Los últimos coletazos del fútbol romántico | Ecos del Balón

Los últimos coletazos del fútbol romántico


A primeros de los 50, Europa hervía en partidos amistosos. Los equipos del Este de Europa, por aquello del Telón de Acero, eran todo un acontecimiento cuando viajaban por Europa occidental, y, sin lugar a dudas, la gran estrella de aquel ir y venir de encuentros era la selección húngara, una poderosa máquina de golear que exhibía su fútbol, mitad arte, mitad precisión inexorable, por todas partes.

Entre 1950, cuando reunió a su -segunda- gran generación de jugadores, y 1956, cuando los tanques de la Unión Soviética entraron en Budapest porque a los comunistas soviéticos les pareció que los comunistas húngaros no eran todo lo comunistas que a ellos le gustaría que fueran, aquella tremenda selección encadenó una serie de resultados casi irrepetible: 49 partidos, 42 victorias, 6 empates y una sola derrota. Bien es verdad que la derrota vino a producirse en el partido menos conveniente: la final de la Copa del Mundo contra Alemania en el Wankdorf Stadion de Berna. Pero fue considerada un accidente. De hecho, tras ella, los Magiares Mágicos siguieron apisonando a sus rivales como lo hacían antes de la trágica final contra los hombres capitaneados por Fritz Walter, mientras estos seguían vomitando y sufriendo de hepatitis e ictericia por lo que quiera que fuese el contenido de las jeringuillas encontradas por Walter Brönnimann –delegado del estadio- en su vestuario tras la final.

La aparición del fútbol socialista revolucionó un mundo dominado por la WM inglesa.

Tenían los húngaros un equipo repleto de talento, con jugadores excepcionalmente dotados para jugar en cada una de las posiciones del campo. Casi casi contaban con el mejor jugador del globo en cada posición, y ninguno de ellos estaba considerado por debajo de los 5 mejores, desde el guardameta hasta el centrodelantero.Los hungaros no sólo eran los mejores, sino también fueron los más innovadores gracias a Gusztav Sebes Eran además innovadores, gracias a un visionario como su entrenador Gusztav Sebes, y entrenaban de una manera que nadie había visto hasta entonces. Todo estaba controlado al milímetro, y en definitiva, eran lo más parecido a un equipo invencible que había existido hasta la fecha y por unas cuantas décadas más. Sebes, que no era un entrenador al uso, sino más bien una especie de Comisionado General del deporte húngaro, organizó todo el fútbol magiar en función de la selección. Cualquier jugador susceptible de ser seleccionado para el equipo nacional debería vivir en Budapest y jugar en un equipo de la capital. Así fue como equipos como el Kispest (renombrado Honved), el Ferencvaros, el Vasas o el MTK (renombrado Vörös Lobogó, Bandera Roja), aglutinaron a gran parte de los mejores jugadores del país. Esto fue así porque, gracias a la mediación del poderoso Sebes, todos estos jugadores que estaban en la órbita de la selección entrenaban 4 días por semana, entre 4 y 6 horas, con el equipo nacional, y sólo regresaban a sus clubes para las jornadas de liga en el fin de semana. Obviamente, dado el carácter amateur del fútbol en el mundo comunista, estos horarios de entrenamientos exigían que los jugadores fuesen también dispensados de sus diferentes ocupaciones laborales. Todo muy entre comillas, entendámonos. Además, no contento con esto, Sebes contaba en el organigrama de la selección nacional con algunos de los mejores entrenadores del campeonato local, como Marton Bukovi. Duros entrenamientos a nivel físico, jugadas y movimientos preconcebidos, inicios de las estrategias a balón parado… los Magiares Mágicos iban 10 o 15 años por delante allá en los 50.

Esta línea de innovación y talento comienza ya desde la portería. Gyula Grosics era un guardameta excepcionalmente ágil, con un físico privilegiado y que gustaba jugar fuera de su área, al contrario de lo que se estilaba en la época. Fue el precursor del portero-líbero. Poseía un juego con los pies más que aceptable, y la manera en que su defensa jugaba, con laterales muy ofensivos y centrales adelantados no le dejaba muchas más opciones. Los enormes defensores eran Geno Buzansky, Gyula Lorant y Mihaly Lantos, tres hombres de tremenda corpulencia, especialmente el primero, siendo Lantos una especie de carrilero con cuerpo de central -¿Briegel?- que marcó muchos goles para la selección. Les acompañaba, como central nominal, Jozsef Zakarias, que era un jugador que partía desde la defensa, pero al que era habitual ver paralelo a Bozsik en el centro del campo. Sería una de las claves del equipo húngaro, ya que cuando Hidegkuti bajaba al medio había 3 hombres, de tres perfiles totalmente diferentes, que le permitían al equipo de Sebes controlar la zona ancha. En el mediocentro contaban con el número 1 del mundo, Jozsef Boszik (sólo Pipo Rossi, el argentino que dirigía a “La Máquina” de River y posteriormente al famoso Millonarios de Bogotá –Pedernera, Di Stefano-, podía disputarle el puesto), un jugador de excepcional visión de juego y físico de acero, capaz de dominar él solo el medio campo.

La delantera contaba con el genio y la dinamita de Ferenc Puskas, el mejor goleador del siglo (84 goles en 85 partidos internacionales), el prodigioso remate de cabeza de Sandor Kocsis, el regate de Zoltan Czibor, la calidad y velocidadLa gran movilidad de su delantera desarbolaba cualquier defensa o esquema táctico de hombres como los hermanos Budai y Peter Palotas, y sobre todo con el prototipo de delantero centro moderno, que se mueve por todo el frente de ataque, baja a recibir, etc, que sería clave en el estilo de juego de la escuela del Danubio: Nandor Hidegkuti. Era un conjunto de ataque al estilo del Fútbol Total de veinte años después, tan pronto aparecían como Budai-Kocsis-Hidegkuti-Puskas-Czibor (sus posiciones lógicas), como Czibor-Budai-Puskas-Kocsis-Hidegkuti, lo que en una época en la que se estilaba el marcaje al hombre, desarbolaba cualquier defensa y cualquier esquema táctico. Ni que decir tiene que el movimiento más devastador para los equipos contrarios era aquel en el que Hidegkuti, como ya hacía en el MTK a las órdenes de Bukovi, retrasaba su posición hasta el centro del campo, sembrando la confusión entre los hombres que, en la rígida WM, debían marcarle.

En definitiva, este equipo es el embrión del 4-2-4 que luego aplicaría tan exitosamente la selección brasileña, gracias a Vicente Feola. Un entrenador que aprendió mucho durante el paso de Bela Guttmann por Brasil. Un Bela Guttmann que, antes de convertirse en leyenda con el Benfica, trabajó para el Sao Paulo en Brasil y, efectivamente, viajó muchas veces a su país –entrenaba en el extranjero- para trabajar en la concentración de la selección húngara durante esas interminables semanas laborales en Budapest. Sin olvidar que fue el descubridor de Puskas, y entrenador del Honved.

La consagración internacional del Aranycsapat –equipo de oro- llegó en su visita a Wembley.

Con estos mimbres y este estilo de juego, los húngaros impusieron su calidad en los Juegos Olímpicos de Helsinki, en 1952, tras derrotar a una gran selección yugoslava, y pasearse durante el resto del torneo. Los objetivos propagandísticos de Sebes y el gobierno húngaro empezaban a cumplirse. Pero nada fue tan decisivo para su paso a la historia como el 25 de noviembre de 1953. Los húngaros estaban ya metidos en una racha de 3 años sin perder, y su fama empezaba a cobrar tintes legendarios. Un poco al estilo de lo que había sucedido con el Wunderteam austríaco 20 años antes. Así que, para completar el paralelismo, los ingleses, altivos inventores del juego se habían atrevido a desafiar a Hungría en su Empire Stadium de Wembley (ese que entregaron sin piedad a la piqueta no hace tanto). Hasta entonces, desde el comienzo del fútbol, ninguna selección continental o americana había logrado derrotar a los pross en su propio campo. Además, contaban con un gran grupo de jugadores como Stanley Matthews, Billy Wright, Stan Mortensen, Nat Lofthouse, Tom Finney, Alf Ramsey… un equipazo sin duda, pero sobre el que ya se cernían ciertas dudas de su dominio, tras el ridículo espantoso que había hecho en el Mundial de Brasil ’50.

Esa gris tarde-noche de noviembre –cuál no lo es en Inglaterra-, Hungría los derrotó. ¡Vaya si lo hizo! Los Magiares Mágicos pasaron como un ciclón por Wembley y desde el primer minuto, cuando anotaron el 0-1 –merced a un maravilloso amago de Hidegkuti, seguido de un cañonazo a la escuadra- hasta el 90,«El partido del Siglo», así tituló The Times a la brillante goleada de Hungría a Inglaterra en su amado Wembley no hubo dudas de quién mandaba en el fútbol mundial. 3-6, a pesar de un arbitraje compasivo que salvó a los ingleses de un descalabro mayor. Hidegkuti arrastraba a su marcador por todo el campo –o no, lo cual era aún peor, ya que nadie sabía quién debía acudir a cubrirle-, los húngaros aparecían por todas partes, entrando como cuchillo en mantequilla en la sólida defensa inglesa y los goles caían como churros en la red de un desesperado Gil Merrick. La culminación de esta lección fue el primer gol de Puskas: recibiendo el balón en la esquina del área pequeña, pisó la bola burlando la entrada del considerado mejor central del mundo y capitán inglés, Billy Wright, y con esa misma pierna sacó un cañonazo ante el que el guardameta inglés nada pudo hacer. The Times tituló a la mañana siguiente a toda página: “THE MATCH OF THE CENTURY”. El partido del siglo, vaya. Los demás partidos del siglo, que a razón de media docena por año y país hemos ido conociendo, son falsificaciones. El viaje de vuelta de los húngaros desde la estación de Victoria en Londres hasta la capital húngara fue un homenaje contínuo: en Holanda, en Suiza, en cada estación de tren debían bajarse, saludar, firmar autógrafos, recibir flores… ¡¡¡Europa les amaba!!!

Los ingleses, heridos en su orgullo, pidieron la revancha, y los húngaros, aceptaron. Sería poco después, pero esta vez en el Nepstadion de Budapest, la guarida del lobo. La revancha fue de todo menos eso. Uno tras otro los goles cayeron en el saco, hasta un 6-0 que humillaba aún más al equipo de los Tres Leones, al que un penalti inexistente permitió marcar el gol del honor, por medio del delantero Ivor Broadis. Como la cosa no podía quedar así, los irrespetuosos magiares añadieron aún otro gol más. 13 goles se habían llevado los maestros en dos partidos. Una pesadilla. Tras estos dos partidos, hubo aún dos más donde el futbol socialista, como lo había bautizado Sebes, demostró su hegemonía. Viajaron a Hampden Park para meterle 4 a los orgullosos escoceses y luego el Honved recibía en Budapest al fantástico Botafogo brasileño, donde jugaban Garrincha y Nilton Santos, al que agasajó con 6 goles.

Por todo esto, cuando en diciembre del 54, el Wolverhampton Wanderers -los Wolves para los amigos-, campeón inglés, recibía en su estadio de Moulineaux Grounds al Honved (el equipo madre de los Magiares Mágicos), toda Inglaterra vio la oportunidadTras ganar al Spartak de Moscú, Inglaterra esperaba la revancha frente al Honved de sacudirse un poco ese complejo que los húngaros le habían inculcado a base de goles. Poco antes, los Wolves, como preparación para este partido, habían derrotado al reputado Spartak de Moscú, a la sazón, campeón del potente campeonato Soviético. Ya esta victoria contra el Spartak fue vista como una pequeña venganza y demostración de fuerza, porque diez años antes, el Dinamo de Moscú que tenía como estrellas a Konstantin Beskov –otro de los precursores de la figura del falso 9, y posteriormente seleccionador soviético- y a Alexei el Tigre Komich -un porterazo que mantuvo años a su sombra a Lev Yashin-, había hecho una gira demostrando grandes cosas a los mejores equipos ingleses, especialmente al Chelsea. De todos modos, no convenía lanzar las campanas al vuelo, porque lo que se venía era el Honved, y la cosa podía acabar con una enorme callada de boca.

Ese 13 de diciembre, cuando el Honved saltó al estadio inglés y se puso 0-2 en ventaja, Inglaterra contuvo la respiración. ¿Una nueva humillación? No podrían resistirlo. Era una ocasión especial, se estrenaba la iluminación artificial en el estadio, los Wolves vestían camisetas de una tela brillante para dar una imagen casi celestial en televisión –en combinación con el resplandor de los focos-… Algo había que hacer… y lo que se hizo fue un manguerazo histórico. Así, en una segunda parte apoteósica, los Wolves de Billy Wright remontaron y ganaron 3-2. Kick and rush, kick and rush. La prensa inglesa reventaba en titulares a la mañana siguiente: “WONDERFUL WOLVES DO IT AGAIN!”, “WOLVES THE GREAT!”, “THEY HAD THE NELSON SPIRIT”, “NEVER A GAME LIKE IT”… A raíz de las declaraciones post-partido del presumido Wright, el Daily Mirror proclamó al Wolverhampton como el campeón de Europa -y del mundo-, ya que había vencido sucesivamente al Spartak y sobre todo al invencible Honved, que a equipos de todo el globo derrotaba.

Nadie suponía que aquel bendito manguerazo y aquellos focos alumbrarían el nacimiento de la más bella de las competiciones.

Pero al otro lado del Canal de la Mancha, Grabiel Hanot, el director de L’Equipe, escribió un artículo de respuesta en el que, además de demostrar su respeto a la hazaña del Wolverhampton, le recordaba que sus victorias habían sido en casa, y que no estaba tan seguro de que fuera de su estadio fuesen igual de fuertes. El artículo tuvo éxito, y el propio Hanot siguió desarrollando su idea en escritos posteriores: una competición entre campeones de liga a doble partido, entre semana y en festivos, siempre nocturnos, para que la gente pudiese acudir y una final a un solo partido y muchos otros aspectos, que, poco a poco, configuraron la Copa de Europa.

Se realizaron sucesivas reuniones, con periodistas, con presidentes de clubs europeos y con la propia UEFA, que vio inmediatamente que no se podía quedar fuera de tamaño proyecto. Bernabeu fue decisivo al dar un paso al que nadie se atrevía: el reparto mitad y mitad de las taquillas. Él, que tenía el estadio más grande de Europa, y evidentemente salía perdiendo, decidió sacrificar algo de dinero a favor de una gloria futura que el patriarca de Almansa parecía oler. Tras diversas negociaciones, algunas de ellas complicadas, ya que hubo federaciones como la FA inglesa que no permitió a su campeón –el Chelsea- participar, se llevó a cabo el primer campeonato, en 1956, que acabaría, como los 5 primeros, con victoria del Real Madrid, y con un éxito brutal a ambos lados del Telón de Acero.

A pesar de que en principio la UEFA también organizó una competición paralela entre selecciones de ciudades con grandes ferias comerciales, la Copa de Ferias, cerrada, excesivamente larga y mal organizada, aunque bastante atractiva, la idea de L’Equipe y algunos de los grandes clubes europeos, fue la que triunfó y se convirtió en la más importante competición del Viejo Continente, mientras la Copa de Ferias se acabaría transformando en la Copa de la UEFA. Así, gracias a una serie de circunstancias, de casualidades y de rivalidades, se llegó a la competición de clubs que más expectación levanta. En un tiempo difícil sirvió para ayudar a la vertebración de una Europa que aún sufría las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial y que unía por igual a democracias y dictaduras, repúblicas, monarquías y regímenes comunistas en la pasión por el balón. Además, con el paso de los años, nos ha descubierto a equipos, ciudades, jugadores, estadios, etc que siempre permanecerán en nuestras memorias y abrió, definitivamente, las puertas al fútbol de competición, profesionalizado y serio que conocemos actualmente.


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40 comentarios

  • sharkgutierrez 13 septiembre, 2012

    Primero felicitar a Sergio por tan buen artículo. Por otro lado me lleva a hacerle una pregunta mientras reflexionaba un poco leyendo el artículo.

    ¿Es el fútbol de los países de Centroeuropa y del Telón de Acero los verdaderos fundadores (además de artífices junto a otros como bien explicas en el articulo , parte importante para encender la chispa de crear competiciones europeas) del fútbol más vistoso de Europa, pero al mismo tiempo con menos recompensa?

    Lo digo porque Austria en los años 20; después de la guerra, la gloriosa Hungría que comentas; en los 60-70, la explosión de la URSS en el contexto internacional así como selecciones emergentes como Checoslovaquia y Polonia. En los 80, salvo el Steaua y el Videotón, todos se vinieron abajo.

    ¿No te parece que tuvieron poca recompensa para lo que aportaron al fútbol europeo en general?

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  • @migquintana 13 septiembre, 2012

    Brillante Vil. One more time. Pensaba decir que habría que dejar de ir felicitándote en cada artículo porque ya no es una novedad ni una sorpresa las muchas historias que tienes para contarnos y la amena forma de hacerlo, pero es que este es un texto del copón. Uno de mis favoritos. O mi favorito, que ya no sé ni mi top3. La evolución de un dominio espectacularmente tiránico, una victoria histórica y una revancha con matices por parte de un periodista de L’Equipe hacia la competición que nos pone cara de tontos cada martes y cada miércoles. Encima, esta vez viene con documentos históricos de esos que no están internet y que tienen un valor incalculable. Lo dicho, genial.

    Después de los halagos, claro, un par cuestiones: ¿cuál fue la trascendencia del Wunderteam? ¿tuvo un impacto similar al del Honved? Recuerdo haber leído en una Panenka un texto sobre uno de sus mejores jugadores el cual, al negarse a jugar con la Alemania nazi, murió en extrañas circunstancias y, claro, me interesó el tema. Por otro lado, al margen de lo comentado de Bernabéu sobre el tema del taquillaje… ¿hasta que punto fue clave en la creación de la competición? ¿había alguna connotación política, económica o de otro tipo que le hiciese apoyar tan decisivamente el proyecto?

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  • @DavidLeonRon 13 septiembre, 2012

    Sobre esa Hungría, es curioso como un país que debía haber levantado una Copa del Mundo (debía por nivel mostrado previamente a la final) ha ido cayendo tanto con el paso de los años. Desde hace mucho, Hungría es muy poco en el fútbol internacional, por no decir nada, ya que creo que no la he visto en una cita grande desde que veo torneos de selecciones.

    Sobre la Copa de Europa, pues poco que decir. Benditos aquellos que la crearon para nuestro gozo infinito.

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  • @adricapi 13 septiembre, 2012

    Lo primero de todo tiene que ser felicitar al crack Vilariño por su excelente artículo.

    Me ha llamado mucho la atención lo que se ha explicado de las jornadas maratonianas de entrenamientos (en un contexto, como bien dice en el artículo, en el que el fútbol era algo claramente amateur), y sorprende aún más sabiendo que en el fútbol hiper-profesionalizado de hoy en día, se entrena muuuucho menos de lo que lo hacían estos húngaros de hace 60 años. La verdad es que me vienen a la cabeza 1000 preguntas sobre el tema, dejo algunas por aquí por si alguien las sabe contestar:

    ¿Nadie en la época se decidió a "copiar" esos mega-entrenamientos de 6 horas, 4 días a la semana?
    ¿Durante cuánto tiempo mantuvo Hungría un "régimen de entrenamiento" de ese estilo, tan, aparentemente, diferente al del resto?
    ¿Tuvo algo que ver con su caída el hecho "perdiera" esos 10-15 años de adelante, en el sentido de que sus entrenamientos fueran cada vez más similares a los de sus rivales?

    Y dejo aquí una pregunta que me hizo mi primito de 8 años este verano mientras veíamos los juegos olímpicos de Londres 2012 y el comentarista explicaba la burrada de días y horas de entrenamiento que realizaban las chicas de la sincronizada (pero hay muchísimos otros deportes que servirían como ejemplo para lo mismo, casi cualquier acuático, de hecho).

    ¿Por qué los equipos de fútbol entrenan tan poco? ¿No serían mejores si entrenaran tanto como éstas chicas?

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  • Abel Rojas 13 septiembre, 2012

    La verdad es que lo de Vilariño logrando transmitir pasión cercana desde el conocimiento es un don.

    Cuesta encontrar equivalentes a Hungría en el fútbol moderno. No ya por el tema del sistema, pues la evolución táctica siempre es una constante, sino a nivel espiritual, incluso. El Madrid de los 50 está representado claramente por el propio Madrid. Tanto la Quinta, los Galácticos como el actual tienen rasgos ligados de manera muy estrecha. El Ajax de Cruyff es el Barça, es el Bayern es el Bayern, el… todo así. Lo que pasa es que claro, la semilla floreció justo donde germinó.

    Como el fútbol centroeuropeo no siguió creciendo, eso quedó aplastado. Por más que pienso, de los 80 para arriba no se me ocurre un equipo parecido al que bailó a Inglaterra en espíritu.

    Supongo que voy a decir una tontería, pero… ¿los mejores Arsenal de Wenger? Por decir algo lo digo.

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  • @DavidLeonRon 13 septiembre, 2012

    @adricapi

    "¿Por qué los equipos de fútbol entrenan tan poco? ¿No serían mejores si entrenaran tanto como éstas chicas?"

    ¿Cuál sería la ventaja de entrenar ese número de horas? No creo que les aportase un plus físico, así que habría que ir al plano táctico. Y no podemos comparar la necesidad de entrenamiento que tiene algo como la natación sincronizada (que es pura repetición, hasta el límite) con la inspiración y la imprevisibilidad del fútbol.

    Entiendo por dónde vas, pero si los métodos actuales son los que son, será por algo. Y ojo, en España no hay cultura de hacer club por lo que tengo entendido, no viven en el recinto durante horas, pero en otros clubes (¿Ajax?) llegan, entrenan, comen… "trabajan" más horas al día, pero el entrenamiento es constante.

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  • sharkgutierrez 13 septiembre, 2012

    El único equipo centroeuropeo que se me ocurre y que ha tenido cierto protagonismo los últimos años, es la República Checa (tanto en el 96 como en 2004) y quizás la Rumanía & Bulgaria del 94 (éstos como antiguos integrantes del Telón de Acero).

    Hablando de Hungría (que también fue subcampeón en el 38) hay un dato esclarecedor; Hungría no se clasifica en un Mundial desde 1986. En Europa ese dato es más "duro" si cabe: Fue 4º en la Euro de Bélgica de 1972, desde entonces no ha ido tampoco a ninguna Eurocopa. Su declive empieza en los 80, donde tanto en España como en México cayeron en la primera fase.

    Respond
  • @migquintana 13 septiembre, 2012

    @DavidLeonRon

    »Entiendo por dónde vas, pero si los métodos actuales son los que son, será por algo.»

    Eso le debieron decir a Gusztav Sebes, a Juan Ignacio Martínez (?) o, remontándonos más atrás, a Galileo. Todo es como es por una buena razón… hasta que llega un pensamiento diferente y todo el panorama cambia. Y, ojo, que creo que todos pensamos igual, pero no precisamente por eso… 😀

    »Y ojo, en España no hay cultura de hacer club por lo que tengo entendido, no viven en el recinto durante horas, pero en otros clubes (¿Ajax?) llegan, entrenan, comen… «trabajan» más horas al día, pero el entrenamiento es constante.»

    Creo que es Montanier en la Real Sociedad quien ha instaurado un horario de ¿ocho? horas en las instalaciones del club. Evidentemente no es todo entrenamiento, pero a simple vista por mí manera de pensar lo creo bastante adecuado.

    Respond
  • @DavidLeonRon 13 septiembre, 2012

    @Shark

    "Hablando de Hungría (que también fue subcampeón en el 38) hay un dato esclarecedor; Hungría no se clasifica en un Mundial desde 1986. En Europa ese dato es más "duro" si cabe: Fue 4º en la Euro de Bélgica de 1972, desde entonces no ha ido tampoco a ninguna Eurocopa. Su declive empieza en los 80, donde tanto en España como en México cayeron en la primera fase"

    Y digo más… me fallará la memoria pero tengo dificultad para recordar futbolistas húngaros en los últimos tiempos.

    Checos, búlgaros, polacos (buenos, estos por la reciente generación, que también han pasado lo suyo), eslovacos, ucranianos… de todos me resulta sencillo encontrar cinco o seis futbolistas relevantes en los últimos 25 años. Pero ahora mismo, con los húngaros no me sale ni uno. Con razón no clasifican a un Mundial o Euro ni de cerca.

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  • sharkgutierrez 13 septiembre, 2012

    @David

    Yo diría que relevantes son estos a día de hoy: Dsúdzsak, Zoltan Gera, Hajnal o Roland Juhasz; ninguno sobresale. De hecho, la situación del fútbol húngaro es un poco caotica. Un grande como el Ferencvaros, a punto de descender (y casi desaparecer).

    Para encontrar un futbolista relevante húngaro habría que irse hasta los 70. Te diría más, creo que Georgia tiene futbolistas más relevantes a nivel internacional (desde su separación del estado soviético) que los propios magyares.

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  • @DavidLeonRon 13 septiembre, 2012

    @Some

    "De hecho hasta los 80 Hungría va sacando de vez en cuando la cabeza en el panorama futbolero internacional, no como en los 50-60 pero sí mucho más que ahora, pero a partir de los noventa desaparece por completo"

    Veo que en el grupo del Mundial les ha tocado Holanda, Turquía y Rumanía. Supongo que el coeficiente FIFA lo tendrán por los suelos. Se tardará bastante en verlos de nuevo en una gran cita, me temo.

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  • @Chemaerrebravo 13 septiembre, 2012

    El fútbol era un aparato de estado en la Hungría previa a la invasión soviética…. y como tal funcionaba, con Sebes de, digamos, coordinador, y una red de ideólogos tácticos formados casi en las filas del MTK. El fútbol húngaro pierde su componente nacionalista tras la entrada de los tanques y la caída de ese edificio político. Luego aún surgieron buenos equipo y buenos jugadores como Albert, Laszlo Fazekas y Ferenc Bene, este último, estrella en la EURO 64 con una apoteósica irrupción con apenas 20 años.

    En Hungría, actualmente, la estructura fútbol está arrasada. No se alcanzan los límites de Bulgaria, donde las mafias han asumido el papel de cuerpo normativo, pero es una pena verlo así… El MTK Budapest, uno de los equipos más influyentes de la historia del fútbol y más galardonado en Hungría, acaba de ascender a Primera. Si, digamos, la Copa de Euro hubiera nacido en 1920, el MTK tendría cinco o seis títulos fijos solo en esa década. Ahora parece que apuntan algunas cosas, con la generación del 90, con Tomas Kadar, Futacs y alguno más. Uno de ellos, Pinter, lleva tres años intentando consolidarse en el Zaragoza, pero sus limitaciones aún son palpables.

    Habla Vilariño de los Wolves y su desafío de orgullo… es que tenían a Stan Cullis como manager, probablemente, un entrenador con una vanidad de roca, un orgulloso incontestable: siendo jugador internacional se negó a saludar con el alzamiento de brazo nazi a la plana mayor del III Reich en un partido en Berlin. Montó buen lío e incluso lo apartaron por un tiempo de Inglaterra….

    Y Molineux…. el primer estadio con iluminación artificial potente capaz de permitir partidos vespertinos-nocturnos… de ahí esos amistosos célebres que germinaron la idea de Hanot.

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  • sharkgutierrez 13 septiembre, 2012

    @David

    Están concretamente en la posición 31. Muy por debajo de esas tres selecciones que comentas. También (aunque esto sería para otro tema de debate), creo que en Hhungría (en contraposición) han emergido y/o fortalecido otros deportes más individuales. Especialmente los referentes a la natación y de equipo (Waterpolo o Balonmano).

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  • moises1410 13 septiembre, 2012

    Soy fanático de esta Hungría pero aún más del Wunderteam de Sindelar. Y más aún de romanticismo que evocan ambos equipos. Equipos que fueron gloria del fútbol mundial y hoy no pasan de ser comparsas. Me gustaría ver el partido entero del 3-6 en Wembley tuvo que ser una pasada. Gracias a ellos hoy existe la Copa de Europa. Y qué paradoja que ni el Honved ni los Wolves piten tan poco en una competición que se creó probablemente gracias a ellos. Enorme el artículo.

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  • @SVilarino 13 septiembre, 2012

    @Shark

    La verdad que , en general, el fútbol del Este y danubiano en general, fue fundamental para el desarrollo del juego tal como lo conocemos. No sólo a nivel de tácticas, ya que de esa zona salen el falso 9 (Sindelar, Beskov), el catenaccio (que comenzó realmente primero en Suiza con Karl Rappan y luego en la URSS con el Volga Clip del Krylya Sovetov), el "futbol total" (con esta Hungría, el "desorden organizado" de Boris Arkadiev en Rusia, etc), y también competiciones que serían germen de otras como la Copa Mitropa (competición internacional de clubes), o la Copa del Dr.Gero (competición internacional de selecciones), etc.

    Sí, han aportado bastante más de lo que han ganado. Austria y Checoslovaquia en el 34, Hungría en el 38, Hungría y Austria en el 54 (esa ERA la final del Mundial), Checoslovaquia en el 62, etc… El dominio de URSS, Yugoslavia y Hungría en las primeras ediciones de la Euro. Los húngaros llegaron a semis en 3 de los 4 primeros torneos, por ejemplo. Ganaron poquísimo, pero su legado está en el juego y en su evolución.

    En los 80 también tenemos una magnífica generación soviética, tanto en la selección como en el Dinamo de Kiev y el Dinamo de Tiflis.

    @Miguel Quintana

    Yo suelo conectar Wunderteam-Magiares Magicos-Naranja Mecánica. 20 años de separación entre cada uno de ellos. Y el mismo impacto. Evidentemente, hay que tener en cuenta el tema del desarrollo de los medios de comunicación, pero la imagen de estos tres equipos como referencia total de su época es indiscutible. Porque los tres hacían cosas fuera de los común y los tres obtenían grandes victorias contra adversarios que en teoría no debían ser derrotados. Y porque las tres perdieron ^^

    Austria era en los 30 la patria de la modernidad futbolística, gracias a la herencia de Jimmy Hogan y el trabajo de Hugo Meisl (Chema R. Bravo escribió un artículo maravilloso sobre Hogan para Panenka. Echadle un vistazo). Pero su mala suerte es que el Mundial del 34 le llegó cuando ya estaba en la cuesta abajo. El gran momento del Wunderteam es sobre el año 32. En el 34 aún eran muy buenos, pero ya no estaban en la cresta de la ola. Como ya dije en el artículo, también fueron a Wembley a jugar contra Inglaterra. No ganaron, pero impresionaron en las islas. Luego en el Mundial, se cruzaron con Italia. Fin de la historia. Creo que todos sabemos a qué me refiero. En el 38, pues el Anchluss con Alemania les impidió participar. Varios de sus jugadores formaron parte de la selección germana que hizo el ridiculo en Francia (eliminados en primera ronda contra Suiza), pero su gran figur, Sindelar, el falso 9, se negó. Y acabó como acabó (en extrañas circusntancias, como poco).

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  • @SVilarino 13 septiembre, 2012

    @Some

    Lo clavas con Kubala, sí señor. No sólo él, hubo varios miembros más del «Hungaria» que eran internacionales y huyeron del país.

    @Adricapi

    Hombre, hay que tener en cuenta que las épocas cambian. En los 50, un minimo cambio podía decidir partidos, sobre todo contando con que no había los mass media de ahora, que te permiten conocer al dedillo a la selección de Uzbekistán si te lo propones. Entonces era más complicado, y ya no te digo cuando se trataba de selecciones de más allá del Telón de Acero. También hay que decir que mucho de este tiempo de entrenamiento era dedicado a trabajo físico. Trabajo físico como nunca se había visto. Jugadas preconcebidas, situaciones de partido que se ensayan en los entrenamientos, sesiones de táctica, incluso cierto trabajo con video (Sebes tenía gente grabando grandes partidos a lo largo de Europa, y recibía informes de los muchos entrenadores húngaros que había repartidos por el mundo). La red que montó era brutal. Imaginaos que Del Bosque ahora solo se dedicara a labores de selección de jugadores, y que los entrenamientos los dirigiesen Mourinho y Pep, y que Benitez redactase informes, Emery se encargase de la estrategia, etc, etc. ESO era el staff de Hungría. Los entrenadores reales del equipo eran Marton Bukovi y Gyula Mandi, dos genios. Recibían informes y clases teóricas de Bela Guttmann, habían trabajado con el entrenador del Gran Torino que se estrelló en Superga, el seleccionador Italiano de 1954 también había sido miembro del staff. Estaba todo tremendamente preparado.

    Además, comentas que por qué ahora no se entrena ese tiempo. Bueno, no hace tanto que en Italia eran habituales las dobles sesiones y pasarse el día en Milanello, Appiano Gentile, Trigoria o donde fuese el centro de entrenamiento de los grandes clubes. Además, y esto no es menos importante, a día de hoy no hay un gobierno que TE OBLIGUE a cumplir una jornada de X horas siendo futbolista.Recordemos que esta gente eran «amateurs», ya que en los países comunistas no existía el profesionalismo como se entendía en occidente. Muchos de los jugadores eran militares, o tenían trabajos en distintas fábricas o sectores de la economía húngaras. El hecho de que el gobierno los dispensase de ir a trabajar para ir a ejercer su «verdadero trabajo» también influía en que tuviesen que cumplir un horario.

    @AbelRojas

    No sabría decir cual puede ser el equivalente reciente de esta Hungría. Yo apostaría por el Barça de Pep. Por el concepto de hacer cosas que «no se deben, en teoría, hacer». Por imponer su visión pase lo que pase, y por su dominio. El Barça tiene mucho del AJax setentero, por razones obvias, pero es que ese Ajax bebía de los Magiares Magicos.

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  • @SVilarino 13 septiembre, 2012

    TEMA CAÍDA DEL FÚTBOL HÚNGARO

    El último gran jugador húngaro es Lajos Dètari, que era un mediapunta con un golpeo de balón increíble, y que jugó el Mundial del 86. Fue en su momento el jugador mejor pagado del mundo, cuando salió del Honved para ir al Olympiakos. También jugó en Italia. Luego podemos hablar de Kiprich (que tuvo una buena época en el Feyenoord), y los más actuales Huszti, Dzsudzsak, Juhasz, etc, que no dejan de ser jugadores de nivel medio. No hay luminarias húngaras desde Détari.

    Y ya en 1986 el equipo dio absoluta pena en el Mundial. Fue arrasado literalmente por la URSS y Francia en el grupo y ganó trabajadamente a Canadá. Se había cerrado el grifo de la última generación húngara, la de Nyilasi, Torocsik, Meszaros…Y aunque el Videoton había llegado a una final de UEFA en el 85, la verdad es que el equipo tenía muy poquita cosa. Fue una excepción curiosa, la verdad.

    El gran Brian Glanville (para mí el mejor escritor de fútbol que existe), en su obra «Historia de los Mundiales», comenta ese aspecto, y os voy a copiar un extracto:

    «[…]Los entrenamientos eran variados e imaginativos y se animaba a los jugadores a practicar otros deportes, como atletismo e incluso montañismo.No hace falta decir que se hacía un gran énfasis en entrenar con balón -lo que, sorprendentemente aún era raro en la conservadora Inglaterra-, y las «situaciones de los partidos» eran recreadas en la práctica.

    Parecía como si Hungría hubiese producido un nuevo tipo de superfutbolista, como si hubiese encontrado el modelo indeal de preparación. Pero cuando se despejó el humo, cuando Puskas y Kocsis se marcharon un par de años después, quedó perfectamente claro que todo cuanto habíamos estado viendo era una ilustración de la máxima de Walter Winterbottom de que cada gran equipo está construído en torno a un núcleo de gandes jugadores. Mientras Kocsis y compañía estuvieron presentes, todos los hombres parecían gigantes, Sebes era un mago, Mandi un entrenador inspirado… Cuando se fueron, la fabulosa estructura del útbol húngaro demostró que no era nada por el estilo; comenzaron los años de vacas flacas»

    Como veis, aún al rebufo del trabajo y la herencia de este equipo, salió otro gran conjunto, el de los 60 con Albert, Tichy, Fenyvesi, Solymosi, Farkas, Bene, Sipos, etc. Pero conforme se alejaba el recuerdo de los Mágicos Magiares más iba bajando el nivel del fútbol húngaro.

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  • @SVilarino 13 septiembre, 2012

    TEMA CAÍDA DEL FÚTBOL HÚNGARO

    Y además, lo que apunta Chema. Es que en 1956 los tanques del Pacto de Varsovia (ejem), entran a sangre y fuego en Hungría y le lavan la cara al país a todos los niveles. Incluso se especuló con la muerte en los disturbios de varios miembros de los Magiares Mágicos. Le envié a Quintana incluso una foto de un recorte de periódico que hablaba de la muerte de Puskas.

    Desaparece la increíble estructura creada por Sebes. Toda la estructura del país cambia, y muchos de los miembros del Aranycsapat huyen del país y se exilian y luego no pueden volver. Y lo hicieron tras un partido de Copa de Europa en San Mamés con el Honved, por cierto. Luego iban a un amistos en Bruselas, y la mayoría ya no volvieron a Hungría. La autoridades, siempre tan comprensivas con estos temas, le metieron 2 años de sanción a Puskas, que estuvieron a punto de retirarle. Pero…de nuevo apareció Bernabeu y lo sacó del retiro. El resto, como se suele decir, es historia.

    Gran anécdota contaba no recuerdo si Luis Carniglia (que creo que era el entrenador del Madrid en aquella época), cuando Bernabeu le llevó a Puskas al campo de entrenamiento, hecho unos zorros, y el entrenador le dijo "y yo que hago con este gordo (Puskas tenía 18 kilos de más)??". Y Bernabeu le respondió que "quitarle la barriga" xD. Luego llegarían las anécdotas y las apuestas sobre paquetes de tabaco y bistecs con Di Stefano xD.

    Respond
  • @migquintana 13 septiembre, 2012

    @SVilariño

    Es cierto, recuerdo perfectamente el artículo de Chema acompañada de una infografía maravillosa. Para todos los que no hayan leído aquella Panenka (la número 9), os dejo una de las frases -la cual, si no me falla la memoria aparece en la tumba de Jimmy Hogan- que se recogen y que simbolizan bastante bien su filosofía: «Al fútbol se juega por el suelo. Cuando se juega en el aire, se pierde el control». Qué bonito es echar la vista atrás…

    Respond
  • @Chemaerrebravo 13 septiembre, 2012

    @Vilariño.

    El gran Kiprich, yo lo recuerdo con barriga, si no me equivoco era zurdo y con mucho pecho para afuera, tipo Puskas…. En La Romareda, en un cruce de la Recopa del 95 con el Feyenoord, se quitó una bota para pegarle al árbitro.

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  • @DavidLeonRon 13 septiembre, 2012

    @Vilariño

    "El último gran jugador húngaro es Lajos Dètari, que era un mediapunta con un golpeo de balón increíble, y que jugó el Mundial del 86. Fue en su momento el jugador mejor pagado del mundo, cuando salió del Honved para ir al Olympiakos"

    ¿En el 88, el mejor pagado del mundo? ¿Estás seguro? Mira que había fichas en el Calcio de flipar eh?

    Dejo un vídeo del jugador en cuestión, la verdad es que yo no lo conocía.
    http://www.youtube.com/watch?v=qe_hQQ-gBOg

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  • @SVilarino 13 septiembre, 2012

    https://pbs.twimg.com/media/A2rRcwaCcAMKg8u.jpg:l… . Stan Cullis, el entrenador de los Wolves. Gran postal, como dice Kundera xD
    https://pbs.twimg.com/media/A2rSO5LCAAA3VrM.jpg:l… . El 3-6, según el libro de notas de Sebes.

    Respond
  • @SVilarino 13 septiembre, 2012

    @DavidLeon

    Se me fue la olla. Sorry. Su fichaje por el Olympiakos fue en el 88, y fue el tercer jugador más caro de la historia en ese momento, tras Maradona y Gullit. Y sí, era el mejor pagado del mundo. Fue el primer fichaje del presidente Sokratis Kokkalis (aunque este no tomaría el cargo hasta el 92, su grupo inversor ya era dueño del club), que era un griego que tenía el dinero por castigo y puso al Olympiakos en el mapa.

    Respond
  • @Chemaerrebravo 13 septiembre, 2012

    @Vilariño.

    En el libro de Hogan, salen reproducidas las charlas de vestuario de Sebes antes de aquel partido. Ahora no lo tengo a mano, si no trancribía unas lineas. Es una cosas espectacular comprobar mediante diálogos cómo el mecanismo de Hidegkuti estaba perfectamente afilado para reventar la WM. Hicieron lo que pensaron y sabían hacer.

    Respond
  • @DavidLeonRon 13 septiembre, 2012

    @Vilariño

    Pues debería ser una pasta de narices para la época. Por ejemplo, cuando Maradona se peleó una de esas veces con ¿Ferlaino?, se filtró que Diego quería irse del Nápoles y tal. El Milan lo quiso fichar, pero dicen que la oferta brutal venía de Marsella, que le ponía no sé si eran 600 o 700 millones… algo así

    Hay que decir que en España por esa época hubo algo con un jugador del Madrid que se metió en el club de los 100 millones… algo así. Es decir, la cifra que le ofrecían a Diego asustaba. Si el húngaro cobraba más, pues me sorprende y mucho.

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  • @SVilarino 13 septiembre, 2012

    @DavidLeon

    Es que Maradona había pactado con Ferlaino que si le daba un segundo Scudetto o algun título europeo al Napoli creo que le debería haber dejado irse a Marsella. Maradona cuenta en sus memorias que estaba muy cansado de Napoles y todo lo que rodeaba a su vida en Italia y veía Marsella como una oportunidad de empezar de cero y vivir más relajado.

    Es una pasta brutal, sí.

    Respond
  • Jesús S. 13 septiembre, 2012

    Aplaudo el trabajo de SVilarino que es un crack pero el fútbol solo puede analizarse desde 1974 que es cuando empieza tácticamente en serio. Lo de antes fue otro deporte que además era peor.

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  • Abel Rojas 13 septiembre, 2012

    @ Jesús S.

    Luego te miras un partido de los 50 y dices "Joé, éste, éste, éste y éste se ponen a jugar hoy mismo y les da pero perfectamente". Se priorizaban otras cosas, pero era exactamente el mismo juego, y los principios eran los mismos. Es decir, evolucionó la táctica, el físico y la técnica -sí, la técnica-, pero lo crucial quedó intacto. O se ha ido a menos, quizás.

    Respond
  • Kundera 13 septiembre, 2012

    @ Jesús S

    Hombre, el fútbol de los 60's, por ejemplo, es una mina tácticamente. El 74 lo que de verdad representa es un incremento de la velocidad del juego -Algo que ya Herrera, por ejemplo, había decidido que era necesario- y que se cerrasen espacios (Que hoy se han vuelto a abrir en muchos lados, por cierto). Eso conllevo a que jugadores físicamente menores tuviesen menos impacto porque no giraban lo suficientemente rápido ni tenían el suficiente ritmo para subsistir.

    Luego está el hecho de que desde el partido más antiguo que yo me he visto, mismamente este partido del siglo del 53, se ven conductas que están lejos del juego amateur y que responden no sólo a talento superior, sino a decisiones táctico-estratégicas. Lo del falso 9, por ejemplo, es que es un recurso táctico sí o sí. Tu no ves falsos 9 en fútbol de calle. ^^

    Por otro lado, tú escoge la conducta "moderna" que quieras de cualquier posición del campo. La que quieras y seguro encuentras réplicas en los años 50, 60 y 70. Marquitos, marcador de banda derecho del Real Madrid de Di Stéfano, el lateral, vaya, tenía influencia interior en transición ofensiva. Con eso te lo digo todo. ^^

    Respond
  • Pepe Sarria 13 septiembre, 2012

    Fíjate que yo los únicos recuerdos "modernos" que tengo de Hungría son de los primeros años 80, uno un amistoso del 81 en que nos ganaron 0-3 y otro el mítico 10-1 que le metieron a El Salvador en el mundial 82 (recuerdo que me enteré del resultado nada más llegar de la excursión de fin de curso, andaba yo por 2º de EGB). Claro que luego no les sirvió para pasar ronda. Y desde entonces hasta hoy nada de nada.
    Enhorabuena por otro pedazo de artículo, Sergio, es una gozada leerte.

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  • @SVilarino 13 septiembre, 2012

    @Pepe Sarria

    Sí señor, ahí estaban Nyilasi y Fazekas! Y qué mítico el hat trick de Lazslo Kiss, entrando de suplente contra el equipo de Mágico González.

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  • moises1410 14 septiembre, 2012

    @DavidLeonRon

    Mágico era mejor que Maradona. Cuando estaba. El problema es que su regularidad fue su talón de aquiles y todos sabemos por qué. No soy gaditano ni nada por el estilo. Solo hablo de lo que he visto. Y lo que me cuentan. Era candidato al mejor de la historia. Regate, fantasía, visión de juego, gol…Un caso parecido a Ronaldinho. Todos me dicen que de no ser por su cabeza hubiese sido el mejor de todos. Pero solo se quedó en genio o artista. Y los genios son así, incomprendidos, irregulares y dejados hasta que sacan la varita y empieza la magia.

    PD: A ver si os enrollais y haceis algo de fútbol paraguayo, que me chifla. Si necesitais algún material no dudeis en pedírmelo.

    Respond
  • JBellser 14 septiembre, 2012

    Mamma mia que pedazo de articulo, espectacular, exquisito, quedara en mi recuerdo siempre, seguro. Ahora….que has puesto el liston muy alto SVilarino.

    Respond
  • @SVilarino 14 septiembre, 2012

    @DavidLeonRon

    Yo de Mágico he visto poquísimo y la verdad, solo he visto detallitos. Me da que hace mucho que mito y la leyenda de Mágico se han comido al futbolista. Me parece un caso parecido al del Trinche Carlovich o Lee Trundle. Todos eran fenómenos, que hubiesen sido "el mejor" de no ser por la cabecita. Pero señores, la cabecita es parte del futbolista, y es lo que hizo que estos tíos jugasen al más alto nivel. A mí me parece una falta de respeto decir que este tio sería mejor que Maradona, cuando precisamente Diego ha sido "el mejor" y su cabeza tampoco era una maravilla. George Best es otro ejemplo. Garrincha otro. Stan Libuda otro. Son gente con la cabeza muy poco amueblada pero que fueron elite mundial. No puede compararse, por dios!.

    Comprendo el encanto de la historia de estos futbolistas, pero dudo bastante que Mágico haya sido algo más que un Djalminha (que ojo, ya es bastante).

    Respond
  • @marcvior 14 septiembre, 2012

    @SVilarino
    Te lo comenté ya por tuister, sería enorme que todo esto lo metiéses en un libro sobre la historia del fútbol. La literatura española va muy faltada de esta temática y yu podrías hacerlo y te saldría una cosa enorme!

    Respond
  • @kj_vng 14 septiembre, 2012

    @ Jesús S

    Yo era un escéptico hasta que empecé a ver, no a leer sino a ver, partidos de la época. El primer sorpresón fue la final RMAD-Eintracht: sí, ves a muchos alemanes que parece que jueguen a "calcio fiorentino" o algo por el estilo, pero entonces ves que la recibe Di Stéfano, o Puskás… o Del Sol, que me impresionó bastante, y te das cuenta de que la diferencia no es tal.

    Sí que existe, como apunta Kundera, una diferencia tremenda en la velocidad de ejecución. Sobretodo, yo creo que se nota en el tiempo que "conceden", entiéndaseme, los defensas antes de encimar al rival. Pero bueno, ese tiempo disminuye a medida que pasa el tiempo, y sigue haciéndolo. Yo diría, por obvio que parezca, que el gran cambio auténtico, el decisivo, es el paso a la zona, que es en realidad gradual por mucho que Holanda'74 dejase a todos con la boca abierta. Aquí se ha tratado mucho, pero por ejemplo Italia'82 aún no lo usaba casi una década después…

    Yo apunto un segundo cambio, que yo ubicaría entre los 80 y los 90, coincidiendo con el Milan de Sacchi y la Ley Bosman: el fútbol a partir de ahí pasa a ser el terreno de las transiciones porque todo el mundo ""quiere jugar como el Milan"", por un lado, y porque los equipos gigantes empiezan a disponer de los mejores, de sólo los mejores, y los equipos pequeños se resienten más que nunca. A medida que las diferencias aumentan, el orden se va imponiendo hasta límites diría que enfermizos: estar mucho rato en ataque posicional y sacar ventajas cada vez parece más difícil. Esto es una visión más personal que científica, pero así lo veo yo, al menos.

    Respond
  • moises1410 15 septiembre, 2012

    @Svilarino

    Mejor que Maradona, la diferencia es que, aunque los dos estaban trillados, Maradona si era competitivo y vivía para ser el mejor mientras Mágico tenía el fútbol como hobbie puntual. No puedes comparar esas dos cabezas.

    Respond
  • @SVilarino 15 septiembre, 2012

    @Moises

    Pues lo que yo digo. NO fue mejor que Diego. Ni cerca estuvo. El argumento de la cabeza a mí no me sirve.

    Respond
  • @DavidLeonRon 15 septiembre, 2012

    Hombre, yo no he visto a Mágico como para realizar un análisis serio y de calidad, pero sí lo suficiente como para darme cuenta que mejor que Maradona… no:p

    Podría comprar que tuviera una genialidad superior para realizar gambetas, jugadas individuales… vale, quizás (solo quizás). Pero ya. Como futbolista, me resulta excesivo incluso realizar la comparación.

    Respond
  • @SVilarino 15 septiembre, 2012

    @DavidLeon

    Ecco.

    Respond

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