De enfrentarse tanto y compartir campeonato hay voces que creen que los emparejamientos europeos de equipos del mismo país encuentran más dificultades para soltar cabos y salir a navegar a mares más abiertos. En una de las jornadas más potentes desde la fundación de la UEFA Europa League, los octavos de final depararon un Porto-Napoli, un Benfica-Tottenham, el derbi sevillano o la gran rivalidad Juventus-Fiorentina. Jugado este último en un ambiente fantástico, el Juventus Stadium vio muchos partidos en uno, algunos más vibrantes y otros más igualados, con una sensación general de que la Juve atesora un veto del que ayer fue preso.
Arturo Vidal. 25 primeros minutos. Suenan timbales y matracas en un arranque que deja a la Fiorentina completamente sorda y desorientada. Un ejercicio de plenitud física y rítmica, de robo y despliegue; intento de terminar con una eliminatoriaVidal, de nuevo determinante que por antecedentes ligueros tiene mucho que contar. Los viola saben jugar a esta Juve desde la pelota, aunque en el peor de los casos se use como ansiolítico, como después sucede. Los bianconeri realizan un tramo de juego que no tiene respuesta posible en toda la bota. A pesar de rotar a jugadores como Bonucci, Barzagli, Lichsteiner, Pogba o Tévez –lesionado-, la Signora convierte la hierba en un skatepark, rampa abajo y a sentenciar. La sociedad chilena enamorando a Sampaoli desde la distancia. No hubo 2-0 lógico. Se conformaron con uno.
Conte y Montella rotaron en varias posiciones. Hubo igualdad
Vincenzo Montella. Desde el 25′ hasta el 66′. Es mucho tiempo. La Fiorentina se hace con el cuero, desplegando un rombo, con Aquilani en el interior diestro, Pizarro en el vértice inferior, Valero de vértice superior flotando alrededor de Pirlo, donde hay más tiempo para recibir, y Mati en el interior zurdo –tras su lesión, Ambrosini pasa al pivote-. Con amplitud de sus laterales, con posiciones rotatorias y el añadido de Ilicic al circuito, Montella se hace con el campo rival y con la posesión de la palla. Pero la Fiore apenas mezcló el juntar con el estirar. Matri arriba apenas intimidaba. El gol quedaba lejos.
Antonio Conte. Aquí es donde el partido languidece y deja distintas opiniones sobre reacción positiva visitante o planteamiento de Conte con marcador a favor. La Fiore en ese tiempo no tira a puerta, pero tiene la pelota con seguridad, impidiendo que la Juve agreda. Los locales ya no presionan, y meten a sus once futbolistas por detrás del círculo central, esperando contragolpear con Vidal, Isla y Asamoah, estos dos últimos a un tremendo nivel en el arranque. La Juve no sufre nada, sin embargo no asesta el último golpe.
La entrada de Gómez fue la luz viola y la oscuridad para el rival
Andrea Pirlo. Minuto 66. A los 19’ de la segunda parte se produce el primer pase de Andrea en campo rival. Hasta el 75’, la Juve gana metros, con Llorente ya en el campo –los delanteros habían sido Osvaldo y Giovinco, buenos minutos igualmente en el citado inicio-, Isla y las incursiones de Chiellini alargan el campo e invierten la tendencia. Sin demasiada elaboración, la Juve juega por banda y dibuja un juego frontal y crudo. Fernando choca con Gonzalo en dos ocasiones, pero recita peligro con su sola presencia.
Mario Gómez. O como castigar tantos minutos de contemplativa fase defensiva rival, sin la búsqueda del segundo gol que se negó anteriormente. La entrada del germano articula en el ataque de Montella la amenaza necesaria para acercarse al gol. Toca tres balones, dos de ellos ponen de cara una transición. El otro es un envío largo de Ilicic que Gómez baja dentro del área, en una maniobra de auténtico killer. Un golazo como el hielo que quema. Con Pogba en el campo, la Juve intenta reaccionar y por ímpetu y jerarquía recula a su rival en busca de la victoria. No lo consigue. Ahora mismo, la Fiore está clasificada. Preciosa vuelta en Florencia.
@DavidLeonRon 14 marzo, 2014
"De enfrentarse tanto y compartir campeonato hay voces que creen que los emparejamientos europeos de equipos del mismo país encuentran más dificultades para soltar cabos y salir a navegar a mares más abiertos"
Para mí esto es una realidad. Más que más difícil y tal (porque depende de cada club), lo que es es objetivamente distinto.
Por otro lado, cómos nos hemos olvidado de Mario Gómez. Durante un par de años fue "el tercer goleador" de la Copa de Europa, el único que se puso a la altura de los dos de siempre. ¿Irá al Mundial?