Más que contra Julio César, la semifinal entre Brasil y Alemania en el Mineirao de Belo Horizonte era un Neuer frente a Thiago Silva, los verdaderos dueños del área. Esa es la sensación que transmite desde hace unos años el central del PSG, alguien que tiene la sensibilidad de las manos de un cancerbero cuando toca despejar de cabeza o con los pies. Aún con eso, más importante que toda su valía como bastión brasileño está su capacidad de liderazgo. Thiago es la referencia emocional de esta generación post-2011 que dirige Luiz Felipe Scolari.
Pocos jugadores, quizás solo venga a la mente de cualquiera un zaguero más en todo el mundo, pueden compatibilizar un altísimo nivel tanto dentro como fueraThiago Silva es tan importante como Neymar Jr. del área, pero es ahí donde Thiago casi prefiere la soledad. Da igual que esté en inferioridad y que nadie le cubra el segundo palo, su seguridad es inusualmente fiable en todo tipo de acciones que comprometen la imbatibilidad. Contra toda lógica, su pulso va más lento cuanto más cerca esta el balón del gol y más veces se repite esa situación; es casi imposible recordarle un semifallo ante tanto despeje. Es por ello que su baja, futbolísticamente, es ciertamente sensible. Alemania no basa su juego en el centro lateral pero sí es poderosa a balón parado, otra suerte que Silva domina desde el primer escalón mundial y cuya importancia en formatos eliminatorios es capital.
David Luiz y Dante frente a Thomas Müller
La responsabilidad a la que queda sometido Dante, en principio, no es baladí. Y es que las transiciones germanas -la mejor fase de los dirigidos por Löw- y el duelo con Thomas Müller -semifinal de un Mundial- son dos aspectos que incluso en contextos apacibles y de menor exigencia son recelosos para la concentración y talento del central del Bayern. Por ello, David Luiz deberá liderar una zaga en una situación de exaltación colectiva tremendamente compleja. La compañía de Maicon y la posible protección de jugadores con trabajo -vuelve el fundamental Luiz Gustavo- pueden no ser suficientes para que Dante aguante. El argumento contrario: que el reto le otorgue unos niveles de alerta tomados positivamente por el jugador y que responda con entereza y garantías. Al igual, aunque no al mismo nivel, que Luiz o Silva, es un jugador con buenas condiciones físicas: altura, envergadura, protagonismo a la hora de defender. Pero la sombra de la duda se cierne con él en los retos de mayor enjundia. No sustituye a cualquiera.
alvarofrances9 8 julio, 2014
¿Creéis que puede ayudar a Dante que conozca a Müller?