Hace tan solo unas semanas, el RCD Espanyol era uno de los dos equipos que navegaba sin rumbo por las peligrosas aguas de la segunda mitad de la tabla. Es decir, allí donde se cruzan los que se alejan del descenso superando sus expectativas y los que, con un ánimo totalmente diferente, hacen el camino inverso sin saber muy bien cómo de hondo es el océano. El conjunto perico no era ni lo uno ni lo otro, pero emitía sensaciones más propias de quién se adentra en lo desconocido. Quizás por el recuerdo tranquilo de los últimos años con Sergio García al mando; quizás porque el verano, pese a resultar complicado, parecía haberse zanjado con acierto.
Fuera por lo que fuese, lo cierto es que ésta era una de la peores noticias posibles para un Constantin Galca que, además, había heredado un equipo sin forma ni fondo. Así que su tarea no sólo era encontrar un rumbo para un nuevo Espanyol, sino que además debía hacerlo de una manera que ayudase a anular -o al menos a esquivar- esa sensación de que el club estaba menos preparado para competir que los equipos que le rodeaban en la clasificación.
La figura de Abraham ha sido muy protagonista en el cambio.
Galca tardó en encontrar la fórmula finalEl camino más corto que tenía para conseguir todo esto era aprovechar el evidente talento individual con el que cuenta a su disposición. Hernán Pérez, Marco Asensio, Burgui, Felipe Caicedo y Gerard Moreno estaban además respondiendo en menor o mayor medida, con lo que la cuestión principal parecía ser acertar con los cuatro que iban a ser titulares… ¿O no? Aunque en un principio el técnico rumano apostó por variantes en las que incluía a cuatro de estos cinco jugadores (sobre todo 4-2-3-1 con Asensio de diez o en 4-4-2 con doble punta), siempre había parecido insinuar que su idea era apostar por un tercer centrocampista que ayudase a alcanzar el anhelado equilibrio. Primero fue Salva Sevilla, luego Joan Jordán, más tarde Víctor Álvarez y, al final, Abraham González Casanova.
El de Cornellà de Llobregat, canterano del Barça y miliciano de la Liga Adelante, es un futbolista algo difícil de definir. Sin ser muy grande ni destacar demasiado en lo físico, responde a ese perfil de centrocampista aseado, ordenado e intenso que tiene como mejor virtud la consciencia de sus propias condiciones, lo que le hace cometer muy pocos errores y ser muy útil tanto para su técnico como para sus acompañantes, Víctor Sánchez y un gran Pape Diop. Por eso, a partir de su figura, Galca ha ido virando hacia un 4-3-3 en el que el Espanyol está cumpliendo con su doble misión: ser más sólidos como equipo sin que por ello los jugadores de ataque se alejen de la zona de peligro, lo que al cambio se ha traducido como 13 de los últimos 18 puntos en juego. Es cierto que de inicio no juegan los once mejores futbolistas del equipo y que, de momento, el ataque posicional sigue atragantándosele al club perico, pero ahora mismo el Espanyol sabe cómo competir. Sabe cómo ganar. Repliegue bajo, espacios por delante y transiciones con mucho peligro por parte de los Burgui, Asensio, Gerard, Caicedo y Hernán. Así, con este rumbo, como quedó demostrado el domingo ante el Athletic, el Espanyol va a llegar pronto a la playa de la permanencia.
@donduenas 22 marzo, 2016
Saludos Miguel!
Abraham siempre ha sido un jugador muy conflictivo para el aficionado del Espanyol. Siempre hemos pensado que no daba el nivel suficiente para primera división ni para nuestro club. Sumándole eso al hecho de su pasado culé y alguna que otra entrevista dónde se insinuaba mucho que era muy culé, pues hacía un combo difícil para el aficionado. Y ha estado mucho tiempo (y lo está incluso ahora) en entredicho.
Ahora bien, es evidente que tanto la temporada pasada con Sergio cuando entró formando ese doble `pivote con Cañas y más tarde con Victor Sánchez, como este año en esa especie de 4-1-4-1 de Galca está demostrando ser un jugador importantísimo para alcanzar o para ser mucho más equilibrado el equipo. Y eso como tú dices, sin tener grandes virtudes, que no las tiene, pero lo que sabe hacer lo hace bien, y además es incluso diferente a Pape Diop o Victor Sánchez.
Yo esperaba que se apostase por Jordán este año, ya que tiene más potencial que Abraham, pero nos e puede negar que está respondiendo muy bien.
Para acabar darte las gracias por hablar del RCDE en Ecos, mi web favorita, que reviso a diario, para hablar sobre fútbol ^^.