“Vosotros aún no lo sabéis, pero a partir de ahora vais a jugar sin rivales. No vais a ver a nadie que no vista como cada uno de vosotros. No existirá la espera ni el refugio; no habrá espacios que valorar. Anhelareis el movimiento y la dinámica. Viviréis noventa minutos de actividad lúdica. Creedme porque si en algún momento perdéis ese sentimiento, seremos la nada”. Esta paráfrasis no se encuentra en Gallipoli (1981, Peter Weir), aquel juego de aventuras en el que sus dos protagonistas encuentran amistad en el simple hecho de competir corriendo, pero la película viene al caso. La dinámica en el fútbol sólo debe entenderse desde la búsqueda, de un espacio o del balón, surgida desde el deseo de poseer aquello sin descanso, con plena libertad y aún más disposición. Del éxito en la empresa quedará la fatiga en punto muerto. Correr es algo emocional.
La paráfrasis antes mencionada es dirigida en segunda persona del plural, con un interés exhortativo en el mensaje, terminando en una primera persona del plural,porque la respuesta del colectivo incideBielsa y Jémez comparten la conexión con sus jugadores en el preparador. Sentimiento mutuo y pertenencia como valor común. Agosto de 2011 o agosto de 2012; ahí comienza este artículo. Marcelo Bielsa comparte con Paco Jémez la exitosa conexión con sus jugadores desde la insistencia. Comienzo complicado, críticas al modelo, dificultades visibles para equilibrar sus propuestas… Sus ideas se sostienen desde la inculcación y la persecución del objetivo. El jugador cambia cada 24 horas y ambos entrenadores entendieron que del convencimiento en el modelo de juego nacería el sentimiento de ver solamente verde, red y balón. El Athletic, 365 días atrás, presionaba, mordía, atacaba, jugaba. Trayectoria satisfactoria más global que liguera, sí, pero creó una dinámica personal. La más personal.
Paco Jémez visita San Mamés en un momento similar, en el punto de cocción exacto en el que la levadura hace su efecto. El Rayo Vallecano tiene cuerpo, y es sostenible porque no duda. Probablemente tenga una de las tres plantillas con mayor déficit de físico y calidad de todo el campeonato, pero viene de ganar en Mestalla y de colarle tres golazos al Levante y otros tantos al Getafe. Ya no hay teorías que valgan, aunque sí algún giro copernicano mediante; la inmersión en la idea es tan profunda como estimulante. Once contra once, los leones tendrán seguramente nueve o diez posiciones en las que son superiores, pero qué más da, si son cosas de esta edad. En un choque donde no habrá mayor adaptación al de enfrente que la de un pulso que ganará el más creyente, los franjirrojos parten con ventaja. Es la convicción de divisar verde, red y balón.
Abel Rojas 11 enero, 2013
Arroyo sigue a lo suyo. Y la Liga también. Piti, Lass, CHORI -ojito a hoy este hombre contra Iturraspe- y Leo contra el sistema de Bielsa. A su vez, el Rayo también deja atrás espacios. Muniain debe resurgir ya, aunque creo que se trata de una cuestión física.
Deseando de ver este partido. Me parece imposible que salga aburrido.