Bajo una tarde pesada, con mucho calor, el derbi sevillano se saldó con victoria sevillista en una de esas versiones que Emery considera como definitoria de un momento cumbre en la temporada. El entrenador vasco lo apuntó en rueda de prensa, resaltando que la entereza de su equipo se mostró en los momentos más adversos, cuando los verdiblancos tuvieron dos buenas ocasiones al comienzo de la segunda parte. Antes del descanso, un partido sin ocasiones y una gran igualdad. Después, la rocosa mentalidad del Sevilla en su infranqueable Sanchez Pizjuán.
Merino buscó errores y balón largo en la salida sevillista
El arranque le dio vuelo al Betis. Los de Merino salieron a buscar arriba a Rico, Kolo, Carriço, Krychowiak y Nzonzi, Bruno pudo con konoplyankajugadores que están más cómodos corrigiendo que eligiendo y obrando la salida rasa o larga de su equipo. Los verdiblancos alejaron a Banega de los hombres de banda una vez el argentino bajaba a construir. Las posiciones de Reyes y Konoplyanka, muy abiertas, no conseguían tirar de Ever para juntar al Sevilla arriba. Cuando recibían, buscaban la jugada individual, lo que precipitaba el ataque. La segunda jugada era bética.
N’Diaye y Petros crecían en cada lance, interrumpiendo el juego arriba o ayudando en as pocas acciones profundas de José Antonio o Mariano. Bruno, por su parte y en banda derecha, fue superior al extremo ucraniano. El Sevilla tuvo que esperar. Realizado el esfuerzo intenso de los primeros 25 minutos, el Betis rebajó sus líneas y dio más tiempo al cerebro argentino para subir de la mano de Escudero, el futbolista que a base de acudir sin reparos por la izquierda, ensanchó la defensa del Betis, por cuyo costado debía cerrar el liviano Musonda.
La altura de Banega siempre marcó el encuentro, del 1′ al 90′
Como con Banega suben todos, pues su ritmo los agrupa y los lanza, Krychowiak y Nzonzi subieron veinte metros, incluso con este último descolgándose hasta posiciones de atacante, con diagonales hacia las Banega tuvo a su escuderobandas -gol de Gameiro como ejemplo-. Contra todo pronóstico, en la reanudación, el Betis asustó. La entrada de Cejudo equilibró a su equipo y permitió al Betis inquietar de nuevo más arriba. En una doble ocasión bética, el Sevilla aprovechó uno de los pocos despistes de su rival para abrir el encuentro. Gameiro, desasistido en la primera hora, cazó un centro de Nzonzi para dejar a Emery la labor de sedar el derbi.
En otro de esos indicadores por los que Merino acertó en resumir que «el Sevilla está varios pasos por delante como equipo», esa tranquilidad competitiva labrada en el tiempo permitió al Sánchez Pizjuán saber que lo que ocurrió en ese momento… ocurriría. Emery dio entrada a Krohn-Delhi, un pasador de continuidad y posesión, a Coke por delante de Mariano y a Iborra en la mediapunta, estos dos últimos frescos, intensos y esforzados.
lobezno 25 abril, 2016
¿Qué le pasa a Konoplyanka?