Diego Alves puede meterse en la mente de un equipo e instalar en ella la idea de que va a pararlo todo. Ayer lo logró de nuevo. La víctima fue un Barcelona cuya mente deambula vulnerable y que no tuvo la fortuna de cara. Arrancó como un tiro, chutó nueve veces en 25 minutos, no convirtió ninguna y, luego, se metió un auto-gol. Demasiada traca para quien venía de tres pinchazos seguidos en Liga y una dura eliminación en Europa. En esas, es difícil escapar del embrujo del gato de Brasil.
El encuentro quedó tácticamente definido por la altura de la línea de cuatro del Valencia, que se paró muy arriba. Ello desató lasEl Barça salió muy enchufado versiones más profundas de Rakitic, Luis Suárez y Neymar, que amenazaron la espalda de la zaga ché en prácticamente cada ataque. A su vez, Sergi Roberto y Jordi Alba medían y exprimían que sus teóricos encargados, André Gomes y Rodrigo, nunca les perseguían. En cuanto Messi imprimía un poquito de pausa y les daba tiempo para subir, penetraban como el cuchillo en la mantequilla. El Barcelona creaba ocasiones con mucha facilidad. Y, además, no tenía que defender. El Valencia, atenazado por la presión inicial azulgrana, salía casi siempre en largo y casi siempre sin acierto.
El Barça abusó el pase al hueco y perdió continuidad y juego.
Pero Ayestarán no visitó el Camp Nou con la idea de perder. Su línea adelantada no era un defecto sin motivo, sino una trampa defectuosa. Expuesta la parte mala, toca explicar la buena, que apareció por todo lo alto, y para quedarse hasta el último suspiro, tras el afortunado 0-1.
Para los tres medios culés y Messi, que hubiera tanto espacio entre Mustafi, Abdennour y Diego Alves suponía una tentación. Parecía una manera muy directa y fácil de llegar hasta el portero brasileño, que, en ese momento del choque, ya había convencido a Leo y cía de que pararía lo que Yashin en sus mejores noches. Y el Barça comenzó a ceder ante el impulso de la verticalidad con demasiada frecuencia. Cada vez masticaba menos los ataques y lanzaba antes el pase largo; lo que reducía el tiempo en defensa para fallar de los chés y, encima, les desvolvía el balón en un escenario táctico en el que no podían ser presionados. Era de Perogrullo: si el pasador daba el pase en largo era porque no estaba cerca, y si no se está cerca, no se puede presionar.
El problema mayúsculo culé residió en que, a pesar de lo comentado, intentó seguir presionando. Por supuesto, llegaba tarde a las citas, yParejo impuso su gran calidad ahí emergieron con grandeza Parejo y Pérez (interiores) y la figura de Gomes. El luso actuaba de supuesto extremo izquierdo, pero, a menudo, se descolgaba hacia la mediapunta y era Santi Mina, el delantero, quien ocupaba la banda. Este movimiento justificó la suplencia inicial de Alcácer y probó que tenía sentido. Entre Dani, Enzo y André giraron la dinámica del encuentro hasta certificar la faena con la acción del 0-2.
Lo más impactante fue ver a Iniesta tomando malas decisiones.
El segundo periodo continuó por los mismos derroteros con la única novedad de que el Barça se fue rompiendo cada vez más y activó así el modo «Héroe». Del lado culé, brillaron Mascherano y Piqué, ambos imperiales sujetando una transición ataque-defensa en la que ni Rakitic, ni Iniesta ni Busquets sumaron nada pese a intentarlo todo. Es más, el grueso de los ataques positivos del Barça tuvieron su origen en cortes y salidas de uno de los centrales. Cabe también apuntar que todos tuvieron la firma de Messi, que se echó el equipo a la espalda ante el caos que reinaba a su alrededor (Iniesta colgando balones al área cual Di María en su versión más loca fue lo más chocante). Por parte ché, la magia negra de Diego Alves, la fiabilidad de un Mustafi atentísimo bloqueando cada disparo y el oficio de Paco Alcácer -pocos delanteros “lentos” contraatacan tan bien como él- acumularon méritos suficientes como para que el Valencia CF conservara sus tres puntos.
Andrés Sánchez 18 abril, 2016
Pues varias cosas veo yo no se si decir preocupantes, asi que digamos negativas en el Barca:
1-Pese a lo que muchos vieron, yo no vi una mejoria futbolistica esos 25 primeroz minutos, sino mas bien una actitud muy ganadora, motivada sobre todo porque la liga se podia poner cuesta arriba, lo que lleva a que parezca que el equipo volvio a la frescura futbolistica, pero es que no fue asi
2-Iniesta podria decirse que esta siendo sobreexplotado, debido a que es el mas en forma da la sensacion de que entre el y Messi tienen que cargar a todo el Barca y obliga a que Andrés haga cosas que no esta acostumbrado hacer, como dar asistencias o hacer "la jugada" y eso provoca que muchas veces falle
3-Leo Messi no esta al 100%, se le nota algo mas lento, y no precisamente esta mal, para nada, sino que simplemente no esta al nivel"dios del futbol" con el que gana el solo partidos.Este Messi no puede solo, menos con la poca ayuda que esta recibiendo del Barca
4-Por lo menos para mi de donde originan todos los problemas del Barca:No tiene banquillo.Nada nadita, solo Sergi Robertoj.Y a diferencia de muchos, si noto jugadores del Barca que no estan a tope fisicamente y eso les esta lastrando.Pero como culparlos hombre, son humanos y debido a las pocas rotaciones, estan bastante cargados, sobre todo la MSN