La Rosaleda fue una fiesta, la lluvia no evitó que Málaga saliese a la calle y la historia que está quedando da para cuento de los bonitos, pero el equipo de Pellegrini jugó con suma seriedad. Es la lectura; el gran mensaje que queda tras el análisis. Los 9 puntos de 9, los 7 goles a favor y los 0 en contra no son producto de un mero estado anímico inspirador, no están ahí porque al Málaga le salga todo. Está fallando pases, no está creando tantas ocasiones como en Liga y le han pesado los tres principios de partido, uno tras otro. Todos sus triunfos se han basado en una lectura perfecta de cada situación y un crecimiento paulatino en los choques que no corresponde a un grupo tan inexperto. El Málaga no se está comiendo el torneo, está tratando con él como si lo conociese. «El Ingeniero» está muy por encima de la media como entrenador y profesor de fútbol. Todo esto es suyo.
El glorioso y sacudido heptacampeón de Europa desembarcó en el sur de España con la humildad por bandera. Ya desde la pizarra presentó Allegri sus respetos, cambiando su habitual 4-3-1-2 por un 5-2-3 que, a la postre, resultó un acierto.
La línea de 5 defensores fue un acierto de Massimiliano Allegri.
La jugada del penalti sobre Gámez (minuto 5 del vídeo) define parte de lo que ayer comentábamos sobre la creación de ventajas ofensivas delGámez y Eliseu no recibían tan arriba como les es habitual en su día a día Málaga: el lateral es lanzado en carrera, el interior y el punta se le ofrecen cerca y desde la soberbia calidad técnica van tejiendo los ataques. Normalmente, el último pase es diagonal y hacia dentro, razón por la cual por cada centro tirado el equipo regala tres o cuatro pases de la muerte. La profundidad llega así. De ahí que Allegri, precavido, no sólo edificase una línea de 5 (novedad 1), sino que encima levantó un doble pivote ante ésta (novedad 2). Con tanto hombre por dentro, De Sciglio y Constant no tenían por qué cerrarse, se quedaban esperando a Gámez y Eliseu, de manera que el Málaga no pudiera encontrarlos con la comodidad habitual. Y si éstos no recibían arriba, el equipo no ganaba posición, y la posesión quedaba demasiado retrasada. La primera media hora es un éxito de Allegri si valoramos únicamente los recursos de los que disponía y el uso que hizo de los mismos.
Joaquín e Isco, como siempre, invirtieron la dinámica del partido.
Durante esos primeros compases, Isco, Joaquín y Portillo -línea íntegramente andaluza- habían jugado bastante centrados, tal y como acostumbran, peroLos laterales de Allegri no entendieron el reajuste local visto que el desdoble por fuera de Eliseu y Gámez no estaba produciendo nada, cambiaron su colocación: Joaquín abierto en la derecha, Portillo en el medio e Isco abierto en la izquierda. Los dos genios, provistos de un regate mortal, eran anzuelos para Constant y De Siglio; recibían juntos a ellos, iniciaban la carrera hacia el centro llevándoselos consigo y limpiaban el carril para su lateral. El Málaga logró así la profundidad que no había tenido hasta entonces, si bien con una creación de ventajas tan trabajosa el caudal ofensivo nunca derivó en cascada. Las ocasiones iban cayendo por goteo.
Porque además del desempeño sin balón hay que hacer constar que con el mismo Allegri también tenía claro su plan, aunque no fuese ni ambicioso ni bonito. Concretando, los cinco milanistas con mayor volumen de pases fueron sus tres centrales y sus dos mediocentros. Teniendo superioridad numérica en la base, los italianos sumaron asociaciones sin ningún pudor ni pretensión, más allá de que el Málaga no tuviera la pelota para hacer cosas. Fue Iturra, centrocampista inconfundiblemente Conmebol, quien convirtió el 48% de posesión del primer tiempo en un 59 durante la segunda mitad, liberando su posición y yendo a presiones mucho más lejanas. Está a la altura de este Málaga de casi Octavos de Final de Liga de Campeones, y que no debe necesariamente quedarse sólo ahí. No hay tantos equipos superen el fútbol de los blanquiazules.
David_Leon 25 octubre, 2012
El Málaga lleva 5 goles encajados en 13 partidos oficiales. En muchos de ellos no contó con el que, quizás, es el mejor mediocentro en tareas defensivas de Europa.
Creo que es, con bastante, lo más llamativo de este equipo. Ha aprendido a perderla tan bien que su estructura está preparada para la respuesta del rival.
Y en ataque, dos genios. Ojalá lleguen fichajes antes de que Isco se canse y Joaquín se acabe. Quiero ver un nuevo saltito del Málaga de Pellegrini.