
Es un nuevo momento. Peter Cech, Ashley Cole, John Terry, Frank Lampard y Didier Drogba fueron durante cinco temporadas cinco muertos vivientes; fantasmas atrapados en la Copa de Europa que no descansarían hasta que cumpliesen su última misión. El 19-05-12 lo hicieron y se fueron en paz, disipando por completo la esencia de aquel equipo decrépito. Da igual que la plantilla actual conserve a cuatro de los fantasmas; el Chelsea ya es de Hazard, Oscar y Mata, rostros de un futuro que tendrá difícil ser mejor pero que es futuro. Hoy, sin nada en su haber, ni experiencia ni méritos no cobrados, jugarán una Final europea que no es de Champions League pero tampoco de humo. Ganarla sería crédito y una alegría.
El Benfica es el club que arrebató a Gento, Puskas y Di Stefano el dominio continental. Así creó su leyenda e hizo afición, con tanta fuerza que incluso en la actualidad, tras décadas de ausencia en la primera plana, sigue siendo una de las entidades deportivas con mayor difusión internacional. «¿Cómo iba a saber yo que iría a Estambul y vendría una multitud a vernos entrenar? ¿en base a qué iba a yo a adivinar que iríamos a El Cairo y nos conocerían por ser benfiquistas?», preguntaba retóricamente Pablo Aimar al poco de llegar a Da Luz, sorprendido ante el caché de las águilas. En España esto nos suena a chino porque Futre, Madjer, Mourinho, Deco, Villas-Boas, Hulk y Falcao defendieron al FC Porto de Pinto da Costa, el gran dominador moderno de la Liga portuguesa. Y bien que se notará hoy. Masa social a un lado, Jorge Jesus y su grupo de chavales jugarán como el pequeño de los dos. Aunque vayan a llevar la iniciativa desde el primer instante.
Rafael Benítez es el entrenador joven más defensivo de la élite; sorprendería que hoy quisiese el balón.
Eden Hazard, un crack, es baja confirmada para la Final de esta nocheCasi todos los entrenadores de nueva generación que han triunfado en mayor o menor medida son de carácter ofensivo; tipos que en el día a día buscan el 3-1 en lugar del 1-0. Unos, los menos, buscan el control desde la posesión: Antonio Conte, Cesare Prandelli, Laurent Blanc o, por supuesto, Pep Guardiola. Son los técnicos «españoles». Luego hay una mayoría que tiene tendencia al ida y vuelta; que, digamos, se sienten más cómodos cuando se corre en las dos direcciones: André Villas-Boas, Jurgen Klopp o Joachim Löw. Gente más al estilo Premier League, por llamarlo de algún modo (muy impreciso). La escuela italiana, la formada por aquellos entrenadores que persiguen el 1-0 cada fin de semana, está representada por Diego Pablo Simeone –sobre quien habría mucho que matizar– y Rafael Benítez. Las ambiciones creativas del madrileños son escasas, raro ha sido el momento en el que se le ha visto, de una forma u otra, creando una ventaja con balón de manera colectiva, y este Chelsea 2012/13 no es la excepción. El equipo es bueno replegándose, apretando en su propio campo con Azpilicueta-Luiz-Ramires/Lampard-Cole (que a menudo defienden en individual) y saliendo pitando tras el robo. Precisamente por esto este Benfica le viene a pelo.
Nico Gaitán va de fuera a dentro; Victor Moses le perdería la pistaCon las caretas quitadas cabe responder a cómo podría el SL Benfica, un conjunto que sí quiere, acapara y necesita el balón, desbordar a los reactivos pupilos de Benítez. Jorge Jesus ordena a los suyos en virtud de un 4-4-1-1 y no se espera que esta noche haya novedad al respecto. La salida desde atrás es claramente lateral, y la baja por sanción de Maxi Pereira, capitán y notable carrilero derecho, va a dejar cojo al equipo, porque delante está Salvio, que no es demasiado de bajar para crear. Nico Gaitán, el extremo izquierdo, sí lo es, y su comunión con Melgarejo será capital para que los lisboetas respiren. Melgarejo es todo un caso. Se trata de un «11» reconvertido con el que Jorge Jesus quiso repetir la jugada Coentrao, pero que ha salido mal. El joven tiene físico y se esfuerza, pero su talento defensivo es deficiente y su técnica en el quite no va mucho más allá. Con este panorama, Benítez debe decidir entre Ramires o Victor Moses para su banda derecha. El brasileño frenaría el flujo a Gaitán y el Benfica sufriría muchísimo para cruzar la línea divisoria; el nigeriano podría ser una pesadilla para Melgarejo. Ramires parece algo más probable. Aislar a Gaitán es demasiado jugoso, y éste lo seguiría incluso cuando se descolgase hacia el medio para conectar.
Si Ramires ahoga a Gaitán, Jorge Jesus podría cambiarlo de banda. Nico rinde mucho a pie cambiado.
De confirmarse la presencia de Ramires en banda derecha sería Lampard quien acompañase a David Luiz en el doble pivote blue. Estaría en mitad del meollo, pues, con los circuitos exteriores taponados, al Benfica no le quedaría otra que crear a partir de Garay, Luisao, Matic y Enzo Pérez; las parejas centrales. La verdad es que Torres y Mata trabajan muy bien esas uniones, pudimos verlo hace dos semanas contra un equipo tan dotado como el Tottenham de Vertonghen, y el Benfica no tiene la calidad para moverse delante de la pelota que exhiben Bale, Holtby y Adebayor. Cardozo es un delantero centro orientado a recibir juego directo -Ivanovic está habituado a ello y es portentoso-, y con Lima –brutal finalizador– hablamos de un segunda punta insistente y constante pero de juego de cara, bien recibiendo desde el propio Cardozo bien desde uno de los extremos. Tan solo actuaciones memorables del consistente pero modesto Enzo Pérez o el brillante pero inmaduro Matic podrían poner en problemas a Lampard. Ambos centrocampistas son buenos en las conducciones y, a su manera, crean problemas, pero al fin y al cabo hoy se juega una Final. Es normal que haya nivel. A su vez, Lampard aportaría a los suyos su experiencia, su grandeza, su don de la oportunidad y esa cuota de orden y estabilidad táctica que un doble pivote David Luiz-Ramires no representa en exceso.
Mata agradecería la presencia del héroe de Stamford Bridge. Es quien con su poso permite al Chelsea tejer algún ataque posicional esporádico, y el mediapunta español podría sacar tajada del doble pivote de Jorge Jesus. Especialmente de la dispersión de Matic, al que el reto le llega demasiado pronto. En cualquiera caso, la esencia es la esencia y Rafa Benítez es Rafa Benítez. Lo fue hasta contra el humilde FC Basilea. Y así, defendiendo, se ha ganado, con plena justicia, la fama de formidable estratega en los torneos del KO. Hoy su capitán es duda, su fenómeno causará baja y enfrente habrá un proyecto coherente, ilusionado y al que el fútbol empieza a deberle algo. Pase lo que pase, sus meses en la capital de Inglaterra merecen una valoración positiva. Ha cumplido con su tarea. Ha vuelto a demostrar que, guste o no su estilo, tiene calidad.
@JuanDV14 15 mayo, 2013
¿No creéis que a Villas Boas le habría ido mucho mejor en este Chelsea que en el suyo de inicio del año pasado?
El cambio que el propone, el dejar atrás a la "guardia pretoriana", este año, después de haber ganado la Champions se ha hecho solo, por el mero paso del tiempo y el camino adelantado por AVB se ha completado de forma natural.