El Sevilla de Unai Emery completó un primer tiempo de impacto anoche en El Madrigal. Quien normalmente basa su juego en una acumulación pastosa y nerviosa de defensores cerca de su portería lució un orden y un sistema de ayudas que, en algún momento, recordó al Atlético de Madrid del año pasado. Quizá también porque su plan de ataque consistió en pelotazos largos y aéreos muy, muy eficaces y porque su gran recurso para el gol fue el balón parado.
M´Bia fue clave en las 4 fasesStéphane M’Bia se distinguió no sólo como el futbolista que más aportó, sino también como el que mejor definió la idea de su técnico. Actuó como pivote derecho en el 4-2-3-1, con Krychowiak a su izquierda e Iborra por delante, y le tocó trabajar atrás sobre la diagonal de Cheryshev. El ruso parece algo sobreexcitado en las últimas semanas y eso no le viene bien al Villarreal, porque, aunque no sea recomendable, por su hiperactividad suele convertirse en el motor principal del fútbol amarillo. Denis equivocó su pauta y, en vez de desmarcarse para recibir entre líneas, esperó fuera y luego trazó las diagonales conduciendo el balón, siendo justo esa acción la mejor anulada por el físico M´Bia. A su vez, si Cheryshev decidía desbordar hacia fuera y centrar, el camerunés se mostraba pétreo en la defensa del envío, protegiendo usualmente el primer palo, que es el destino favorito de Denis. La batalla entre M´Bia y Cheryshev, muy decantada en favor del sevillista, marcó el guion del encuentro.
Jonathan Dos Santos sufrió mucho como pivote izquierdo.
Cuando los visitantes recuperaban la pelota, M´Bia también era muy importante. Iborra, de nuevo en su función de Fellaini nacional, solía inclinarse más a la derecha que a la izquierda para ejercer como boya, pues Bailly es menos fuerte en el contacto que Musacchio y se prestaba más a ser vapuleado en el cuerpo a cuerpo y en los saltos verticales. Como se presuponía, Iborra dominó el tráfico aéreo como Fernando Llorente, Drogba y ese tipo de maestros, y era el bueno de M´Bia, incluso por delante de Aléix, quien más cargaba la segunda jugada. Jona Dos Santos, improvisado pivote zurdo del Submarino, sufrió un infierno. En los últimos tramos de la noche, ya con Stéphane extasiado por la que había liado, incluso autopases made in Laudrup se atrevió a tirarle al superado mexicano. También Vitolo y Gameiro supieron convertir en ataque raso lo que por arriba había creado súper Vicente. El Villarreal no jugó mal al fútbol, estuvo más o menos a su nivel, pero el Sevilla en la UEFA Europa League tiene algo diferente. Su primer tiempo de anoche sería un marrón curioso para cualquiera de los equipos que siguen vivos en dicha competición. De hecho, no conviene olvidarlo, el Submarino sigue siendo uno de los mejores de la misma.
hola 13 marzo, 2015
Una pena que el disparo al larguero al minuto 2 por parte de Vietto no fue gol…