Comentaba Luis Enrique en la previa que a su equipo le gusta tener la pelota y que ante su rival de anoche es mejor que lancen dos balones al campo porque si no, no hay manera. Pero bien es cierto que fue pitar el árbitro y todo fueron matices, tanto en la alineación como en el desarrollo posterior. Se corrió mucho sobre el campo porque el Barça quiso correr y porque al Celta le corre casi todo el mundo, consecuencia de un sistema defensivo que volvió a condicionar un encuentro que, eso sí, fue agradecido para el aficionado. Las áreas salieron mucho en el plano y ambos porteros pararon unas cuantas.
Valdés volvió a brillar. Está siendo el portero del campeonato
Gerardo Martino cambió casi todo. Neymar, Xavi, Iniesta, Piqué –molestias-, Mascherano. Lo más llamativo fue la pareja de interiores y, una vez más, detalles a los que el Tata pone pinza para encontrar recompensas defensivas. El 10 azulgrana recibió fácilIncluso desde la salida del juego. Conexiones Bartra-Alexis o Bartra-Messi, sin pasar por Song, para que el camerunés acompañe el movimiento de cara y arriba, con Alves más sujeto, fueron una constante. O la respuesta del propio Song cuando Bartra o Puyol quedaban fuera de posición por una conducción o anticipación, ahí estaba Alex para ocupar la barra del futbolín. Al Barça tampoco le hizo falta elaborar mucho porque cualquier apoyo de Messi al lado izquierdo de Oubiña era suficiente para girar y correr. No hubo Cesc como interior ‘cocinillas’ que ordenara una fase posicional. Es que el Barça corría sin problemas. Hasta el minuto 27.
Hasta ese momento, el Celta, en 4-1-4-1, se estiraba demasiado, como siempre. Sus interiores, Alex López y Rafinha, se alejan de Oubiña –incluso Oubiña no es de aguantar demasiado- y eso dejaba a Messi a placer. Demasiado fácil para Leo. Pero el partido estaba tan abierto, que el Celta también podía correr. Cesc llegando fue demasiadoLos culés no jugaban a perderla bien, querían romper la baraja desde el once inicial y la organización defensiva invitaba a que en cualquier momento una transición local tuviera cosas que decir. Ahí entraron Alex López y sobre todo Rafinha, que dejó a Song con cara de palo. En el párrafo anterior le dimos zanahoria. El ex-gunner se vio desbordado para interpretar al menor de los Alcántara, que juega un rato bastante largo. Tres ocasiones consecutivas equilibraron el impacto blaugrana en el partido, quedando la sensación de superioridad culé tras el 45’ donde lo normal hubiera sido decir manifiesta.
Rafinha compareció; va dejando claro que es muy buen jugador
Tras la reanudación, Fábregas anudó el encuentro. Si Cesc se movía, el Celta sufría. Cabral, Mallo y un Oubiña desbordado y desubicado, fueron demasiado para un Messi motivado y un ‘4’ vertical. Y Alexis feliz, también. El encuentro dejó otra nueva muestra de que Martino va partido a partido, rotando jugadores y manejando varios discursos alternativos. Mejorable o no, tenga o no jugadores para buscar la solvencia desde la pelota a largo plazo, es el proceder del Barcelona actual. Incluso en días grandes.
Mark 30 octubre, 2013
La verdad que L.Enrique le facilito el partido al Barça creo yo. No puedes ir a un partido tan a ida y vuelta desde el minuto 1 con Messi, Cesc, Alexis y Pedro listos para matarte. Como juegue asi contra el Madrid le caeran minimo otros 3. No sigo mucho al Celta pero creo que se podia haber planteado un partido mas de repliegue y de salir a la contra que se lo hubiese puesto mas complicado al Barça. Especialmente con el 11 del Tata que parecia que estaba pensando para el partido que justamente se dio (y eso que en este contexto Neymar se hubiese salido)