Fernando Llorente marcó un gol al minuto de juego y el Napoli se fue del encuentro. Esas cosas pasan. Los sureños llegaron a Turín muy ilusionados, el mazazo les hizo daño y no es fácil no centrarse en un dolor así. Ellos lo hicieron, dejaron de pensar y la Juve jugó a placer durante un cuarto de hora que bien pudo concluir con un 3-0 de no ser por el inspirado Pepe Reina, que de la mano de Benítez ha recuperado su nivel. Entre él, Víctor Valdés y De Gea, los porteros españoles vuelven a dominar tras unos años un poco raros para ellos.
Pirlo y Tévez se unían muy fácilBásicamente, el Napoli fue demasiado largo en defensa: entre Albiol y Behrami -mediocentro- no había menos de 20 metros, y entre Behrami y los cuatro delanteros -todos a la altura de Higuaín-, otros tantos. Para más inri, ningún celeste mostraba una intensidad especial, ni siquiera gente tan currante como Hamsik o Callejón, así que cada hombre de la Juve, Pirlo inclusive, tenía tiempo y espacio para reflexionar y hacer. De esta guisa, Andrea encontraba a Llorente o, sobre todo, Tévez solos cerca de la frontal, y los ataques se precipitaban de forma muy espectacular.
Los goles de Pirlo y Pogba fueron absolutamente sublimes.
Luego el Napoli reajustó posiciones, juntó líneas y la Juventus encontró trabas para profundizar. Como iba ganando y no quería arriesgarse a una contra napolitana, decidió salir en largo hacia Llorente, Asamoah o, muy especialmente, Isla, y sus circulaciones resultaron más breves. De hecho, los de Rafa tuvieron casi un 60% de posesión de ahí al final.
Y tanto en una fase como en la otra, tanto en la del Pirlo omnipresente como en la del todos-por-Insigne (Callejón, Higuaín y Hamsik missing), destacó Paul Pogba. Este chico debe hacer algo muy chungo para no convertirse en una estrella. Pogba ayer cubrió a Maggio -lateral- e Inler -pivote- y ayudó contra Callejón y Hamsik, y no llegó tarde a ninguna cita. Increíblemente, sus competencias defensivas superaron a las de Vidal, debía influir contra más contrarios, y nunca pareció abrumado. El campo se le queda chico. Además, a su extraordinario potencial sin balón agrega una determinación con él que tampoco es normal. Pogba toca la pelota pocas veces, así lo dicen las estadísticas, pero siempre se deja sentir porque siempre está intentando algo. Se mueve mucho. Y cuando conecta, la monta. Hasta 5 de sus 20 participaciones directas llevaron peligro de gol. Antonio Conte tiene la responsabilidad de moldear un talento único. No es para tanto Ogbonna, pero también fue digno de mención. Como Buffon. Y eso por desgracia ya es noticia.
A propósito, al Napoli necesita que Zúñiga vuelva y llegue a tono para el Emirates y Dortmund. Decir que es «medio equipo», metafóricamente, tiene sentido. Su clase oculta la esterilidad del doble pivote de Benítez.
@yeraldo_24 11 noviembre, 2013
Que después de ponerse atrás en el marcador, dejaran tan libre a Pirlo es algo que aún no comprendo. El repliegue del Nápoles ayer me dejó patidifuso.