado.
hola1 4 abril, 2016
Y la proxima semana en Anoeta vs Barcelona.