El Manchester United habría competido contra cualquiera en las semifinales de esta semana. Su Premier League ha sido muy sólida y su cruce de Octavos en Europa fue buenísimo; quedó eliminado porque 15 minutos pesaron más que 75, que es algo que a veces ocurre. Más difícil de explicar resultó su adiós al torneo el año pasado, cuando el FC Basilea de Xhaka y Shaqiri le superó en la fase de grupos. Pero así conocimos a los suizos, el primer protagonista de aquella Champions League de Cech, Cahill, Lampard y Didier Drogba.
Esta temporada entraron en escena contra el Zenit de Hulk y Witsel, y dieron la campanada final ante el Tottenham de Gareth Bale, uno de los futbolistas del curso. Y de londinense a londinense, el gris Chelsea de Benítez, que sigue siendo de Cech y Lampard, aunque ya más de Mata, Oscar y Hazard. Mostrando un respeto necesario al Basilea 2.0, Rafa diseñó un plan de los que le van: el talento imprevisible al banco y el músculo firme y constante a correr. Stocker y Salah le justificaron la presencia de Ramires y Moses en los costados blues. Así es Benítez.
Los suizos no tienen profundidad en el carril del medio.
Sin Xhaka ni Shaqiri el Basilea de Murat Yakin, hermano del ex-crack Hakan Yakin, forma en un 4-1-4-1 que por dentro nunca consigue ser profundo. El emocionante Streller, un delantero centro que no tiene ni cuádriceps ni gemelos, solo un estrecho palo de hueso, carne y piel haciendo de pierna, es un maestro en el apoyo que ayer superó con margen a Terry e Ivanovic, pero no tiene velocidad para ir al espacio; y ninguno de los interiores acostumbra a pisar el área pequeña. En pos de buscar un poco más de agresividad en el centro ayer jugó Fabian Frei como pivote, una medida algo extraña, pues el canterano es una especie de Cani, el del Villarreal CF, que no pega en esa demarcación.
Benítez planteó un choque claramente defensivo ante el Basilea.
Los limites del conjunto de St. Jakob Park dieron éxito a la apuesta del Chelsea, que apenas con Luiz de «5» controló las sosas diagonales fuera-dentro de Stocker y el superado Salah, completando una gran defensa y dando pie a que Lampard o el propio Luiz lanzasen a Eden Hazard, que jugó de «10», y a Fernando Torres, que debió marcar un par de goles. Salir súper adaptado al Basilea teniendo los futbolistas del Chelsea choca, y este tipo de cosas a 9 meses terminan minando la alegría del vestuario, pero hay que reconocer que las eliminatorias europeas son territorio Benítez. Pese al excitante arreón final de los locales, culminado con un gol de su jugador más especial, el trabajo del vigente campeón de la Copa de Europa fue consistente. Siempre debió vencer a quien ya eliminó al Zenit de Spaletti y al Tottenham de Villas-Boas.
@SharkGutierrez 26 abril, 2013
Yo titularía al Chelsea: Defender para correr.
Otra vez volvió la idea del David Luiz mediocentro, que cuajó (para mí) una buena actuación. Quizás vea al brasileño mejor en ese puesto con un Ivanovic-Terry/Cahill escoltándole. El próximo mister del Chelsea debe explorar la opción del brasileño como mediocentro, creo. Al menos, mejores condiciones que de central tiene.