Estamos en el S.XXI y a Brasil la dirige Luis Filipe Scolari. Todos conocemos la historia del país del fútbol en los últimos 25 años. Tras aquel slalom milagroso de Maradona en Italia 90, los por entonces tricampeones del mundo no volvieron a ser los mismos. A partir de ahí, Brasil se obsesionó con la solidez. El primer objetivo era que nadie repitiera esa carrera; después ya vendría todo lo demás. Con Thiago Silva, Luiz Gustavo y Paulinho, Felipao está insistiendo en la fórmula y los resultados no son del todo malos: Brasil gana y aunque acumula defectos, no es menos cierto que empiezan a asomar ciertas ideas colectivas. Es la manera bonita de decirlo. La realista es que Brasil tiene a Marcelo y Scolari ha decidido usarlo sin pudor, en una decisión que seguro que no le deja dormir por las noches. Esta es la Brasil de Neymar… y la de su lateral izquierdo.
Sirviéndose de la emotividad que rodea a la Selección, Brasil está arrancando los partidos con una energía decisiva. Los inicios de la canarinha en esta Confederaciones están siendo impactantes y ante Italia volvió a suceder. Scolari entendió a la perfección las bajas de Pirlo y De Rossi, incitando a los suyos a presionar como bestias la salida del rival. Para ello tomó dos medidas singulares: por un lado, Brasil mandaba a un segundo hombre junto a Fred para que los de Prandelli no pudieran sacarla por el centro. La otra medida fue puramente individual: conscientes de que Italia se vería obligada a buscar en largo a Balotelli, el técnico brasileño ordenó a David Luiz un seguimiento ultraagresivo. Claro que pedirle intensidad al del Chelsea es como dar las llaves de un casino a un ludópata; la perdición. A los siete minutos, David Luiz ya cargaba con amarilla y pasada la media hora tuvo que abandonar el césped con un problema muscular.
Brasil está arrancando los partidos con enorme agresividad
Las lesiones estropearon una primera mitad que fue interrumpida hasta en tres ocasiones por distintos percances. Italia tuvo que retrasar a Marchisio (banda izquierda) y colocarlo al lado delScolari todavía dio más peso a sus laterales siempre sombrío Aquilani. Es curioso lo del llegador de la Juventus: goza de gran fama, recoge muchas más críticas positivas que negativas y sin embargo acumula no pocas actuaciones fantasmales. Sin referencias en el juego, Italia no pasaba de defender. Lo hizo mejor que otros días, eso sí. A ello colaboró una Brasil que ayer atacó diferente. Alves y Marcelo –sobre todo– volvieron a tener enorme peso en el juego, esta vez incentivados por las posiciones más centradas de Neymar y Hulk. Brasil acumuló futbolistas en el medio, lo que en algún momento provocó cierto caos entre Hernanes y Óscar, que no se repartieron del todo bien los espacios. A balón parado, los anfitriones se fueron con ventaja al descanso. Era justo
La reanudación fue movidita. Italia hizo el empate en una acción que cuesta decidir si fue golazo o múltiple cantada brasileña. Poco después anotaba Neymar de libre directo; gran golpeo acompañado de fallo académico de Buffon. La lesión del infravalorado Abate permitió a la estrella local girarse e intervenir con más comodidad. No fue su mejor día, en cualquier caso. El choque entraba en una fase confusa, propia de un partido que en la práctica no dejaba de ser intrascendente. En el desorden surgieron las condiciones de Balotelli, que asustó en varios lances y ganó varias pelotas sucias. El debate sigue ahí: ¿juega bien Mario? Con el 9 de la azzurra, normalmente sí.
La segunda mitad fue de mucha peor calidad a nivel futbolístico
Pero quien de verdad se adueñó del partido fue Marcelo. Lo del ¿lateral? carioca está rozando el paroxismo en esta Copa Confederaciones. Algunas escenas defensivas atentan contra el sentido común pero la cosa ya está más que clara: a Brasil esto le da igual. Necesita que Marcelo se vuelva loco. En esas, el madridista es un dios de la pelota, un mago sin explicación al que solo se puede disfrutar. Brasil lo suelta al contragolpe y Marcelo llega hasta donde le nace. Solo así se puede comprender que un lateral entregue dos goles al delantero centro –grandioso Fred, lo merecía– con pases verticales. Marcelo es un sinsentido.
Tras la mala imagen ante Japón, el 3-1 parcial volvía a atacar el orgullo italiano. Como suele ser habitual, los transalpinos lucharon para corregir la situación. Con más corazón que cabeza (comprensible sin Pirlo, De Rossi o Montolivo sobre el campo) pero sin negar esfuerzo alguno. Scolari mostró su naturaleza reservona y retrasó líneas, lo que nos permitió deleitarnos con esos despejes marca de la casa de Thiago Silva. Los de Prandelli rozaron el empate pero en una contra, Marcelo sentenció. Sí, el que juega de lateral.
Mask 23 junio, 2013
Preveo un problemon como ante sancion/lesion de Paulinho o L.Gustavo el que tenga que jugar en el dovle pivote sea Hernanes como ha sido hoy. Y mira que tiene de vacaciones a Fernandinho, Ramires y Sandro.
Y con la regla de la sancion por doble amarilla los jugadores que tengas en el banquillo para sulpirlos son claves.