La vuelta del Córdoba CF a la élite del fútbol español está siendo menos dulce de lo que debería. Nadie dijo que éste fuera a ser un curso fácil. Ni mucho menos. Sufrir estaba asegurado. Es lo que toca tanto por la escasa experiencia del club en la Liga BBVA, como por la forma en la que había llegado el ascenso o por la falta de refuerzos en verano. Pero aun con esto, la sensación es que el Nuevo Arcángel todavía no ha podido disfrutar. No se ha destensado. No está paladeando el momento tan especial que llevaba 42 años anehlando.
El empate ante el Celta tuvo su eco en la ciudad y el gol de Xisco ante la Real Sociedad sirvió para despertarse del pequeño letargo vivido con el ‘Chapi’ Ferrer, pero no es suficiente. Y el equipo necesita de su afición para, al menos, parecer mejor. Este, de hecho, debe ser el primer objetivo de Miroslav Djukic: convertir al Arcángel en un activo competitivo que ayude a ser más sólida a su defensa, más preciso a su mediocampo y más vehemente a su ataque. El serbio, por discurso y actitud puede lograrlo, pero necesitará de su pizarra para dar sentido a su inflexible filosofía. Hasta el momento, así lo está intentando.
4-4-2 con dos nueves, Fede en banda derecha y menos balón.
– Doble punta ofensiva. Aunque en su debut Djukic decidió mantener el 4-2-3-1 de Ferrer, ante el Atleti ya vimos un cambio más que simbólico: 4-4-2 con dos nueves. «Queríamos tratar de salir al contragolpe a través de las prolongaciones de Xisco y la velocidad de Ghilas», explicó el serbio en sala de prensa. Fuera una modificación más o menos dependiente del contexto, resulta muy interesante tomarla como posible punto de partida del nuevo Córdoba. El conjunto andaluz no es que esté teniendo problemas con el gol, es que hasta le está costando fabricar las ocasiones que le preceden. Con Mike Havenaar en la grada, una línea de mediapuntas algo inocente y la falta de mordiente del equipo en general, no parece una mala idea simplificar el juego y ganar presencia arriba a través de una doble punta. Así, aunque la producción ofensiva siguió siendo escasa, el Córdoba por primera vez en la temporada marcó más de un gol. Es un comienzo.
– Fede Cartabia en la derecha. Una de las grandes decisiones que tiene que tomar Djukic como técnico blanquiverde es la posición de Fede, su jugador de más desequilibrio y talento. Al argentino, que ya lo conoce muy bien de su etapa en Valencia, de momento le ha utilizado en la banda derecha en la que acabó jugando con Ferrer, pero esta opción plantea algunas dudas. ¿Es conveniente recluirle en un costado? ¿No produjo más, porque intervino más, cuando jugó por dentro con total libertad? ¿No ayuda así más al equipo? Evidentemente, si el serbio se decanta por un 4-4-2 su lugar será la banda, pero si decide jugar con un solo punta hay más debate. En Pucela, Miroslav lanzó «al estrellato» a un Ebert que, aunque partía desde fuera, tenía mucha presencia interior, pero en la plantilla del Córdoba no hay ningún Rukavina que pueda compensar dicho movimiento. En este sentido, sus laterales no pueden volver a ser los Piszczek y Schmelzer de la Liga BBVA.
– Menos passing game. «Estamos preparados para todo. Si toca llevar el peso del partido, lo haremos. Si ellos quieren tocar el balón, presionaremos. No nos fijamos mucho en el rival, queremos tener nuestra propia identidad», decía ayer Djukic. Cierto es que, de momento, su Córdoba no ha cambiado radicalmente de plan, pero sí se ha apreciado una menor querencia por el balón. Si con el ‘Chapi’ Ferrer el equipo promediaba 433 pases por partido, ahora la media ha bajado hasta 366. La muestra de datos es aún pequeña, pero corrobora la sensación de que, por lo visto en estos dos partidos, el equipo andaluz va a ser más camaleónico en su juego. Contra la Real, por ejemplo, vimos fases de repliegue, momentos de mucha transición -estéril- y ciertas posesiones largas de balón en estático. «¿A qué puede jugar el Córdoba con esta plantilla?», nos preguntábamos en «La Última Nota» de hace 15 días. Quizás, la mejor respuesta es que no la haya. Al menos, de momento.
Ante el Dépor, si quieren, pueden tener el balón. O cederlo.
A la hora de analizar la continuidad de todas estas decisiones, el partido ante el Deportivo de la Coruña se antoja muy importante. No sólo por conseguir la primera victoria ante un rival directo, que también, sino sobre todo porque el equipo de Víctor Fernández está demostrando tener problemas para comprender los partidos que está disputando. Aunque, de momento, el mejor Dépor ha sido el de repliegue y transición, los gallegos aceptan de buen gusto el balón cuando se les entrega como sucedió el día del Getafe. Así que, si esta línea de mantiene, el Córdoba podrá elegir el tipo de partido que disputa esta noche: uno de repliegue y transición, uno de mucho control de balón o uno en el que, simplemente, se vayan adaptando.
trocko79 7 noviembre, 2014
A ver como evoluciona el Cordoba con Djukic, fue decepcionante ver como con Ferrer parecia que cada partido iban a menos y pasaban de ser un equipo justo de calidad pero competitivo a perder lo unico que puede salvarles de un descenso, creer en lo que hacen y ser un equipo con una serie de automatismos que refuercen a sus jugadores determinante como Fede o Ghilas y proteja sus carencias.