Vallecas recibió al campeón para cerrar la jornada uno y no dejó que se llevara los tres puntos al Calderón. Fue en un partido de pocas ocasiones pero de mucha llegada; poco interesante para los resúmenes pero divertidísimo para quien lo viese en directo. Digamos que las medulares se impusieron a sus homónimas cuando tuvieron el balón pero que los delanteros no superaron a los defensas. Esto último, en todos los casos menos en el de Aquino vs. Ansaldi; un duelo que se quedó a un tris de darle la victoria a los de Paco Jémez.
Al Atleti se le vio algo pesadoQue el Rayo de Paco no encaje gol ante un finalista de la Copa de Europa ya de por sí es una noticia, y a este respecto hay que decir dos cosas. La primera, que el Atleti llegó quemado. La Supercopa de España le ha supuesto un desgaste brutal y, a excepción de Miranda, ninguno de sus jugadores ganaba sus batallas individuales, y tampoco parecía haber capacidad de desborde; cuatro regates sumaron entre los 14 hombres usados. Sin explosividad ni fuerza, batirse ante la raya roja equivale a tortura, y más si, y este es el segundo tema crucial, el Rayo parecía más un equipo protagonista pero prudente que un kamikaze divertido como en años anteriores.
Saúl entró en el 2º tiempo porque Trashorras estaba muy suelto.
El equilibrio que aparentó el Rayo se edificó sobre cuatro jugadores: Castro, Ba, Quini y Baena. Los dos primeros formaron una pareja de centrales centrada y capaz que emitió vibraciones muy seguras. Ba no ha cuajado en el FC Porto porque dentro del área, pese a sus cerca de dos metros, no rinde; su técnica en los despejes y su defensa en espacios reducidos dejan bastante que desear, pero a campo abierto es un bicho que a veces incluso deslumbra y Jémez puede convertirlo en una gran ventaja si sigue adelantando la línea. En cuanto a Quini y Baena, sobre todo potenciaron a Trashorras. Baena fue el pivote en funciones y desplazó a Trashorras hacia la izquierda y hacia arriba para que buscase más veneno en sus toques; mientras que Quini, lateral derecho, se confirmó como una salida de balón muy sostenida en su carril que permitió a la propia Bruja atacar el lado débil -el contrario al balón- y encontrar espacios cerca del área rojiblanca que usualmente contra el Atleti no existen. La verdad, el Rayo lució bonito.
Para cerrar, un dato sobre los de Simeone: Koke tocó 62 balones y solo completó 38 pases. El Atlético compitió porque es un equipazo fantástico cuya estructura de por si le reporta beneficios, pero el Rayo corrió y jugó a otro ritmo. Esta salida era un marrón de cuidado y como tal convalidó. Demasiado que resistió a la conexión Aquino-Manucho. Cortesía de Moyà, Miranda y Godín.
Jose Luis 26 agosto, 2014
El Atlético sin Diego Costa, Filipe Luis (ni Arda) pierde mucho más de lo que la gente cree. Con la ausencia del delantero pierde autonomía. Es decir, Mandzukic no va a marcar los goles de Diego en una contra, un balón robado o un pase al hueco. Y sin el lateral, pierde más de lo que la gente cree. Al Atlético le cuesta llevar el balón arriba jugándolo por abajo. Antes, una vez llegaba a tres-cuartos, podía reposar (la pelota, claro) en varios jugadores. Arda y Filipe eran los más adecuados para ello. Mejores incluso en eso que Koke.
No me extraña que el Atlético gane los cuatro partidos ante Madrid y Barsa, pero que pierda puntos (en su estadio incluso) ante los 10 últimos de la liga. Va a depender bastante del balón parado, de los laterales y de que Arda vuelva pronto.