16 de octubre de 2012. Argentina, que forma con su recién descubierto 4-3-3 de los fantásticos, vence 1-2 en Santiago de Chile. Los locales, que viven los últimos días de la era Borghi, meten un repaso de juego a su rival pese a caer derrotados. Ese día, la estrella chilena es el carrilero-lateral, Mauricio Isla, que la rompe. Aquella noche chilena inaugurará una tendencia que acompañará a la albiceleste en los próximos dos años. Con Di María, Kun, Messi e Higuaín juntos, Argentina sufrirá siempre para defender las bandas.
Hoy Argentina volverá a padecer su ya defecto defensivo histórico
El motivo táctico es bastante localizable. En el citado 4-3-3, Agüero y Messi ejercerán de falsísimos extremos. Futbolistas exteriores que no serán tal ya que nunca acabarán las jugadas por fuera y, por supuesto, jamás bajarán a defender. Argentina dice adiós a las ayudas de los extremos, que como mucho molestarán un poco en la salida de balón del rival. En el resto de situaciones de juego son la nada atrás. Pasado el impacto de tener delante a Messi y compañía, los laterales rivales encuentran el escenario para progresar. Así viene siendo desde 2012.
A este decisivo factor hay que añadir la tipología de los interiores. Por naturaleza y necesidad, Di María pasa al ataque constantemente, lo que conduce a Argentina al destape atrás. Sin embargo, el auténtico mal se da en el tema técnico. Ni Gago ni el Fideo sostienen su posición con firmeza. Dicho de otra manera, corren mucho por su zona pero rara vez la tapan bien. Pueden perseguir al extremo que tienen delante (de hecho lo hacen, sus esfuerzos físicos son terribles) pero leer la llegada del lateral ya es demasiado. Di María no es un especialista y Gago va muy justo de ritmo y talento.
Sabella quizás reaccione al poderío de Suiza en sus dos bandas
Analizado globalmente el escenario, convenimos que Rojo y Zabaleta, carrileros argentinos, no lo tienen fácil. Criticados con dureza, la realidad es que Marcos y Pablo tienen que lidiar ellos solos con un plan de juego de veras desequilibrado. Esta tarde llega Suiza, un conjunto de cierto poder ofensivo que además goza del arma que tanto hiere a la Argentina: laterales. Rodríguez y Lichtsteiner saben llegar. No solo tienen piernas y clase sino que añaden cerebro a sus subidas. Interpretan lo que pasa por delante. ¿Respuesta de Sabella?
Confirmada la baja del Kun, Pachorra debe decidir, y todo indica que el elegido será Lavezzi. El Pocho representa la pieza mixta entre el 4-3-3 (fluidez ofensiva) y un posible cambio puntual al 4-4-2. Lavezzi está habituado a cerrar como un centrocampista de banda y su punto físico le permite descolgarse y seguir ofreciendo soluciones a Messi. Leo, a priori, sería la víctima principal de un Pocho “currante” en el costado. Arriba solo tendría a Higuaín, muy lento en este Mundial. Veremos.
Pablo 1 julio, 2014
La lesión del Kun podría traer una solución inusitada a los problemas de Argentina: Lavezzi está muy rápido, muy picante y tiene mucho más recorrido que el del City. Ahora bien, aunque Argentina mostró problemas defensivos tanto en las transiciones como en la defensa posicional, a Suiza se la vio más endeble, incluso con selecciones con mucho menos poder de fuego que la nuestra. Lo cual hace creer que tal vez, esta vez, no necesitemos de un Messi salvador para ganar el partido. Esperemos. No se. Tengo miedo (?)