Irascible y visiblemente molesto, Juan Antonio Pizzi se sentó en rueda de prensa y explotó contra sí mismo. “Me pasa siempre. Me pasó contra el Sevilla, hoy contra el Atleti y espero que no me vuelva a pasar el jueves”. Pizzi hacía referencia a un estilo de juego, el de sevillistas y atléticos, que destaca por dañar a la contra mientras desespera al oponente con su defensa. Ante eso, el Valencia apenas ha logrado oponer ratitos de buen juego y lo que es peor: ha sido triturado al contragolpe. Sin quererlo, el técnico argentino aboga por buscar la remontada de esta noche desde el control. ¿Es posible?
Pizzi sabe bien que una contra exitosa del Sevilla es casi el fin
Lo primero que hay que apuntar es que Paco Alcácer será baja definitiva. De esta manera, el Valencia pierde al nueve más puro de su plantilla y al hombre que legitima como nadie un centro desde línea de fondo. Con Paco o sin él, los ches van a intentar llegar lo máximo posible a la meta de Beto, pero saber que no está el que remata todo puede condicionar la forma. Apunte importante.
Volviendo al principio, Pizzi parece anhelar un partido reflexivo, algo alejado de lo que se prepara en Mestalla para hoy. El santafecino sabe que Rakitic y Bacca son un gol en tres toques y quiere evitarlo desdeDani Parejo se quedó sin socio el orden. En el Valencia, el orden es Parejo. Solo puede ser él. No es casual que en los dos tramos de notable fútbol valencianista ante Sevilla y Atleti, Dani haya estado excepcional. El problema es que su equipo no consigue ayudarle a prolongar esas rachas. En esto tiene que ver bastante el bajón de Fede, muy participativo en el juego hasta hace un mes pero que ha perdido presencia. Y como Piatti tampoco está siendo solución a nada, el Valencia se ha visto sin socio para Parejo y sin la capacidad de controlar el juego de algunos momentos de la era Pizzi.
Si Pizzi quiere un fútbol más controlado necesita ayudar a Parejo
La libertad podría llegarle a Parejo desde la enfermería sevilliana. A estas horas, aunque todo parece indicar que estarán disponibles, Carriço y Mbia son duda. Pese a su limitada aportación con balón, hay que concederleIborra recula; es otro Sevilla un gran valor al doble pivote titular. Una de las claves del Sevilla es que, pese a replegar casi siempre muy abajo, sus mediocentros saben apretar con intensidad a la altura adecuada. Roban balones, los ceden a Rakitic, Vitolo o Reyes y el ataque se precipita. En ese sentido, el ajuste de Mbia sobre Parejo fue clave en el choque del Sánchez Pizjuán. A partir de ahí comenzó a girar el escenario. Si Iborra es de la partida, el Sevilla cambia. El ex del Levante no destaca tanto empujando, es más de esperar. De por sí no es un defecto pero sí que podría echar una mano a Pizzi de cara a tenerla más arriba.
En cualquier caso, el Valencia no lo tiene fácil. Un 2-0 en Europa es una losa terrible y más ante un rival de tanto poder corriendo al espacio. Es probable que Pizzi firme el 0-0 en el minuto 65 pero la grada y los futbolistas sobre el césped tendrán muy difícil manejar esa intención. La dicotomía corazón-cabeza será preciosa. Por un puesto en una final europea, toca partidazo en Mestalla.
Salva 1 mayo, 2014
No veo en absoluto al Valencia dejando a cero a Rakitic y Bacca. Ni metiéndole 4 goles a Beto y Fazio. Tanto por nivel como por estilo, los hispalenses tienen ventaja, vaticino un 1-2 o una cosa así.