Harry Kane es un delantero centro inglés de raza blanca que cumplió 21 años en julio y que según la web de su club, el Tottenham Hotspur, mide 1,88 metros. Mauricio Pochettino lo viene usando como titular desde hace dos meses, suma 7 goles en 10 encuentros iniciados y ayer marcó dos y regaló uno frente al Chelsea FC de José Mourinho. Actualmente se trata del hombre de moda de la Premier League y su convocatoria para la Selección absoluta en la próxima fecha FIFA se da por hecha. Pero, ¿es para tanto este Kane?
Kane es un gran plus defensivoComo mínimo sus últimos seis partidos, es decir, sus últimas dos semanas, sí lo son, y no solo por el hecho de salir a tanto por noche (6 en 6). La importancia del canterano en el juego del Tottenham se siente en cada instante, ha estado involucrado en las cuatro fases del juego, tanto en situaciones posicionales como en las más abiertas, defendiendo y por supuesto atacando. Como sucede con Manduzkic, pese a ser delantero centro acostumbra a realizarle coberturas incluso a sus laterales más de una vez por noche -sobre todo en segundos tiempos- y, como pasa con Jackson Martínez, se vale de su presencia física para incomodar la salida de balón rival -es rápido para su masa-. Kane es, tras Fazio, la razón por la que el Tottenham está mejorando atrás. Van Gaal lo sabe.
En ataque, Harry Kane lleva dos semanas haciendo de todo.
Pero dada su condición de atacante, donde más influye es arriba. Está haciendo de todo. Ofrece salida tanto cayendo a banda como bajando melones en el carril central, carga el área para dar sentido a las subidas de sus laterales, devuelve las paredes a sus mediapuntas y hasta, como ayer, completa alguna acción individual típica de una estrella. No elimina rivales con su regate, pero sí se hace el hueco para sacar a relucir su latigazo. Todo eso está ahí, se está viendo, es real, ha ocurrido. Pero, desde la frialdad, lo único que parece algo más que el producto de un estado de gracia excepcional es justo lo recién expuesto: su descomunal disparo a portería. Sí muestra una técnica de golpeo casi perfecta. En todo lo demás, quedan dudas. En estos casos se acostumbra a decir aquéllo de «Su juego no es propio de su cuerpo» o «No es lo que parece a simple vista», y a fe que no lo está siendo, pero su manera de moverse no garantiza que vaya a seguir siendo así. Su repertorio navideño ha recordado al que Van Nistelrooy exhibió en sus primeros años en Old Trafford, pero en contra de lo que ocurría con el tulipán, el resultado del fútbol de Harry no es del todo coherente con lo que se ve: es rápido pero no rapidísimo, el primer control se le va, su manejo del balón no es depurado, como rematador de centros ni se impone ni es fino… Las cosas le están saliendo, pero hay que esperar un tiempo para confirmar si la confianza está dándole mucha suerte o si realmente es dueño de sus actos.
Por ejemplo, ¿de verdad el pase del minuto 6:17 de este vídeo forma parte de su juego? Darle esa potencia inicial para superar al defensa y frenarlo tan de repente para que llegue su compañero… ¡pero si ese pase lo dan (cuando quieren) Messi, Benzema y ya está! No es propio de lo que su lenguaje corporal dice. Pero bueno, lenguajes corporales mentirosos siempre ha habido y habrá. Kane podría ser otro caso.
hola 2 enero, 2015
A mi me esta sorprendiendo mucho. Lo recuerdo bien en el Mundial de Turquia sub-20 del año pasado. Era un tronco que le rebotaban todos los balones, lento y que fallaba muchisimo. Verlo ahora,echandose el equipo al hombre y dejando jugadores contrarios en el camino es algo que sorprende mucho. Veremos si es realidad o un simple espejismo…