La marcha de Jorge Jesus al José Alvalade no sólo fue traumática por lo evidente, sino también porque con él se esfumaba todo el proyecto deportivo del Benfica. Durante el último lustro, desde el primer directivo hasta el último aficionado lisboeta conocían qué, cómo, dónde y por qué jugaba así su equipo. El sistema de juego, el dibujo empleado, el perfil de los futbolistas, los roles a ocupar… Cada año se realizaban unos cuantos ajustes y matices, porque no existe un jugador idéntico a otro, pero en el Benfica de Jorge Jesus no había dudas ni sorpresas. Siempre era lo mismo. Lo que, visto en perspectiva, fue la principal explicación de sus éxitos, pues un club vendedor como el benfiquista necesita de un estilo definido para aumentar los aciertos, reducir los errores y no perder competitividad con la sucesión infinita de altas y bajas que vive cada verano.
El Benfica no ha cambiado tanto en cinco meses…
Quizás por esto mismo, fuera por decisión del club o de su sucesor, Rui Vitória, el Benfica sigue pareciendo y comportándose como un equipo de Jorge Jesus. Sigue dibujando un 4-4-2, sigue queriendo dominar, sigue jugando muy abierto, sigue con dos puntas muy definidas, sigue con ese interior que ejerce de mediapunta con balón… En definitiva, sigue como con Jorge Jesus. Pero sin él. Un matiz obvio, pero no innecesario, pues en sólo cinco meses de ausencia se observa un desgaste en todos los pilares de su idea.
Rui Vitória ha mantenido el estilo recibidoResumiéndolo: sus virtudes se han relativizado y sus defectos se han intensificado. El Benfica de Rui Vitória es vertical, intenso, veloz y alegre, pero no tanto como antes. Y no por decisión propia. Al equipo benfiquista le está costando imprimir el ritmo tan frenético que imponía antes a los partidos, el cual terminaba derivando en robar siempre en campo propio y atacar así con muchos espacios. Ahora tal es la situación que, para intentar producir, Nico Gaitán y Gonçalo Guedes, sus dos extremos y probablemente también sus dos futbolistas más talentosos, buscan meterse hacia dentro o intercambian los perfiles. El balón no les llega tan rápido y tan limpio, los centrocampistas no dominan de la misma manera y los puntas, casi siempre alineados en horizontal, distan de ser la guinda del pastel. Y, al final, la línea que se termina resintiendo es también la más desprotegida por la idea, la defensa.
Muestra de todo ello fue precisamente el duelo que enfrentó al Benfica de Rui Vitória con el Sporting de Jorge Jesus. En aquel 25 de octubre, en Da Luz, los aficionados benfiquistas tuvieron que experimentar un cúmulo de sensaciones extrañas y enfrentadas. El equipo que practicaba el fútbol que ellos reconocían como propio y que les hizo ganar tanto fue el que terminó marcando tres goles más que un inoperante y superado rival, pero los que celebraban los tantos no eran ellos, sino sus vecinos. Los de verde y blanco.
… pero esta falta de cambios tampoco ha sido positiva.
Estaba claro. Pese a lo bien que lo está haciendo Thomas Tuchel en Dortmund, sustituir a un técnico capaz de galvanizar un club hasta convertirlo en una prolongación de sus propias ideas no es ni mucho menos fácil. El reto es complejo, delicado y exigente. Por suerte, Vitória está comenzando a encontrar líneas argumentales que, quizás, en un futuro cercano pueden permitirle escribir su propia historia. La banda derecha, por ejemplo, compuesta por Nelsinho y Gonçalo Guedes ya torturó a su opuesta en el Vicente Calderón. Ambos son dos jugadores jóvenes con mucho potencial a los que además hay que sumar los nombres de Talisca, Raúl Jiménez, André Almeida o Renato Sánchez, un centrocampista del año 97 que ya ha dejado muestra de sus talentosas intenciones. Calidad, desde luego, no va a faltar. Ni siquiera de la diferencial de verdad, porque Nico Gaitán está completando una Champions excelsa en términos de desequilibrio. Pero, ojo, el tiempo es finito. Y lo es más teniendo a Jorge Jesus líder de Portugal. Por eso hoy, ante el Atlético, Rui Vitória se juega más que una primera plaza.
hola1 8 diciembre, 2015
Una pena la lesion de Nelsinho. Seguramente lo suplirar Andre Almeida, un lateral mas defensivo con menos calidad para ir al ataque.