Diego Pablo Simeone, entrenador | Ecos del Balón

Diego Pablo Simeone, entrenador


«Aunque estoy muy contento con lo que di, siempre pensé que podía haber hecho más». Diego Pablo Simeone pronunció estas palabras sólo cinco días después de disputar su último partido como futbolista. Únicamente tres antes de dirigir su primer partido como entrenador. Dicen que se juega como se vive, como se es. Quizás por eso Simeone fue un jugador intenso, directo e inconformista. Debutó en Argentina, viajó a Italia, triunfó en España, se consagró en Italia, volvió a España y, definitivamente, se retiró en Argentina. Un trayecto cerrado con siete escalas, siete títulos y en el que logró convertirse en símbolo de la mitad de dos ciudades. Un recorrido combinado con más de un centenar de partidos con Argentina, a la que defendió en tres Copas del Mundo y con la que ganó otros cuatro títulos, amén de una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atlanta. Completo, pero insuficiente. Daba igual que en cada partido «saliera con el cuchillo entre los dientes», cada día se podía dar más y, sobre todo, cada día se podía ser más. Así fue, es y será Simeone. Una persona pasionalmente racional o, mejor dicho, racionalmente pasional, que parece lo mismo pero no lo es. Fue quizás este matiz lo que provocó que, bajo la dirección de Basile, Bilardo, Passarella, Mancini, Bielsa o Luis Aragonés, entre otros, su formación fuera doble. Mientras continuaba creciendo como jugador, aprendía un nuevo oficio que ya sentía como propio. Y es que el «Cholo» Simeone ejercía de director y líder mucho antes del 25 de febrero de 2006, pero no fue hasta aquel mediodía cuando lo hizo desde el banquillo y con corbata por primera vez.

Simeone fue a Avellaneda para retirarse, pero le llegó la oportunidad de dar el paso a los banquillos.

Simeone no fue la primera opción de Racing. Fernando Marín, presidente de la entidad, reconoció haber hecho hasta cuatro intentos por contratar a Reinaldo Merlo, técnico con el que habían salido campeones en 2001. Seguramente tampoco fue la segunda, ni la tercera o la cuarta, pues sonaron con fuerza los nombres de Valdano, Passarella y Bielsa. Su contratación tenía carácter de urgencia y síntomas de desesperación, pero esto poco le importaba al «Cholo» si se trataba de su club. Jamás había militado en Racing, pero para él lo era todo. Su llegada unos meses antes había supuesto un reencuentro tan tardío como especial, una vuelta a esa infancia como hincha en la que forjó un corazón blanquiceleste que nunca trató de esconder. Fue este sentimiento de pertenencia el que provocó su retorno, su capitanía y, por supuesto, su decisión de aceptar un cargo con tan pocas posibilidades de éxito y tantísimos inconvenientes. El club atravesaba una etapa institucional muy inestable, devoraba entrenadores con suma facilidad, marchaba último con un punto sobre quince posibles y, ni siquiera, había sido la preferencia de la directiva. A fin de cuentas «una pasión es una pasión». Una vez agarrado el puesto, Simeone debía adaptarse a la situación: «Tengo mis ideas muy claras. Sobre todo, lo que me gustaría es que mi equipo tenga una marca. Esa marca esperemos poderla transmitir porque es una cuestión de gustos, de elección de jugadores y de trabajo en los entrenamientos. Desgraciadamente me ha tocado entrar en un momento delicado y sin tiempos».

Aquel 25 de febrero Racing cayó derrotado con dos goles del Kun Agüero, jugador que cinco años más tarde provocaría un vacío vital que el «Cholo» se encargó de tapar. En la siguiente fecha visitó al Club Olimpo, y perdió. Recibió a Boca, y perdió. La situación era crítica, la reacción no llegaba y, precisamente, eso no era lo esperado.«No me arrepentí de la decisión que tomé, me gustan los desafíos fuertes y eso aposté» Se entendía que su ascensión y conocimiento sobre el grupo colocaban a Simeone en una posición privilegiada para reconducir a un equipo que no estaba pensado para sufrir. No había tiempo para trabajar, pero sí para exigir y motivar. Simeone lo sabía desde el principio: «Cuando la situación no es cómoda, no es buena, la gente está excitada, alterada y quiere cosas nuevas. Pero por encima de todo quiere entrega, porque ante eso la gente después comprende si juegas bien o mal, pero si no hay entrega no perdona». El cambio tardó más de lo esperado, pero llegó a tiempo. Cuatro victorias en sus últimos cinco partidos, incluyendo una ante River, permitieron a Racing Club de Avellaneda quedar antepenúltimo con 19 puntos. Desde luego el resultado general no era positivo, pero los números y la evolución de la etapa Simeone sí daban lugar a la esperanza: 18 puntos en 14 partidos, lo suficiente como para que Racing no tuviera un problema inesperado con los promedios de descenso. Sin embargo, la presidencia de la empresa propietaria del club (Blanquiceleste S.A.) cambió y Simeone no fue renovado. Lo complejo de la situación le había impedido demostrar en Avellaneda qué tipo de técnico era, pero sólo tardaría seis días en firmar por un nuevo club. Allí sí podría implantar su marca.

Reinaldo Merlo, su sustituto, sólo duró meses. Finalmente, en 2008, Racing jugó la promoción.

«Nunca voy a olvidar que, jugando para Racing, la hinchada de Estudiantes me aplaudió y coreó mi nombre cuando salí de la cancha. Eso no me había pasado jamás en mi carrera», comentó a su llegada a Estudiantes de la Plata. Seguramente ese gesto poco o nada tuvo que pesar en su decisión, pero Simeone ya comenzaba a establecer un vínculo afectivo con su nueva afición. El futbolístico, en este caso con el equipo, llegaría desde Europa pocas semanas después. Tras la eliminación de la Copa Libertadores ante Sao Paulo, el «Pincha» recibía la noticia del año en Argentina: el hijo pródigo volvía a casa, Juan Sebastián Verón volvía a Estudiantes. La relación entre jugador y DT marcaría los siguientes 18 meses del club.

El «Cholo» dibujó un equipo netamente ofensivo, asentado en un 4-4-2 con Verón y Braña en el centro del campo. Ernesto Sosa, junto a Galván y los laterales, se encargaba de dar amplitud,«No me creo ofensivo ni defensivo, sólo soy un técnico que quiere ganar y hace todo lo posible para lograrlo» mientras que arriba Pavone y Calderón gestionaban el frente de ataque. De nuevo, las ideas tardarían en calar. Pero, de nuevo, las ideas calaron. Tras una pésima racha de un punto en cuatro partidos, Estudiantes rompió a jugar y consiguió 10 victorias de forma consecutiva, incluyendo un histórico 7-0 ante sus íntimos rivales de Gimnasia de la Plata. Aun así, no eran líderes. Quedaban dos fechas y Boca Juniors tenía una renta de cuatro puntos. «Los que tengan dudas, que se queden en sus casas». Simeone confiaba y, por ello, el vestuario también lo hizo. En la penúltima jornada Boca perdió, pero el «Pincha» sólo pudo recortar un punto. La remontada pasó de utopía a milagro. Para forzar el partido de desempate, Boca debía perder en La Bombonera y Estudiantes estaba obligado a ganar al Arsenal de Sarandí. Y sucedió. El Apertura 2006/2007 se tendría que decidir en un duelo directo en Liniers: Boca contra Estudiantes, La Volpe contra Simeone… ¡no va más! Con una nueva remontada tras un tempranero gol de Palermo, Estudiantes campeonaba por primera vez en treinta años y Diego Pablo Simeone cosechaba su primer título como entrenador. Cuando meses más tarde le preguntaron si para él ganar fue una sorpresa, expuso su receta: «Todos nos preparamos siempre para ganar y buscamos el éxito. Y el éxito siempre viene precedido del trabajo bueno y de la preparación».

En los siguientes dos semestres la sintonía con Verón no fue tan perfecta y los resultados se resintieron. Tercero en el Clausura 06/07 y sexto en el Apertura 07/08, el recorrido del «Cholo» en Estudiantes acabaría de forma anticipada por problemas con la dirección. «Sin los refuerzos que pido y sin Veron ni Sebastián Dominguez, no voy a seguir de ninguna manera», Simeone era tajante y, pocos días más tarde, cumplió su amenaza. No fue poco lo que se escribió sobre un acuerdo previo con River, pero en su despedida quiso recalcar el porqué de su renuncia: «No suele pasar que un entrenador deje un equipo cuando tiene contrato. Interpreté que cuando uno ve situaciones que pasan y sigue, después las situaciones explotan».

Juan Sebastián Verón renovó y llevó a Estudiantes a ganar la Copa Libertadores en el 2009.

«Nos espera un trabajo complicado, difícil, pero también motivante. River representa un desafío muy grande y los desafíos siempre me han gustado», comentaba Simeone en su presentación. El hecho es que, pese a que parte del entorno discutía sus méritos para ocupar un banquillo tan importante, la afición millonaria creía todo un acierto su contratación. Quizás porque el «Cholo» les había derrotado tres veces en cuatro partidos, quizás porque pocos meses antes le había arrebatado por sorpresa un título a Boca. Todo sumaba.

Uno de los primeros retos que debería afrontar Simeone tenía nombre propio: Ariel Ortega. En ese momento el manejo de Verón en Estudiantes le debió parecer tan simple como la tabla de multiplicar del uno. A la pregunta de si el «Burrito» tendría privilegios, el nuevo DT de River comenzaba a mandar su mensaje:«Sí, siempre tienen que jugar los mejores, pero cuando interpretan que primero está el equipo» «¿Qué es un privilegio? No. Los mejores, insisto, son los que más dan. Me entusiasma verlo involucrado, encendido, con ganas de ganar, de expresar sus cosas. Ese Ortega me gusta mucho». Si las numerosas palabras que Simeone dedicó esos días al «10» de River no habían sido suficiente motivación, le otorgó el brazalete de capitán. Ariel jamás había tenido esa responsabilidad. Tras envidar en el aspecto anímico, debía encontrarle un puesto en el once de un equipo que aspiraba a ser como su Estudiantes: «rápido, agresivo, dinámico, con movimiento». La influencia de Bielsa no sólo se podía apreciar en los términos utilizados, sino también en el sistema deseado: Simeone quería jugar en 3-3-1-3. «Como jugador siempre pensé que los equipos importantes tienen que jugar con tres atrás. Después, como DT, hallé más seguridades con el 4-2-3-1, pero al encontrar jugadores que entran muy bien en el 3-3-1-3, ese es mi dibujo. ¿Por qué? Porque hay orden y no hay error; después está en la fantasía de cada uno de los jugadores. Pero, ojo, que jugando de esta manera expones mucho espacio hacia atrás, por eso necesitas mucha coordinación y estar bien físicamente. Es una manera de jugar muy agresiva, donde el «5» es clave porque no tiene derecho a perder la pelota. Perderla significa situación de gol ineludible para el rival», respondía a la cuestión de si tanto le había marcado Marcelo.

Sin embargo, su intención inicial no tuvo mucho recorrido. Y la culpa, para bien o para mal, la tuvo Boca. Si la llegada de Abreu y la marcha de Belluschi ya podían llevarle a replantearse el pretendido 3-3-1-3/3-3-3-1, la derrota ante los xeneizes en pretemporada, que ya era la segunda en tres partidos, fue la pista definitiva.«Siempre vamos a apostar por el buen juego, es la forma más fácil de ganar» Tras ganar el llamado «trofeo de los cinco grandes» saliendo con cuatro atrás en la última jornada, la prueba de fuego del 4-2-3-1 sería de nuevo ante Boca en la clásica Copa Mendoza. «Los Millonarios» ganaron el partido e, incluso, algo mucho más importante: un sistema exitoso. Y lo fue pese al bache que en la primera semana de mayo pudo cambiarlo todo. El clima entre afición y jugadores estaba enrarecido, River perdió el «Clásico» ante Boca y, a continuación, cayó eliminado en octavos de la Copa Libertadores ante San Lorenzo. Aquella no fue una derrota cualquiera, no fue una eliminación más. Ya en el minuto 60 de la vuelta en el Monumental, el conjunto millonario había remontado el resultado de la ida. River ganaba 2-0 y, para colmo, jugaba contra nueve. Todo parecía encarrilado, pero dos goles de Gonzalo Bergessio silenciaron al estadio. Fue doloroso, muy doloroso, e inexplicable. Tanto que se pensó que aquella derrota les podía apartar indirectamente de la lucha por el Clausura. Quedaban seis fechas y estaban segundos, un punto por encima de Boca y un punto por detrás de Estudiantes. Cinco victorias y un empate, con la irrupción de un Buonanotte totalmente determinante en lo goleador, fue el balance que le permitió a River Plate salir campeón de forma brillante después de cuatro años en blanco. En los días posteriores a su segundo título como DT, Simeone explicaba lo que sucedió entre la derrota ante San Lorenzo y la espectacular recta final en liga: «Había dos opciones: entregarse o seguir peleando. Esa noche, en la que no nos dormimos hasta las cuatro de la mañana, le dije al cuerpo técnico que íbamos a salir campeones. No soy de decir esas cosas, pero estaba convencido».

En ese Clausura 2007/2008 Simeone no pudo utilizar el sistema predilecto de Bielsa, pero la influencia del «Loco» en aquel River campeón es innegable. Era un equipo de riesgos, vivía al límite y sólo encontraba pausa en la mediapunta. La polivalencia de sus jugadores llevó al «Cholo» a verlos como características y no como posiciones, tarea que empezaba desde el trabajo diario. Comenzó a ser noticiable que en sus entrenamientos no se jugaran partidos de once contra once, sino que se dividiera la preparación por ubicación en el campo y se tocara el balón en cuadrículas para favorecer la velocidad. Fruto de ello era el posterior intercambio de posiciones, parcial o constante, de los cuatro hombres de ataque: Ortega, Alexis, Abreu y Falcao. Su segundo semestre también sería muy bielsista… pero, esta vez, en lo negativo.

Después de un parón en el que se habló de la posibilidad de que Simeone sustituyera a Maradona tras el Mundial de Sudáfrica, en el que Cerezo aclaró que «siempre tendría las puertas del Atlético abiertas» y en el que la prensa le apodó como el «Señor Ganar», llegaría la peor temporada de River de la historia.«Yo considero que un pase lateral, si no es para disponer del balón por necesidad, es una pérdida de tiempo» Aunque las causas fueron numerosas, hubo una que destacó sobremanera. Unos meses después de haber sido nombrado capitán, Ortega comenzó a faltar a los entrenamientos. «A estas alturas de mi carrera no puedo dejar que me forreen todo el campeonato», espetaba Ariel. «Pase lo que pase con Ortega, yo voy a ser el responsable», replicaba Simeone. La solución no es que fuera complicada, es que era imposible. Simeone, apoyado por la directiva, le retiró la ficha. A la baja del «Burrito» y la marcha de Buonanotte a los JJOO se les tenían que unir las ventas de Alexis, Abreu y Carrizo, jugador clave en la consecución del título. Al «Cholo» le comenzó a faltar calidad diferencial, el acierto técnico bajó y el vértigo anterior se transformó en precipitación. Como consecuencia, el riesgo era excesivo, y River comenzó a perder partidos. «Es un equipo distinto, con posiciones cambiadas y un sistema diferente, en búsqueda de explotar las características de los jugadores que tenemos, que puede ser la velocidad en campo rival. Hoy no tenemos jugadores tan desequibrantes en el uno a uno, como Ariel o Alexis. Nos va a llevar más esfuerzo», razonaba. Ese cambio del que hablaba suponía volver a probar con tres defensas, pero no hubo continuidad ni resultados. Símbolo del contraste entre semestres fue su balance en el Monumental: nueve victorias en el Clausura 07/08, una en el Apertura 08/09. Llegó noviembre y River ya acumulaba 12 partidos consecutivos sin vencer, un récord histórico en lo negativo que incluía una derrota en casa ante Boca y la eliminación de la Copa Sudamericana ante Chivas. Tras ese partido Simeone anunció lo inevitable: se marchaba de River. La directiva le apoyaba y los jugadores le pidieron que reconsiderara su decisión, pero ya estaba tomada. «Es un momento difícil. Soy el responsable absoluto, tanto cuando se ganó como en esta situación. Me queda la tranquilidad de que, más allá de las características y maneras, River atacó siempre», con estas palabras se cerraba su ciclo en River. Del campeonato al farolillo rojo solamente pasaron cinco meses.

Finalmente, River Plate terminaría descendiendo en 2011 por primera vez en su larga historia.

Tras su renuncia, y por primera vez en su carrera, Simeone descansó. No era obligatorio porque tenía ofertas, pero sí necesario para progresar. Su vertiginosa trayectoria le había obligado a aprender sobre la marcha, con lo que un parón era el momento idóneo para hacerlo de forma más teórica y pausada. Durante esa primavera recorrió Europa para obsevar y estudiar el trabajo de varios de sus compañeros, con especial atención al Inter de Mourinho. Mientras tanto, aprovechaba la coyuntura para hablar de su Atlético de Madrid: «Yo sé que algún día lo voy a dirigir, lo dije un montón de veces, pero no sé cuándo será el momento. Dentro de diez años, de cinco, de dos… no importa». Poco tardó en volver a la práctica, un histórico como San Lorenzo buscaba un técnico barrendero. «El Ciclón» venía de ser campeón del mismo Apertura en el que Simeone salió de un River colista, pero el momento que atravesaba pocos meses más tarde era bien distinto. Fanesi, técnico interino del club, había agarrado al equipo contra su deseo tras la marcha de Miguel Ángel Russo y la grada acusaba a sus jugadores de dejadez; el equipo estaba situado penúltimo del Clausura 08/09 y había sido eliminado de la Libertadores en la fase de grupos. El «Cholo» ya tenía una gran excusa para aceptar el puesto: «Me motiva mucho cuando dicen que es un lío bárbaro».

«Quiero un equipo ordenado, dinámico y agresivo. Mi aspiración es que la gente vaya a la cancha y sepa a que juega su equipo», ambicionaba en su primera rueda de prensa. Su intención inicial se definía en un 4-3-3 muy corto, pero él mismo reconocía que «ya no había volantes con buen pie«Jugar bien es saber a lo que jugamos. El convencimiento siempre le gana a las formas» y, a su vez, capaces de llegar de área a área». Quizás por ello, su etapa en San Lorenzo fue la de más inestabilidad táctica. Sea como fuere y dada la situación, sus números en lo que quedaba de Clausura fueron más que positivos: 4 victorias, 2 empates y 2 derrotas. El equipo acabó undécimo y ya, con la calma por la mejoría de los resultados, podía comenzar un nuevo proyecto. Se marcharon trece jugadores, entre ellos el delantero estrella Gonzalo Bergessio, con lo que Simeone tuvo que reconstruir el conjunto desde los cimientos en pleno debate de estilo en Argentina. Estudiantes venía de ser campeón de la Libertadores con cuatro marcadores centrales y Vélez Sarsfield acababa de ganar el Clausura con un efectivo contraataque, pero quien había impactado al fútbol argentino con su juego eminentemente asociativo era el Huracán de Cappa. Simeone, cuestionado sobre cuál era su forma preferida, respondía sacando el manual: «Es mejor jugar bien. Y yo prefiero jugar bien a jugar lindo». Pese a un esperanzador comienzo en el Apertura, San Lorenzo se fue cayendo hasta una séptima posición que parecía algo insuficiente. En el siguiente semestre, el equipo ni jugó lindo ni jugó bien. Más bien al contrario.

Simeone estaba comenzando a variar su discurso. Muy lentamente, casi a partir de una constante prueba y error. Si había salido de River orgulloso por haber sido ofensivo en todo momento, en San Lorenzo comenzó a ser acusado de que atacaba muy poco al jugar con un único punta. El dato de 7 goles en 12 partidos era demoledor. Pero las críticas no sólo se centraban en esa variación, sino también en que su indudable gusto por el correr y marcar chocaba contra la tradición balompédica del «Ciclón». Y es que los jugadores corrían, pero no pensaban. Los continuos cambios de dibujo y la falta de entendimiento de sus futbolistas provocaban que, a menudo, se hablara de sistemas jeroglíficos y se le reprochara que nunca había logrado llegar a comprender la esencia del fútbol argentino. Ya llevaba cuatro años entrenando allí, pero aún se le consideraba europeo. Mientras, los resultados cargaban de argumentos a sus detractores. San Lorenzo marchaba de nuevo penúltimo con 11 puntos en 12 jornadas y protagonizaba una racha de cuatro partidos sin ganar. El «Cholo», en acuerdo común con la directiva, decidió abandonar el club.

Tras dejar último a River y penúltimo a San Lorenzo, Simeone decidió emigrar a Europa.

San Lorenzo era el tipo de debacle que marca un punto de inflexión, un antes y un después. Además, era el momento. Diego Pablo Simeone acababa de cumplir cuarenta años, una cifra -casi- genéticamente programada para realizar un profundo balance vital que, a menudo, desemboca en grandes cambios. En su corta experiencia como técnico ya había entrenado a tres de los cinco grandes de Argentina e incluso había logrado campeonar en dos ocasiones, pero este era su segundo fracaso consecutivo y la sensación de estancamiento era tan notoria como frustrante. La vitalidad inicial de sus equipos impactaba, pero con el paso de los meses la evolución no llegaba y el conjunto empeoraba. Sea por el contexto del fútbol argentino o por las circustancias puntuales de cada club por el que había pasado, lo cierto es que Simeone aún no había logrado edificar un proyecto sólido. Las dudas acerca de su capacidad como técnico crecían: ¿había algo más tras su indudable e innato talento motivador? En el Viejo Continente, tras pasar más de ocho meses alejado de los banquillos, se encontraba parte de la respuesta a esta pregunta.

De forma indirectamente directa, su fichaje por el Catania también vinculaba a su amigo y otrora compañero Germán Burgos. Años atrás, cuando rechazó la propuesta de acompañarlo en Estudiantes, el «Mono» le hizo la promesa de que en el momento en el que éste volviera a Europa ambos unirían su camino. Dicho y hecho. En Sicilia se volvería a dar sentido a una de las grandes anécdotas que habían surgido de las concentraciones con la albiceleste. A la hora de comer, Germán debía apresurarse en coger sus cubiertos para evitar que Diego los utilizara para divagar sobre sistemas, movimientos y estrategias. Cucharas, vasos, saleros o lo que bien pillase a mano, todo objeto servía para discutir de táctica. Y es que en esa mesa no sólo comía un entrenador, sino también su perfecto ayudante. «Siempre nos tiramos ideas, pero yo sé hasta dónde puedo llegar. Respeto mucho la opinión de él, que es el DT. Aunque nos conocemos tanto que uno sabe ubicarse», explicaba el «Mono» unos meses más tarde. Precisamente, ubicarse no iba a ser uno de los problemas que se encontrarían en Catania. Hasta doce jugadores argentinos militaban en las filas de un equipo que no era el principal candidato al descenso, pero que sí iba a estar en la lucha final. Y las cosas, desde luego, no iban bien. 20 puntos en 22 jornadas, el equipo decimoquinto y un exigente calendario por delante. Este era el primer reto que ambos debían hacer frente.

«El campeonato italiano es parecido al argentino. Aquí cada partido es distinto, te esperas una cosa y ocurre otra. En España, en cambio, todos juegan de igual modo», comentaba a su llegada. La fuerza volvería a ser algo innegociable, pero esta vez sus intenciones eran un poco diferentes.«Como jugador es fácil: sólo piensas en ti. El entrenador, por el contrario, tiene que pensar en todos» El equipo cerraría con cuatro defensas de forma fija, tendría dos o tres centrocampistas por delante y siempre rodearía a Maxi López de jugadores ofensivos. Para esto último llegó Bergessio, un delantero al que Simeone había sufrido y disfrutado a partes iguales. La primera victoria tardaría en llegar un mes, prácticamente el tiempo que tardó en situar a Carboni en el centro del campo como símbolo de un cambio de mentalidad. Hasta entonces había probado en la medular con jugadores de un menor peso y rigor táctico, decisión que había contagiado a un equipo que hacía demasiadas concesiones y que pecaba de falta de competitividad. Dada con la tecla, el conjunto siciliano únicamente necesitaba su momento. Y éste sería épico. Minuto 95 de un partido en Turín, la Juventus gana 2-1 y Lodi dispone de un lanzamiento de falta en la frontal del área. El balón se cuela por la escuadra de Buffon, Simeone estalla y el Catania despega. Fueron tres las victorias que lograron encadenar tras ese empate, incluyendo la primera fuera de casa ante el Brescia con la que lograban sellar su permanencia en la Serie A. El Catania no había remontado el vuelo desde una superioridad táctica, pero Simeone sí que había vuelto a motivar a unos jugadores que realizaban ayudas constantes, lograban dominar la segunda jugada y eran muy sólidos en el Angelo Massimino. «Desde su llegada impuso su juego, un estilo muy ofensivo que allá es muy raro. Eso fue lo que nos llevó a remontar y ganar partidos de forma increíble», decía Alejandro Gómez, uno de los más destacados de aquella temporada, en una entrevista en la que también señalaba lo complicado que era que el «Cholo» siguiera.

«No vine buscando quedarme diez años en Europa. Vine buscando crecer. Y en eso estamos», había declarado Simeone a las pocas fechas de llegar a Italia. Al fin y al cab cruzar el charco sólo era un medio hacia un fin. Por eso, tras batir el récord de puntaje, de victorias como local y de victorias consecutivas de la historia del Catania en la Serie A, decidió rescindir un contrato al que aún le quedaba un año más. En esas semanas el Atlético de Madrid buscaba recambio para Quique Sánchez Flores… pero todavía no era el momento. Su próxima parada volvía a estar en Argentina, volvía a estar en Avellaneda.

Simeone volvía a un Racing que venía de ser decimoquinto con Miguel Ángel Russo como entrenador.

Sólo habían pasado cinco años desde su marcha, pero club y técnico estaban muy cambiados. Racing no sólo había encontrado cierta estabilidad, sino que albergaba unas esperanzadoras expectativas de crecimiento gracias a sus dos perlas colombianas: Teófilo Gutiérrez y Giovanni Moreno. Por su lado,«La mejor manera de trabajar es cuando sentís pertenencia» Simeone ya no era ese novel del que solo se esperaba un impulso anímico. Había triunfado, fracasado y aprendido. A su vuelta a Avellaneda parecía estar alcanzando su madurez como DT. «El «Cholo» hincha le pide al técnico que basta ya de palabras. Quiere hechos», declaraba de forma vehemente. Esos hechos iban a partir de otra evolución: la táctica. Dejado atrás el vértigo, la influencia de Bielsa cada vez resultaba más matizable. Simeone compró un nuevo libreto, lo organizó en base al ser reactivos y trazó como objetivo indispensable un mayor equilibrio en el juego. «Creo que siempre hay que tener la palabra equilibrio como ejemplo. Hay momentos del partido en el que necesitas pausa y en otros, velocidad. La pérdida del tiempo te hace perder espacios en cuanto al ataque y ese ataque no está más, porque los equipos se cierran rápidamente. Pero todo el partido no puedes atacar rápidamente, en algún momento el equipo tendrá que descansar con la pelota. Tener jugadores dentro del campo que interpreten cuándo atacar rápido y cuándo jugar un poco hacia los costados para sostener la pelota, es lo ideal», explicaba. El resultado fue un 4-3-3 construido de atrás hacia adelante en el que Simeone evitaba asumir riesgos y donde comenzaban a primar los conceptos de solidaridad e intensidad. Símbolo de ello eran las palabras de Teo Gutiérrez durante la pretemporada: «Los delanteros debemos ser la primera defensa».

«La Academia» logró un meritorio subcampeonato, encajando únicamente ocho goles y siendo derrotado sólo en dos ocasiones. En cambio, se pensaba que las formas no habían sido las más adecuadas y que éstas habían limitado las aspiraciones del equipo. Se tachó a Simeone de ser demasiado conservador, pasando del riesgo extremo a la nula concesión. No sólo no había logrado que Teo y Gio lucieran como se esperaba, sino que además los rumores sobre el mal ambiente eran casi diarios. Opiniones al margen, lo cierto es que a Racing le costaba marcar y, por ende, le costaba ganar. Fueron hasta 10 empates, seis de ellos a cero, los que condenaron a un equipo que, realmente, nunca llegó a estar cerca de salir campeón.

Por primera vez en su trayectoria, Diego Pablo Simeone no había tratado de construir un equipo que corriera antes de que supiera andar. Ni siquiera, había querido trotar. Llegó a un vestuario que acababa de salir decimoquinto en el Clausura, que debía mirar de reojo a los promedios y que había encajado 26 goles. Revirtió el signo de los resultados, clasificó al club para la Copa Sudamericana y sentó las bases de un equipo que ya había demostrado ser muy difícil de batir. Nadie podía negar que había sido un buen semestre, pero la sensación es que había faltado ambición al disponer de tanto talento diferencial. La actitud de los principales candidatos a ganar las elecciones que en ese momento se celebraban en el club, tampoco era la de estar muy satisfechos. «Me parece que considerar o calificar de aceptable el torneo no está bien. Es más, paso un dato: en mis últimos 24 partidos ganamos 11, empatamos 11 y solamente perdimos dos. Entonces, con este panorama yo veo que vienen las elecciones y no me llaman, no me molestó por eso, como se dijo por ahí. La realidad es que eso ayudó a una serie de sucesiones que me hicieron pensar cómo van a reaccionar ante una serie adversa en el próximo torneo», expuso el «Cholo» como una de las principales razones de su renuncia. Otra de ellas, evidentemente, era el Atlético de Madrid.

En el siguiente semestre y con Alfio Basile al frente, Racing cayó hasta la decimoséptima posición.

No fueron una, ni dos, ni diez, las veces que Simeone había asegurado que algún día entrenaría al Atlético de Madrid. En sólo cinco temporadas como rojiblanco se había convertido en un símbolo para el Calderón. Él se sentía como uno de ellos, y ellos lo sentían como uno de los suyos. Quizás por eso sabía a la perfección que, cuando llegara la llamada, iba a ser porque existían problemas. Y, desde luego, los había. A montones. En aquel verano se habían marchado los tres máximos exponentes del primer título continental del club en casi 40 años. Quique representaba la complicidad con la grada, Forlán era el capitán del equipo y, el caso más doloroso, el Kun Agüero suponía la capacidad de ser grandes. Tras estas pérdidas recomponer el equipo no era tarea fácil. No se trataba sólo de un tema deportivo, pues llegaron grandes futbolistas, sino de la existencia de un componente anímico que trascendía al resto de parcelas. Así es el Atlético de Madrid. Goyo Manzano nunca transmitió la sensación de poder revertir la situación, así que, tras dos derrotas en Liga y una humillante eliminación copera ante el Albacete, fue cesado. «Llego con ilusión y con ganas de trabajar. No me asusta venir al Atlético ni la responsabilidad, es algo que me entusiasma», declaraba el «Cholo» en una presentación en la que no se guardó nada. Su discurso fue claro, contundente y directo. En España aún no se le conocía como técnico, pero con esa rueda de prensa bastó. La palabra intensidad se convirtió en un mantra que englobaba sus intenciones tácticas: «Me gustaría ver a un equipo fuerte, aguerrido, veloz y contragolpeador. Tenemos que tener claro a lo que jugamos».

Y Simeone lo tenía. Con anterioridad ya había manifestado sus diferencias de gusto respecto al estilo que imperaba en el fútbol español, así que construyó un equipo para derrotarlo. Su debut en Málaga pareció recordar al Racing del que acababa de salir: equipo muy replegado, muchos jugadores con capacidad de trabajo, pocas llegadas y un resultado «Nunca me consideré un pupas. He estado cinco años en el Atlético y ganamos tres torneos» final de cero a cero. Pero sólo estaba en proceso de adaptación. El Atlético de Madrid comenzó a salir a los partidos asentado en un 4-4-2, buscando una recuperación muy rápida y evidenciando que tener el balón no suponía ninguna necesidad. Para ello no sentó a los más talentosos, sino que trató de reeducarlos y adaptarlos. Diego y Arda partían como volantes; Adrián y Falcao iniciaban la presión. El equipo se encontraba cómodo en el sistema, pero el delantero asturiano comenzó a dejar de influir en los tres carriles y Simeone optó por introducir dos variantes: el 4-2-3-1 y el 4-1-4-1. Así, Adrián era menos exigido al ocupar solo un costado y el equipo podía disimular su posible falta de amplitud. Aunque los resultados en los tres primeros meses merecieron ser mejores de lo que fueron, Simeone estaba conforme: «el estilo ya está marcado». Era igual el dibujo, la cancha o el rival, el Atlético de Madrid ya tenía marca. Y este hecho se demostraría en la primera gran prueba. El Fútbol Club Barcelona visitaba el Calderón, con todo lo que ello supone. «Cuando uno habla de agresividad, no digo agresividad de golpear, sino de intensidad futbolística. En los partidos importantes tenemos que tener ese estado en el cuerpo», explicaba en la previa. El Atlético de Madrid retomó de nuevo un 4-4-2 muy basculante y cercano a su portería, lo que resultó todo un éxito. Ese día el Barça ganó con un gol de picardía de Messi, pero generó menos peligro pese a tener un 72% de posesión. El plan funcionaba y los jugadores confiaban, tocaba seguir trabajando. Se descubrió que Juanfran es un más que notable lateral, la defensa ganó en seguridad, Gabi explotó liderando la medular, y los jugadores con más calidad fueron determinantes pese a aparentar ser iguales. El Atlético se hizo grande en casa, puntuó con asiduidad fuera y terminó pletórico, como no podía ser de otra forma tratándose de un equipo de Simeone. Aun así, no llegaron a tiempo. Lograron vencer al Málaga en el duelo directo de la penúltima jornada, pero los andaluces no fallaron ante el Sporting y el Atleti no obtuvo el premio de la clasificación para la siguiente Champions League. Aunque, por supuesto, la temporada aún no había acabado.

El único detalle positivo de la herencia recibida de Manzano era el seguir vivos en la Europa League. El triunfo de hacía dos temporadas en Hamburgo aún hacía sonreír al Dios Neptuno, así que el «Cholo» decidió prolongar su euforia. Las rotaciones fueron mínimas y la intensidad«Estoy feliz porque mañana los chicos llenarán el colegio con la camiseta del Atleti» era máxima; el Atlético de Madrid quería ganar. Su camino hasta semifinales fue inmaculado: 6 partidos, 6 victorias, 14 goles a favor y sólo 4 en contra. Ahí esperaba el Valencia, como en 2010. Tras lograr una victoria en el Calderón, que debió ser más amplia que el 4-2 final, quedaba viajar a Mestalla y Simeone tenía un plan. «Si presionamos arriba, íbamos a jugar más cómodos porque les íbamos a coger de espaldas», comentó en una posterior rueda de prensa para el recuerdo. Lo era, en parte, porque entonces el rival en la final ya se conocía… y no podía ser más especial: el Athletic de Bilbao de Marcelo Bielsa. «Una final siempre es un deseo llegar, pero es solamente un primer objetivo. De más está decir que nos vamos a encontrar a un técnico al cual admiro como Marcelo. Grandísimo respeto por el profe, por Claudio Vivas y toda la gente que lo rodea», fueron sus cariñosas palabras aquel mismo día. El Athletic se había ganado la admiración del fútbol europeo tras una eliminatoria portentosa ante el Manchester United, pero Simeone tenía claro que partían con una ventaja que él mismo había creado y trabajado desde el día en que dejó de tener un libreto bielsista: «Nosotros tenemos un juego más equilibrado: podemos tener la posesión y juego directo». Y lo aprovecharon, con goleada incluida, para alzarse con su segunda Europa League. Desde el pitido inicial esa noche sólo existió un equipo sobre el campo, y era brillante.

El Club Atlético de Madrid dirigido por Diego Pablo Simeone y liderado por Radamel Falcao García acababa de completar, quizás, la actuación más gloriosa de su gran historia, pero en el Calderón la alegría nunca parece poder ser completa. Los rumores sobre la venta del ariete colombiano fueron in crescendo, amenazando así la continuidad«¿Cómo definir a Falcao? A más exigencia, mejor responde. Su fuerza es precisamente eso» de una sociedad que ya se había mostrado triunfal en Buenos Aires y en Madrid. Diego estaba en trámites para volver a Alemania, pero la posibilidad de que Falcao dejase el club significaba algo más. Sea como fuere, el periodo estival también aguardaba la posibilidad de ganar un nuevo título: la Supercopa de Europa ante el campeón de la Champions League, ante el Chelsea de Fernando Torres. «Las finales no se eligen, se juegan y se ganan», sentenciaba Simeone. Si sus palabras parecían poco concisas, si podían llevar a error, si de forma improbable algún jugador se podía despistar, durante la charla previa al partido repitió hasta en cincuenta ocasiones la palabra ganar, así no se les olvidaría. Y, claro, no se les olvidó. Con otra actuación legendaria de Falcao, el Atlético de Madrid volvía a desmontar a un potente rival en la lucha por un título. El cierre de esa noche, además, tenía un broche magnífico: era uno de septiembre, el colombiano seguiría en el club. La inercia era positiva, la dinámica ganadora y el estilo era completamente reconocible. «Para ser competitivos tenemos que jugar como podemos, no como queremos. Si nos salimos de esa linea, mal», admitía Simeone. No existían dudas, y por eso no se salieron. Durante estos meses el Atlético ha acumulado ocho victorias de forma consecutiva en Liga, que lo colocan segundo únicamente a tres puntos del Barcelona, y dieciséis en competiciones europeas, estableciendo un nuevo récord continental.

Los resultados deportivos y el manejo del vestuario han demostrado su talento como entrenador, pero Simeone en este Atlético de Madrid significa mucho más. Llegó a un club a la deriva, con problemas deportivos y una grave carencia de referentes. Diego Pablo Simeone es el escudo, el orgullo y el carácter. Sus carreras, sus gestos y sus palabras son la tinta de nuevas y brillantes páginas en la historia del club. Es la recuperación de un amor propio que, salvo en contadas ocasiones, parecía recluido al Vicente Calderón. Él que es argentino, él que es atlético, comprende mejor que nadie el valor de la camiseta. Feliz porque la lleven los niños al colegio, estos días explicaba lo mucho que significa: «Para cambiar la camiseta del Atlético de Madrid al final del partido, el rival tendrá que darme dos. La del Atleti vale más».

Desde que llego Simeone, el balance del Atlético es de 37 victorias, 8 empates y 7 derrotas.

Hace poco más de seis años que Diego Pablo Simeone colgó las botas en su querida Avellaneda, pero su carrera como técnico está siendo tan intensa como cabía esperar. Seis equipos, tres competiciones, cuatro títulos y sólo un par de pequeñas interrupciones por decisión propia son las paradas de un recorrido que, manteniendo el destino, ha cambiado de ruta. El «Cholo» parece el mismo que cayó contra Independiente un día de febrero de 2006 o que unos meses más tardó ganó en Liniers un desempate por el título ante Boca Juniors, pero no lo es. Es cierto que su carisma sigue llenando el vestuario, que sus equipos gozan de una ambición inquebrantable y que continúa situando el fondo por encima de las formas, pero tras los reveses en River Plate y San Lorenzo algo cambió. Necesitaba dar un paso a un lado para ser capaz de dar dos hacia adelante. «No me interesan los débiles, ni en la vida ni en el fútbol. Aunque tenga dudas internas debes tirar siempre para adelante», manifiesta convencido. Dudando o no, al transformar la acción en reacción se encontró a sí mismo. Comprendió el valor del pase lateral, las posibles ventajas de la contención en campo propio y los obvios problemas que conlleva el exceso de vértigo. Así logró ampliar su concepción del juego y así ha sido capaz de construir un proyecto ganador en lo que parecía un descampado. Creciendo y evolucionando, confirmó que detrás del gran motivador sí había un talentoso entrenador. Sin embargo, sigue sin ser suficiente. Cada día se puede dar más, cada día se puede ser más. «Soy competitivo, si no estoy entre los diez mejores entrenadores es porque tengo que mejorar». Y lo hará.

 
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Vídeo presentación: «Diego Pablo Simeone, entrenador»
youtube.com/watch?v=vvqX9SyxeX8

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50 comentarios

  • @DavidLeonRon 29 noviembre, 2012

    Ole, ole, ole, Cholo Simeone ^^

    Felicidades Quintana ^_^

    «un centenar de partidos con Argentina, a la que defendió en tres Copas del Mundo y con la que ganó otros cuatro títulos»

    Juer, no sabía que había ganado tanto (siendo «tanto» nada en Argentina si no ganas un Mundial). Tiene dos Copas América.

    “No me creo ofensivo ni defensivo, sólo soy un técnico que quiere ganar y hace todo lo posible para lograrlo”

    Para mí, esta sentencia me predispone positivamente en un entrenador. Las etiquetas son la gran mentira del fútbol. Eres lo que tienes en plantilla, y nunca tendrás dos cosas iguales.

    «El Apertura 2006/2007 se tendría que decidir en un duelo directo en Liniers: Boca contra Estudiantes»

    Lo recuerdo perfectamente. Ese partido lo tenía ganado Estudiantes de antemano. Boca llegó hundido. No fue normal el título que dejaron pasar.

    «Fue doloroso, muy doloroso»

    También me acuerdo de esto. River tiene una obsesión muy negativa con la Libertadores. Van 16 años sin ganarla y por medio Boca no paró de sumar y de jugar finales. Aquella derrota desgastó.

    «Del campeonato al farolillo rojo solamente pasaron cinco meses»

    Resumen dramático del fútbol argentino.

    «Su debut en Málaga»

    Madre mía, la de palos que se le pegó al hombre por aquel partido ^^

    Curiosamente, creo recordar que me porté bien con él. Se le criticó el cerrojazo en La Rosaleda, yo creo que de manera improcedente.

    “Para cambiar la camiseta del Atlético de Madrid al final del partido, el rival tendrá que darme dos. La del Atleti vale más”

    Esta frase es la locura. Simeone es otra cosa. Es el Guardiola del Atlético de Madrid, no ya por títulos, sino por las connotaciones, por su historial con el club, por su capacidad de influir hasta la hipnosis en el futbolista y en la masa social… Es tremendo.

    Enorme Cholo, y enorme Quintana!!

    Respond
  • @SharkGutierrez 29 noviembre, 2012

    Alguien comentaba el otro día que «el mundo no estaba para tantas parafernalias y elogio fácil» y puede que tenga razón. Pero los elogios y la «parafernalia» que ello supone, hay que ganarsela, de verdad. Sin ánimo de ofender, el Atlético puede haber encontrado a su símbolo. A su Pep Guardiola del Barça, a su Javier Clemente del Athletic, a su Joaquín Caparrós del Sevilla. Algo más que un entrenador, algo más que un futbolista.

    Es un técnico notable que tiene la suficiente flexibilidad táctica, la suficiente motivación, la suficiente intensidad que siempre exige el Calderón. Un escenario que pisa, que vive, que siente; en definitiva: su casa.

    He estado leyendo este artículo atentamente (así como algunos enlaces y guardar enlaces youtube de sus ruedas de prensa para ecucharlas con atención) y he recogido algunas citas del excelso en prosa y sentimiento así como totalmente descriptivo Miguel Quintana como de Diego Pablo Simeone. Creo firmemente que esas citas muestran el paso de sus etapas: «no todo es libreto, no todo es ser ofensivo o defensivo, es algo más: es una pasión».

    – «Así fue, es y será Simeone. Una persona pasionalmente racional o, mejor dicho, racionalmente pasional, que parece lo mismo pero no lo es.»

    Aquí creo personalmente, que son ambas cosas y ninguna al mismo tiempo; ha encontrado su pasión en la razón futbolística y su razón en la ejecución de la idea de juego. Aún así el Modelo de Juego sigue inacabado porque él sigue aprendiendo.

    – «A fin de cuentas “una pasión es una pasión”. Una vez agarrado el puesto, Simeone debía adaptarse a la situación»
    – «Llego con ilusión y con ganas de trabajar. No me asusta venir al Atlético ni la responsabilidad, es algo que me entusiasma/apasiona”

    Adaptación mediante la pasión. Lo que resume el artículo es que la pasión puede con todo y con todos.

    – «pero al encontrar jugadores que entran muy bien en el 3-3-1-3, ese es mi dibujo. ¿Por qué? Porque hay orden y no hay error; después está en la fantasía de cada uno de los jugadores. Pero, ojo, que jugando de esta manera expones mucho espacio hacia atrás, por eso necesitas mucha coordinación y estar bien físicamente. Es una manera de jugar muy agresiva, donde el “5″ es clave porque no tiene derecho a perder la pelota. Perderla significa situación de gol ineludible para el rival”

    – “Había dos opciones: entregarse o seguir peleando. Esa noche, en la que no nos dormimos hasta las cuatro de la mañana, le dije al cuerpo técnico que íbamos a salir campeones. No soy de decir esas cosas, pero estaba convencido”.

    – «A la hora de comer, Germán debía apresurarse en coger sus cubiertos para evitar que Diego los utilizara para divagar sobre sistemas, movimientos y estrategias. Cucharas, vasos, saleros o lo que bien pillase a mano, todo objeto servía para discutir de táctica. Y es que en esa mesa no sólo comía un entrenador, sino también su perfecto ayudante. “Siempre nos tiramos ideas, pero yo sé hasta dónde puedo llegar. Respeto mucho la opinión de él, que es el DT. Aunque nos conocemos tanto que uno sabe ubicarse.»

    Razón y pasión. Poco más que decir.

    – “Es mejor jugar bien. Y yo prefiero jugar bien a jugar lindo”.

    Algo que todavía mucha gente no alcanza a entender. Jugar bien nunca será jugar bonito o vistoso. Es mecánico, es órden, es intensidad, es sólidez es…pura ejecución.

    Respond
  • @SharkGutierrez 29 noviembre, 2012

    – "El equipo cerraría con cuatro defensas de forma fija”
    – "“Dejado atrás el vértigo, la influencia de Bielsa cada vez resultaba más matizable. Simeone compró un nuevo libreto, lo organizó en base al ser reactivos y trazó como objetivo indispensable un mayor equilibrio en el juego. “Creo que siempre hay que tener la palabra equilibrio como ejemplo. Hay momentos del partido en el que necesitas pausa y en otros, velocidad. La pérdida del tiempo te hace perder espacios en cuanto al ataque y ese ataque no está más, porque los equipos se cierran rápidamente. Pero todo el partido no puedes atacar rápidamente, en algún momento el equipo tendrá que descansar con la pelota. Tener jugadores dentro del campo que interpreten cuándo atacar rápido y cuándo jugar un poco hacia los costados para sostener la pelota, es lo ideal."

    Flexibilidad táctica, aprendizaje de sus rivales; adoptó la idea de juego a su modelo y lo ha hecho suyo, inconfundible. Tanto es así, que el Catania apenas ha variado en lo que estuvo él. Ya no era ese técnico imberbe, impoluto y recién abandonado el fútbol. Ahora es más que eso; reflexiona, se adapta, evoluciona. Así es el Atlético de Madrid de estos últimos meses, un equipo que siempre evoluciona, que aprovecha su calidad diferncial, que tira de oficio cuando lo necesita. Que sabe defender con y sin balón; que pueden cambiar 11 hombres y tener la misma idea: intensidad, presión, contra. Que sabe tener la pelota, que sabe cuando soltarla; un equipo difícil de batir (solo si tiene una muy mala noche). Así es el Cholo Simeone a grandes rasgos.

    -"Diego Pablo Simeone es el escudo, el orgullo y el carácter. Es la recuperación de un amor propio que, salvo en contadas ocasiones, parecía recluido al Vicente Calderón."

    El Atlético de Madrid será más probablemente que cualquier otro club con el que nunca haya tenido una vinculación de ningún tipo por muchos motivos. Pero representa un cambio de esencia del equipo colchonero: lucha, garra, orgullo, corazón, carácter; palabras intangibles que llegan a todos y a todo por igual.

    Desde aquí, un humilde servidor os da la enhorabuena al equipo de Ecos que ha trabajado en el video de presentación, por la documentación, por el artículo fantásticamente escrito por Quintana por y para toda la comunidad, ya que en muchos aspectos, yo siento familiar a Simeone; porque mi abuelo en paz descanse, era como él y estaría orgulloso de lo que está haciendo el Atlético de Madrid.

    Respond
  • Psikofilo 29 noviembre, 2012

    @SharkGutierrez

    "Pero representa un cambio de esencia del equipo colchonero: lucha, garra, orgullo, corazón, carácter"

    Cambio… Sí, bueno respecto a la última década y media es innegable. Pero la palabra exacta sería "recuperación". Simeone ha arrancado en zona de relevo para recibir, si quiere y le dejan, el testigo de Luis Aragonés.

    (Es frase de la camiseta "“Para cambiar la camiseta del Atlético de Madrid al final del partido, el rival tendrá que darme dos. La del Atleti vale más” es comparable a esa de Luis al cuarto árbitro cuándo éste le amonestaba por salir de la zona técnica"Y usted no pise tanto ese escudo [pintado sobre el césped] que es el del Atlético de Madrid").

    Respond
  • @migquintana 29 noviembre, 2012

    Durante estas semanas encontré anécdotas, declaraciones y varios detalles para escribir toda la biografía de Simeone. Dudo mucho de que su vida no tenga días útiles o bien aprovechados. La exprime al máximo y así contagia al resto. Tiene un carisma inigualable, una ambición que no conoce límites y un talento que aún nos sigue sorprendiendo.

    @David León

    Es importante destacar lo que señalas, lo negativo de las etiquetas en el fútbol. Cada entrenador tiene su marca, pero de ahí a la generalización va un trecho bien grande. Como él explica, lo importante es el convencimiento en una idea y el saber para lo que está preparado el equipo.

    @Shark Gutierrez

    Su adaptación a los jugadores y al contexto cada vez es mayor, es uno de las características más importantes de su evolución. El mejor símbolo de esto es lo que hace con Arda Turan y Diego. Tras el partido del Málaga todos hablábamos sobre si Simeone apostaría por ellos cambiando un poco su ídea o preferiría jugadores de más esfuerzo para poder llevarla a cabo, pero al final logró ganar a ambos para la causa sin perder una gota de sudor. Es fantástico, vaya.

    Respond
  • Abel Rojas 29 noviembre, 2012

    Lo que es la inteligencia y la personalidad en el fútbol… ¿Cómo puede un discípulo de Bielsa acabar diseñando tras tan solo 6 años de carrera el actual Atlético de Madrid? Un equipo que juega mejor sin balón que con él, que no asume ni un riesgo innecesario, que es la cima de la ocupación de espacios en zona durante la defensa posicional o que, mismamente, cuando recupera atrás y lanza la transición ofensiva, al llegar arriba suele pararse, en vez de culminar en contragolpe.

    A ver… ¿se os ocurre un equipo de élite más chocante con respecto a la Filosofía Bielsa que este Atlético de Madrid? Y sí, ya sé que todos chocan contra esa Filosofia, porque es extraña y única, pero más que este Atleti, poquitos.

    Respond
  • aguilera79 29 noviembre, 2012

    @Abel Rojas

    "(…) cuando recupera atrás y lanza la transición ofensiva, al llegar arriba suele pararse, en vez de culminar en contragolpe."

    En ese sentido es en el que el partido de la Supercopa fue ejemplar. En eso y en la diferencia entre replegarse entorno al balón o hacerlo simplemente corriendo hacia atrás.

    Respond
  • @Miguel_Canales 29 noviembre, 2012

    Yo es que veo al Cholo bastante Luis Aragonés de los 90 y primeros años del 2000 que Bielsa. Ese modelo típco de Atlético Madrid, Sevilla, incluso Betis. Eso del 3 atrás era muy de Luis antaño, presión arriba, verticalidad, líneas muy adelantadas. A Luis se le consideraba en esa época en España como el Rey del Contraataque. Nada que ver con el Luis de la Selección, pero nada de nada. Laterales muy largos, juego a todo trapo, poca preocupación por la posesión alta.

    Lo veo mucho más Luis que Bielsa

    Respond
  • Abel Rojas 29 noviembre, 2012

    @ Canales

    Pero es que yo no veo a Simeone tanto, tanto de contraataque. Tú fíjate… sus dos jugadores más importantes son "lentos", Arda y Falcao.

    Tiene cositas de Benítez también, ¿no? (si bien este también es de contra) Aunque a mí me entusiasma más, quizás por su mayor carisma y por su capacidad para manejar a las estrellas más difíciles. Ej: creo que Benítez nunca hubiera sacado de Diego y Arda como pareja el rendimiento que el Cholo le sacó SIN balón, y eso fue base para que el ataque posicional fuese más rico.

    Yo creo que estamos ante algo muy grande con el Cholo Simeone. Me dirás "bueno, pero es un caso como Pep, está en su club, habrá que verlo fuera, tal y cual". Puede ser, pero más allá de que yo creo que Pep lo va a hacer bien allá donde vaya, lo del Cholo tiene un matiz muy importante: no tiene a Messi. Y otro más: tampoco "a la Selección Española". Y este hombre está ahora en ritmo de 100 puntos -suma alcanzada sólo 1 vez en la historia- y ha machacado a Athletic y Chelsea en sus partidos más importantes…

    Ojito, mucho ojito, a la que va a montarle a Mourinho el sábado. Para mí, en cuanto a banquillos, será el duelo de la temporada. Y te aseguro que no sé a quién darle la ventaja. Espero barbaridades del Cholo pasado mañana.

    @ Aguilera79

    Es que es eso. Es que el Atleti nunca corre hacia atrás!! Eso es flipante.

    Respond
  • Juan 29 noviembre, 2012

    Dos cosas:

    Una erratilla: DIces que es el primer titulo continental del Atletico. Es el segundo. Imagino que querías poner que era el primero despues de mas de 40 años 😀

    Segundo, y esto me preocupa mucho. Termina contrato en junio y todavia no ha renovado.

    Respond
  • @migquintana 29 noviembre, 2012

    @Juan

    Tienes toda la razón, se me había pasado la Recopa de Europa del 62. Gracias por la corrección, Juan! 😉

    En el tema de la renovación yo pondría un asterisco. Más que nada porque Simeone no ha tenido ningún problema en rescindir cualquier contrato que le ligaba a un club. De hecho, es que lo ha hecho en todos los equipos, de forma acordada o no, salvo en su primera etapa en Racing. Entonces, ligarlo a un contrato tampoco parece una certeza. Sí debería serlo que se confíe de verdad en este proyecto, que mantenga las bases del equipo y que, por supuesto, se le deje trabajar. Ojalá esté muchos años en el Atlético de Madrid, la Liga necesita recuperar al ''Glorioso'' de una vez,

    Respond
  • @chopi_8 29 noviembre, 2012

    Brutal Quintana, enhorabuena! No he podido evitar la tentación de 'escaparme mentalmente' del trabajo para dedicar unos minutos a esta gran pieza entorno a uno de los técnicos de moda -con merecimiento- en la actualidad.

    Ya no solo como antagonista a Bielsa y sus equipos, el 'Cholo' es como un rara avis en la Liga BBVA, cosa que se agradece cuando eres espectador neutral y ves al Atleti…excepto cuando juega contra tu equipo. Para qué engañarnos ^^. Porque en este Atleti ha logrado no solo unir a club y afición, alcanzando un grado de identidad brutal entre ambos, sino que futbolísticamente ves como su equipo compite como el que más y se adapta a cualquier rival o contexto. Su temporadón está siendo increíble. Solo a 3 puntos de un invicto Barça. Ambos registros de récord.

    Lo que pregunta @Abel…pues a bote pronto se me ocurren poquitos que choquen tanto con la filosofía Bielsa… Habría que mirarlo

    Respond
  • @chopi_8 29 noviembre, 2012

    Más que nada porque el Atleti es eso, un poco rara avis ahora mismo… O al menos a mí me lo parece.

    Respond
  • Jesús S. 29 noviembre, 2012

    Que pena que Simeone nunca vaya a poder entrenar al Real Madrid. Es el único que a mí me dejaría satisfecho cuando Mourinho tenga que irse y encajaría muy bien en el Bernabéu.

    Mañana nos la va a liar. No veo en el madridismo la estabilidad que se necesita para vencer a Simeone.

    Respond
  • Larios84 29 noviembre, 2012

    Yo tambien opino que aunque en sus inicios en Argentina bebiera mucho de las fuentes "bielsistas", ahora tiene mucho mas del Luis Aragones contragolpeador e intenso, y de esos equipos de Benitez, que de Bielsa.

    Esta claro que es un conglomerado de diferentes fuentes, mas bien diria un "cholomerado", o que a creado un sistema tactico "cholonista" o "Simeonista", que adapta sus jugadores al mejor esquema posible, pero que lo que mas le importa es que los jugadores sepan que tienen que hacer y que lo den todo.

    Aunque seguramente vea el partido en diferido del sabado, ya que no puedo; como madridista me aterra la idea de enfrentarme a este monstruo de los banquillos, veremos a ver como de entonado esta Mou para este envite, ya que creo que es su mayor rival en los banquillos en cuanto a la Liga, tras la marcha de su "amigo" Pep.

    Me aterra como madridista, pero como amante del futbol, me alegra que haya esta difersidad de entrenadores de este nivel en nuestra liga

    Respond
  • OsKar108 29 noviembre, 2012

    Solo puedo decir: ¡¡¡¡UN TRABAJO EXCELENTE!!!!

    ¡Saludos!

    Respond
  • unoMás 29 noviembre, 2012

    Vaya currazo Quintana, enhorabuena.

    Muy de acuerdo al artículo en general aunque sigo sin ver una linealidad entre ganar un título y descender el equipo que me convenza realmente más allá de romántico "Argentina es así". ¿Qué pasó en River?

    @Abel

    De acuerdo en la visión aunque no soy tan optimista con el Cholo de cara al sábado porque Mourinho y su grupo están muy señalados y parece que muy al límite de colisión y es cuando dan lo mejor de sí. De hecho cuando se presupone tanta igualdad en un duelo se cae bruscamente para uno de los dos lados.

    "Yo creo que estamos ante algo muy grande con el Cholo Simeone. Me dirás "bueno, pero es un caso como Pep, está en su club, habrá que verlo fuera, tal y cual". Puede ser, pero más allá de que yo creo que Pep lo va a hacer bien allá donde vaya, lo del Cholo tiene un matiz muy importante: no tiene a Messi. Y otro más: tampoco "a la Selección Española". Y este hombre está ahora en ritmo de 100 puntos -suma alcanzada sólo 1 vez en la historia- y ha machacado a Athletic y Chelsea en sus partidos más importantes… "

    Aqui discrepo porque creo que cada uno tiene lo que se trabaja, no?? Es decir, del Messi que coge Pep al que deja hay un trabajo y una inversión muy grande. Lo mismo con la filosofia del FCB que dota de jugadores con esas características que en épocas no tan pretéritas le hacían más daño que beneficio. Sería como decir, con toda la distancia que querías darle, que el Cholo "tiene" a Falcao, pues si, pero el potencia y automatiza el colectivo para exprimir hasta el último gramo de su futbol.

    O así es como creo ver yo al entrenador: algo que potencia individualmente a todos para lograr eso en el colectivo. Partiendo de lo que se le da pero intuyendo o edificando hacia ello, no??

    Respond
  • @al_bertinik 29 noviembre, 2012

    Magnífico repaso. ¿Quién iba a pensar que aquella historia que empezó esquivando pedradas en el Cilindro iba a tener un desarrollo tan dulce? http://www.youtube.com/watch?v=Xg3AGhAjxKo

    El Apertura 06 en el que Estudiantes priva a Boca que del tricampeonato nada menos es grandioso, pero desde entonces el balance de sus resultados no daba idea de que pudiese rendir a tanto nivel como entrenador en una liga como la española.

    Respond
  • Wjcmha 29 noviembre, 2012

    😮

    Que currada dios mio…

    Respond
  • Abel Rojas 29 noviembre, 2012

    @ UnoMas

    Pues creo que no se puede discrepar demasiado en esto… Tener a Messi te da posibilidades que no tienes y no vas a tener sin él. Guardiola por muy bien que lo haga nunca va a tener a otro como éste. No es Falcao. No es Ronaldo, siquiera. Es Messi.

    No se trata de hacerlo bien. Lo del Barcelona ha sido algo distinto. Hablamos del mejor equipo de la historia. Ha requerido de un trabajo perfecto e inmejorable de su entrenador, pero a todos los efectos constituye una excepción extraordinaria porque es irrepetible. Es que mismamente un entrenador con el mismo talento que Pep que no se llamase Pep, ya de por sí, hubiera sido mucho peor.

    Lo del Cholo, pese a ser un ídolo en el Calderón -tampoco es uno de los 25 jugadores más importantes de la historia del club, eh?- me parece un trabajo muchísimo más extrapolable.

    Yo creo que es evidente, la verdad.

    Otra cosa es que algunos tengáis puesta la alarma para saltar ^^ Que es tu caso, como te he dicho muchas veces. No se está hablando ni de méritos, ni de éxito, ni nada de eso. Se está hablando de que lo del Cholo parece un trabajo que, con sus matices, es perfectamente aplicable al 95% de los clubes a los que vaya. Y seguramente, en muchos, con más facilidades. Guardiola nunca jamás va a poder dirigir a un club como dirigió a su Barça, por multitud de motivos. A menos que regrese al Barça y, por azares de la vida, le toque otro Maradona, lo cual sería otra excepción. Algún técnico entrenó a dos entre Di Stefano, Pelé, Cruyff, Maradona y Messi? Puede ser, pero a bote pronto diría que no.

    Respond
  • @IArchondo 29 noviembre, 2012

    Brutal. brutal, brutal. ¡Cuánto contenido! Para el sabado espero un partido enorme, pero de los grandes grandes.

    Eso sí, una corrección. La derrota del River del cholo contra San Lorenzo en la Libertadores fue en octavos de final, no dieciseisavos (esa instancia no existe). Lo recuerdo bien. Ese San Lorenzo se había montado para ganar la Libertadores por primera vez gracias a una enorme inversión. Llegaron D'Alessandro, Placente, Bergessio,… y tras esa histórica remontada se sintieron más cerca del título que nunca, pero finalmente perdieron con la Liga Deportiva de Quito que terminó saliendo campeón. ( http://bit.ly/YtK3my )

    Respond
  • unoMás 29 noviembre, 2012

    No hombre ^^ , también y desde un comentario concreto me sueles interpretar en esa onda de alarma solo '¬¬

    Sólo quería transmitir mi visión con el tema "trabajo entrenadores-jugadores que se disponen": creo que es un continuo muy dificil de separar o fraccionar.
    Encima en ambos casos que citas, Pep y Cholo, cogen plantillas que dan lástima en la regulardiad (liga porque en torneos del Ko eran solventes, quizá hay se nota más el peso, de los jugadores puros), incluidas sus estrellas, y las llevan a ser dominantes semanal y diariamente, de ahí que nunca me guste que nos quedemos con "lo que se tiene". Que si, es el punto de partida y precisamente el ejemplo que citas es bastante irrepetible y único pero partiendo de los jugadores se puede lograr un trabajo u otro.

    Comparto al 100% tu contestación aunque parezca contradictorio pero del mismo modo "Cuántos técnicos no supieron aportar o enriquecer a jugadores para que se acercasen a su nivel máximo o incluso se plantease su acercamiento a ese Olimpo que citas??"

    Respond
  • @migquintana 29 noviembre, 2012

    @chopi_8

    Quizás el más diferente, ya lo hemos comentado alguna vez en @38ecos, sea Pellegrini. Y sí, Simeone es una rara avis… aunque ojo, que tenemos también en la Liga a Mendilibar, Caparrós o JIM. Y también a un Pepe Mel que ha cambiado a su Betis en unos meses… o incluso atención a lo que puede pasar con el Celta de Paco Herrera a partir de la victoria en La Romareda con una propuesta asentada en campo propio. Tenemos a los mejores, de eso sí que no hay duda.

    @Larios84

    A mí me parece que Simeone cambió un poco el bielsismo por el mourinhismo, si es que queremos categorizar su estilo un poco. De hecho, es que el Cholo siempre ha manifestado su admiración por ambos entrenadores. Si no me equivoco, hace no mucho dijo que Mourinho era uno de sus entrenadores predilectos. Y tiene lógica, claro.

    @unoMás

    Un cambio de rendimiento tan bestia es inexplicable, pero como apunto en el artículo hay varios factores importantes que ayudan a entenderlo. Lo de Ortega fue determinante, ya que no sólo había sido uno de los jugadores más importantes sino que además era el símbolo de River. Era una situación muy complicada de afrontar. Luego se fueron Carrizo, que había sido determinante, Alexis Sánchez, que daba sentido al estilo, y un Abreu que, aunque luego volvió, también era muy importante. Si le sumas la baja momentánea de Buonanotte, que había explotado justo antes, pues imagínate. Demasiados cambios, un clima que no era el idóneo y el contexto River.

    Por cierto, un River que en esa etapa no podía tener más jugadores conocidos para el fútbol español: Carrizo, Cabral, Ponzio, Buonanotte, Augusto, Alexis Sánchez, Falcao, Abreu…

    @al_bertinik

    Eso mismo me comentaba Kundera cuando estuve hablando con él. Simeone ya había ganado dos títulos, venía de hacer un final de temporada muy meritorio con Catania y había dejado a Racing segundo, pero realmente nunca habría proyectado que pudiera hacer algo tan sumamente grande. Es un salto gigantesco, que se puede interpretar que es en parte gracias a la sociedad Simeone&Atlético pero que también habla de su extremo talento como técnico. Es que, además, cada fin de semana se empeña en dejarlo patente. No deja lugar a debate: es muy bueno.

    @OsKar108 y @Wjcmha

    ¡Gracias chicos! La verdad es que Simeone es una personalidad increíble para extenderse hablando.

    @lArchondo

    Toda la razón. Creo que debí ver la nomenclatura de 1/16 y ahí cometí el error. Gracias por el aviso! 😉

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  • @DavidLeonRon 29 noviembre, 2012

    @unoMas

    "Aqui discrepo porque creo que cada uno tiene lo que se trabaja, no?? Es decir, del Messi que coge Pep al que deja hay un trabajo y una inversión muy grande. Lo mismo con la filosofia del FCB que dota de jugadores con esas características que en épocas no tan pretéritas le hacían más daño que beneficio. Sería como decir, con toda la distancia que querías darle, que el Cholo "tiene" a Falcao, pues si, pero el potencia y automatiza el colectivo para exprimir hasta el último gramo de su futbol"

    Es que como me dijo Arroyo una vez, Falcao no es Falcao de hace un año. No es el Falcao de Goyo Manzano, que también lo tenía, como Rijkaard tuvo a Messi en 2008. En ambas figuras hay un trabajo excepcional de sus entrenadores, táctico y muy especialmente mental. Ambos han sabido entender a sus estrellas.

    Fijaros como trata el Cholo a Radamel, lo tiene a masajes diarios. Como debe ser. Lo trata como un TOP-5 mundial y le da categoria diferencial con el resto de su plantilla.

    Respond
  • @PapitoOscar 29 noviembre, 2012

    Yo tenía un amigo, socio del Atleti desde tiempos inmemorables, aficionado a mezclarse con el Frente Atlético y que solía invitarme al Calderón a casi todos los partidos. Siempre repetía lo mismo: "Con once Simeones nos comeríamos el mundo"

    Que mejor forma de tener once Simeones que tenerlo en el banquillo.

    Este hombre ha entendido como muy pocos lo que es el espíritu atlético, y no, no es "ser el pupas", es otra cosa inexplicable que solo se puede entender si respiras la bruma del Manzanares.

    La primera frase que comentas resume mucho de su carácter incorfomista y es donde yo encuentro un gran paralismo con Guardiola; a pesar de ser figuras a nivel mundial, ambos sabían que todavía no le habían dado al fútbol todo lo que tenían, y ahora, desde el banco, se les brinda la oportunidad de hacerlo. No es casualidad que lo hagan desde el equipo de su corazón.

    Trabajazo Quintana, enhorabuena.

    Respond
  • Kay 29 noviembre, 2012

    Y este es el milagro que esperaba el Atleti. Y no por que gane o pierda. si no por las formas, lo que puede suponer a su demacrada mentalidad anterior.

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  • Larios84 29 noviembre, 2012

    @migquintana

    "A mí me parece que Simeone cambió un poco el bielsismo por el mourinhismo, si es que queremos categorizar su estilo un poco. De hecho, es que el Cholo siempre ha manifestado su admiración por ambos entrenadores. Si no me equivoco, hace no mucho dijo que Mourinho era uno de sus entrenadores predilectos. Y tiene lógica, claro"

    Esta bien tirada, pero creo que todos los entrenadores van cogiendo sus matices y definiendo o personalizando con matices sus propuestas tacticas y futbolisticas.

    A mi por ejemplo el mismo Luis Aragonés, adalid del contragolpe en España, se encontro que no tenia jugadores diferenciales en las bandas y no le quedo otra que alinear a todos los locos bajitos y le salio que ni pintado, pero eso es otro tema que cada uno lo vera de una forma claro esta.

    Se avecina como he dicho antes un gran duelo, parece ser que no debo volver a ver un derby para que gane el Atleti al Madrid en el estadio, ya que la ultima vez que estuve fue en octubre del 99, con un 1-3 y dos goles de un tal Hasselbaink y otro de Jose Mari, que 9.000 pesetas mas caras para ver al Madrid, me salieron caras, caras…

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  • @chopi_8 29 noviembre, 2012

    @Quintana

    "Tenemos a los mejores, de eso sí que no hay duda. "

    Totalmente de acuerdo. Confieso que cada vez estoy viendo más contenido nacional y menos parabólico. Y vosotros, gracias al 38 Ecos…habéis contribuido a ello también. Para qué negarlo ^^

    Pero sí, todos los DT que comentas…muy, muy interesantes. Tenemos una gran Liga en cuanto a riqueza futbolística. Ojalá todo aquello que no es deportivo/futbolístico en sí también estuviera a la altura que merece su juego.

    Respond
  • Abel Rojas 29 noviembre, 2012

    "Fijaros como trata el Cholo a Radamel, lo tiene a masajes diarios. Como debe ser. Lo trata como un TOP-5 mundial y le da categoria diferencial con el resto de su plantilla."

    Sin ánimo de restar lo más mínimo a quien hoy es, con claridad, el mejor ariete del mundo… Qué hubiera pasado si el Kun hubiese recibido un mimo y un equipo similar?

    Yo creo que el Balón de Bronce estaría tan adjudicado como los de Oro y Plata.

    @ Larios

    Pues te digo una cosa ^^ Yo creo que el Cholo no le va a hacer ascos a un 65% de posesión, en absoluto, cuando llegue a un club o un equipo que lo necesite. Es que lo veo súper versátil en ese sentido.

    Respond
  • Larios84 29 noviembre, 2012

    @Abel Rojas

    "Pues te digo una cosa ^^ Yo creo que el Cholo no le va a hacer ascos a un 65% de posesión, en absoluto, cuando llegue a un club o un equipo que lo necesite. Es que lo veo súper versátil en ese sentido"

    No lo dudo en absoluto de que así sea, por mas que su cultura de jugador la tuvo en el Calcio y en equipos digamos muy bilarditas y aragonesistas, no lo dudo que si tiene un Chelsea como el actual intente primar la calidad, siempre y cuanda hay aun equilibrio en sus equipos, que es primordial para que todo sistema sea bien efectuado, que haya un equilibrio defensa-ataque, sea cual esa, no puede haber muchos desequilibrios, a no ser que tenga unos tal Pepe-Ramos para barrer con todo a 15 metros de la linea del mediocampo, mas un Arbeloa de turno.

    Sobre este tema posesiones de balon:

    Frente al Sevilla tuvo segun datos que he mirado(y sin son erroneos ruego me corrijais), un 58% de posesion; frente al Osasuna un 55% en el Calderon tambien; frente al Malaga en el Calderon tambien, un 51%; frente al Betis en el Villamarin un 50%;, pero esta claro que la norma es que la posesion del Atletico Simeone sea entre un 38-42%, y que con esa posesion que es robar e ir directos al meollo de la cuestion(es decir que la toquen con verticalidad los Arda, Adrian and company para que defina Don Radamel Falcao)

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  • Arroyo 29 noviembre, 2012

    Ha dejado Quintana las 5 frases de Cholo más importantes en su opinión, aparecidas en el texto. La mía:

    "Tengo mis ideas muy claras. Sobre todo, lo que me gustaría es que mi equipo tenga una marca. Esa marca esperemos poderla transmitir porque es una cuestión de gustos, de elección de jugadores y de trabajo en los entrenamientos".

    "Me gustaría que mi equipo tuviera una marca y esperemos poder transmitirla". Para mí esta es la mejor. Impresionante. El 'esperemos' tiene ímplicito que si no lo consigue, fracasará. Y el porder transmitirla es fundamental. Yo lo he visto en estos 11 meses. El aficionado del Atlético quizás en su ideal, tiene una manera de jugar distinta a lo que ve, lo que ocurre es que ahora mismo ninguno cambiaría cómo juega el equipo hoy día. Cholo les ha hecho creer que esta es la mejor. Por eso habla de cuestión de gustos en esas marcas, y que si él la trasnmite, ha conseguido crédito. Con llo de la elección de jugadores, lo mismo. Ha transmitido a los jugadores qué son y para qué sirven, refuerza el autoesima de sus jugadores y crea bloque. Temas de Koke, Raúl, Gabi, Mario…

    De todas formas es un discurso tan magnético y potente que todas foman una estructura dialéctica arrolladora.

    @Abel

    Yo no tengo ninguna duda de que Agüero es mejor jugador que Falcao. En mi opinión. Hasta que Neymar venga a Europa, el número 3 europeo para mí es Agüero, hablamos de potenciales futbolísticos al 100%. Con Simeone, Agüero, junto a Adrián, Arda y tal, presionando, robando y saliendo a bandas, con espacios y tal…. Vamos, lágrimas.

    Respond
  • @DavidLeonRon 29 noviembre, 2012

    "Sin ánimo de restar lo más mínimo a quien hoy es, con claridad, el mejor ariete del mundo… Qué hubiera pasado si el Kun hubiese recibido un mimo y un equipo similar?

    Yo creo que el Balón de Bronce estaría tan adjudicado como los de Oro y Plata"

    No sé, ya sabes que yo ando depre con Kun. Cada vez me cuesta más creer en él. Y eso que luego ves las cosas que gotea, por ejemplo ante el Madrid, y te das cuenta que es una bestia. Como dice Arroyo, es mejor que Falcao, para mí claramente. Pero entre ser y demostrar, en fútbol hay un salto gigantesco que separa carreras. La del Kun me cuesta creérmela.

    Con Simeone habríamos visto algo más, un salto, seguro. En ese sentido, Mancini es una decepción absoluta. La misma que tiene el futbolista estando en Inglaterra, que no es donde quiere estar.

    A una escala infinitamente menor, para Agüero, 2014 puede ser también una tabla de despegue. Veremos cómo afronta ese Mundial, cómo llega y cómo sale de él. Es futbolista para no pasar desapercibido en su carrera.

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  • Victor_Acosta 29 noviembre, 2012

    Impresionante Quintana, maravilloso artículo como siempre descubriéndonos la carrera de Diego Pablo Simeone, muchisimas felicidades y gracias a tí, y a todos los que trabajais en Ecos por vuestro magnífico trabajo que hace que nos metamos un día si y otro tambien a esta gran página como es Ecos del Balón. Sé que no lo digo lo suficiente asi que voy a optar por decíroslo en vuestros artículos con mas de 1500 palabras, a ver si os animáis a ampliar siempre la extensión, que me dejáis con ganas de más todos los días ^^

    “Aunque estoy muy contento con lo que di, siempre pensé que podía haber hecho más"

    Estoy de acuerdo con Quintana, para mí esa frase es la que mejor resume el carácter de Simeone y mi preferida, no todos los que asuman ese lema serán los mejores, pero desde luego los mas grandes seguro que la tienen como una de sus máximas.

    Respond
  • AtiP 29 noviembre, 2012

    Que decir! Excelente articulo!

    Por estos lados quedó la sensación de Simeone como técnico incomprendido, sobre todo después de sus pasos por San Lorenzo y el segundo ciclo en Racing. Tal vez algunos de sus métodos no eran totalmente entendidos aquí y los mismos jugadores a veces se veían confundidos. De ahí viene esa idea de técnico "demasiado europeo". Aunque esta incomprensión habla peor de nuestro fútbol argentino que del propio Simeone. El caso opuesto al de otro técnico del Atleti como Carlos Bianchi, gran ganador acá, pero que en sus experiencias europeas no supo como llegarle a sus jugadores.
    Personalmente lo que más me gusta del Cholo es la idea de que el equipo está por encima de todo (se vio en el caso Ortega) y la búsqueda constante no solo de la victoria sino más importante de la superación.
    Como dicen algunos comentarios es verdad que no lo tiene ni lo tuvo a Messi, pero puede tenerlo! El mismo destino inevitable que lo unía con el Atlético lo une con la selección argentina y espero que ese momento llegue con Lio todavía en plenitud.

    Saludos desde Argentina.

    Respond
  • @migquintana 29 noviembre, 2012

    @Victor_Acosta

    Es como su declaración sobre lo de no haber estado entre los diez mejores técnicos del año (una tropelía, por cierto). Orgulloso de lo trabajado, pero siempre ambicionando un poco más. Su espíritu y personalidad le han llevado aquí… y no va a parar, creo que eso lo tenemos todos claro.

    @AtiP

    Exacto. Simeone ya ha sonado en más de una ocasión y, la verdad, es que yo quiero verlo con esta generación a toda costa. No sé cómo, porque me gustaría que continuase muchos años en el Atlético de Madrid, pero Kun Agüero y Leo Messi se merecen tener un seleccionador de su nivel. Además, es que hay pocos retos más exigentes para un técnico y, evidentemente, más estimulantes para Simeone en concreto.

    ¿Cómo imaginarias que sería esta Argentina con Simeone? ¿Optaría por un 4-3-3 tan agresivo como en Estudiantes? Lo dicho, sería fabuloso verle dirigiendo a la albiceleste. Seguro que David León disfrutaría una barbaridad.:)

    Respond
  • @DavidLeonRon 29 noviembre, 2012

    Yo soy Sabellista y del Cholo en el Atlético, así que que se queden las cosas como están ^^

    Además, la Selección Argentina no es un plato de gusto para un entrenador de este potencial. Yo al Cholo lo quiero en los grandes banquillos europeos, es su sitio.

    Respond
  • @Gasolero87 29 noviembre, 2012

    Que Simeone va a ser el técnico de nuestra selección post Sabella (Salvo que ganemos el Mundial) se paga 1,03.

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  • mrrealstinson 29 noviembre, 2012

    Yo siempre dije que Quintana estaba infravalorado.

    Respond
  • mrrealstinson 29 noviembre, 2012

    He de reconocer que el comentario sobre Mig lo había escrito sin leer el artículo. Pero ya lo he hecho.
    Indescriptible.
    40 minutos he tardado en leérmelo, y al final solo he podido levantarme de la silla y aplaudir (Prometo que lo he hecho).
    Me he quedado con muchísimas ganas de ver al Simeone jugador ahora mismo, de ver sus primeros pasos como entrenador y como no, de ver a ese River con Falcao, Alexis y el ''Burrito'' Ortega. Esto último lo tengo que hacer seguro (Si me recomendaís algún partido en especial os lo agradecería)
    Una única pega:
    ''El balón se cuela por la escuadra de Buffon,'' ¬¬

    Grande Quintana.

    Respond
  • Righteous 30 noviembre, 2012

    Sólo he leído trazos del artículo. Me falta tiempo. Pero muy grande.

    ¿Os acordáis de la famosa frase de Simeone cuando llegó? 😀 Anda que no le dimos cera aquí….

    Quintana, espero que te hayas visto el partido del Celta hoy. Toda la banda para los laterales. Inmensos.

    Respond
  • AtiP 30 noviembre, 2012

    Coincido con @gasolero87 salvo en que Sabella puede seguir después de Brasil aunque no salga campeón. Pasar la barrera de cuartos como objetivo mínimo y una eliminación posterior a esa etapa va a depender de las formas (eso espero a ver si alguna vez aprendemos!) Ahora si no sigue el candidato es Simeone.

    @davidleon

    yo también soy sabbelista pero como no me va a tentar a futuro en el banco de la selección! Disfrútenlo unos años más allá y después lo devuelven 😉

    @miguintana

    Los tiempos de las selecciones son mucho menores que en los clubes y no se en que medida puede afectar la falta de trabajo diario en ese objetivo irrenunciable de darle una identidad a sus equipos. Seguramente no va a chocar con la barrera del entendimiento con los jugadores porque el 90% juega en Europa, pero tengo miedo que choque con la opinión local en cuanto plantee algo medianamente defensivo (espero que no pero nunca se sabe). No puedo contestar que esquema usaría pero sí creo que trataría de mejorar y mucho 2 aspectos: la salida con pelota y la transición defensiva (otra vez los tiempos le pueden jugar en contra). Junto a eso lo que más me entusiasma de su posible selección es algo que logró muy bien en el Atleti: sacarle lo mejor a los jugadores de primer nivel (Leo, Di María, Kun y Pipita) y potenciar jugadores de segundo nivel y hacerlos jugar al máximo que es lo que tiene la selección en defensa y por los carriles.
    Que gane algo con la selección sería casi una reivindicación histórica para una generación de jugadores que quedó marcada más por fracasos que por alegrías, solo eso taparía su dolor, sobre todo el del 02. El Cholo no pide más ni menos que el compromiso total por la camiseta y lo respalda con trabajo. Eso como argentino y futbolero me alcanza y me sobra.
    Una última duda, vos (tu) sabes más de táctica pero no estoy tan seguro de que Estudiantes jugara un 4-3-3 tan definido, sino más bien 4-4-2 con Verón y Braña de doble 5 (el primero ,más de toque y el segundo de quite y pase rápido) y Galván y Sosa de carrileros (Galván mucho más marcado en esa función). Claramente Sosa con funciones más ofensivas pero el punto de arranque más retrasado que el de un wing. Lo digo más por ver las formaciones que algún partido así que seguro me lo puedes aclarar.

    Respond
  • @migquintana 30 noviembre, 2012

    @MrRealStinson

    Gracias, caballero. Te recomiendo verte algún partido de aquel equipo, seguro que no te aburrirías y, además, como dices, el cartel de jugadores que tiene es bastante curioso. Y eso que acababan de perder a Higuaín, que si bien no la había roto allí, lo de encadenar al Pipa con Falcao es una cosa muy bruta.

    @Righteous

    Es que lo primero que conocimos de Simeone fue muy impactante. Esa rueda de prensa, ese partido ante el Málaga, ese mantra de la intensidad… uno ya tiene una coraza hecha ante este tipo de discursos y pensamos que había más palabras que hechos. Eso sí, sólo tardamos un par de semanas en comprobar que, al menos, no todo quedaba ahí.

    No vi, no vi, sólo la alineación con Park, Bermejo y Aspas más los dos extremos. Si encima me dices que los dos laterales volvieron a parecer Schmelzer y Piszczek pues… ¡vaya tela! ^^

    @AtiP

    Son contextos y trabajos diferentes, pero es que ojo a lo que comentas. El Cholo ha convertido en brutalmente seguro a un equipo cuyo eje central son Godín, Miranda, Gabi y Mario Suarez. Estos cuatro jugadores, en teoría, no son jugadores para el nivel que están dando y esto viene a través del trabajo colectivo más la confianza. ¿Podría hacer algo similar con Argentina en unas demarcaciones que, obviamente, están trayendo más problemas que alegrías? Pues ojo…

    Sí, sí. Estudiantes salía en 4-4-2, de hecho está explicado en el artículo como bien dices con ese Verón+Braña. Se me fue la pinza en el comentario, básicamente, porque primero pensaba en cómo encajaría a los »cuatro titulares» (DiMa, Kun, Pipa y Leo) y luego en que equipo se podía parecer más a lo que me gustaría ver de Argentina. 😀

    Respond
  • Juankar 30 noviembre, 2012

    Bueno, bueno Abel Rojas se te olvida que Simeone tiene a un tal Falcao. Está claro que unos tienen a Messi y otros a Ronaldo pero es que Simeone tiene al mejor delantero centro del mundo y que no son solo los goles. Es todo el miedo que lleva a las defensas y todo el trabajo doble que lleva al equipo contrario.

    Tampoco creo yo que Simeone vaya a encontrar a un Falcao tan en otro equipo tan facilmente. Con ese gol lo mismo pero con esa agresividad y esos movimientos no sé yo.

    Respond
  • @Szakach 8 diciembre, 2012

    Y yo no había visto esto. Menos mal que acabo de ver un enlace en el twister. A favoritos ya.

    Respond
  • Arroyista. 11 diciembre, 2012

    El del bigote no es Arroyer? o.O

    Respond
  • Abel Rojas 27 enero, 2013

    Rescatamos este texto. Creemos que el Athletic Club-Atlético de Madrid es el motivo perfecto 😉

    @ Arroyista

    No ^^

    Respond
  • […] humanamente posible detener a Messi & Neymar? David Moyes, Manuel Pellegrini, José Mourinho, Diego Pablo Simeone, Carlo Ancelotti, Jurgen Klopp y Pep Guardiola serían los guardianes de la equidad. Ya están […]

    Respond
  • CALEÑO!! 1 mayo, 2014

    Todos los comentarios anteriores son de hace año y medio, pero el Cholo ayer ha llevado al Atletico a la final de la Champions 2.014, osea que ha seguido creciendo, ya sin Falcao pero con Diego Costa.
    Soy Colombiano y en los Partidos de nuestra Selección contra Atrgentina que jugaba Simeone, no lo podiamos ni ver, sobre todo cuando se agarraba con el Pibe Valderrama; Pero ahora lo del Cholo es admirable, porque la vehemencia con que jugaba los partidos, es la misma que le ha inculcado a sus jugadores y estos han entendido el mensaje y la aplican en la cancha, cosa que no es fácil, sobre todo con un equipo que tiene muy buenos jugadores pero no estrellas mediáticas.
    Vamos a hacerle fuerza al Atletico en Lisboa!!! Arriba Cholo!!!

    Respond
  • […] de Simeone en toda su globalidad. Para esto, recomiendo totalmente el artículo de Miguel Quintana, “Diego Pablo Simeone, Entrenador”, del que destaco dos frases del propio Simeone, que sirven de enlace con el análisis […]

    Respond
  • Victor Henriquez 9 diciembre, 2016

    El cholo es inmenso,tiene como entrenador la misma garra que tenia como jugador

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