El magnífico trabajo de Diego Pablo Simeone a los mandos del Atlético de Madrid germinó en casi un cuarto puesto en la Liga BBVA y un título europeo que hoy le hará competir por la Final de Mónaco. Romántico escenario; psicológico oponente. La ilusión por Falcao y sus compañeros es tan grande que hoy el Atleti está medio a salvo, pero rivalizar contra Fernando Torres siempre supone una mezcla entre alegría y lástima. Alegría por verlo de cerca y lástima por recordar que tuvo que marcharse. «El Niño» es el pasado y debe ser el futuro. Concebido a imagen y semejanza de los valores sociales y los rasgos deportivos que hicieron al club triunfar en tiempos de Adelardo, Luis Aragonés y Gárate; el nacimiento de nuevos rojiblancos como él parece la única vía de subsistencia para la entidad a medio plazo.
Esta noche, 20:45. El duelo enfrenta a dos equipos que lucieron más por su solidez que por su juego con balón. Además, el Atlético perdió aAmbos ganaron defendiendo muy bien Diego y el Chelsea a Drogba, quizá los dos jugadores que más tiempo pasaban con la pelota en sus pies; seguro, los que más condicionaban las posesiones de sus equipos, sin ser imprescindibles. Tras tres partidos de Premier y un par de Liga BBVA, podemos redefinir el escenario, aunque no nos movamos en la certeza. Los de Di Matteo han ampliado maniobra ofensiva con Hazard, el fichaje del verano incluso por encima del de Luka Modric, pero siguen prefiriendo correr al espacio que crearlos en estático. De hecho, lo normal sería que la posesión fuese ligeramente favorable al Atlético de Madrid.
Ante un reto de perfil similar pero exigencia menor, el vivido en el Ciutat de Valencia en la Jornada 1 de Liga, Simeone optóOjo al 5-2-3 visto ya en el Ciutat de Valencia por una defensa de 5 que tuvo más sentido que resultado. La idea era garantizar juego exterior con el Cebolla y Silvio -el Chelsea, como el Levante, cierra a sus laterales sobre su área- al tiempo que se armaba con tres centrales fijos más las ayudas del doble pivote contra las contras rivales. Lo que viene a ser un seguro de vida en transición defensiva en un momento de la temporada en el que lograr un equilibrio total es muy difícil, por falta de físico. El punto negro es que el Atlético no ganó, y repetir esquema podría implicar un poquito de desconfianza que no vendría nada bien. El Cholo tendrá que medir todo y decidir.
La compenetración entre Hazard y Mata va quedando clara.
Más que Torres, la amenaza del Chelsea se localiza en la sociedad Mata & Hazard. Sobre todo en el belga, a quien Mata hace de base. El concepto manejado por Di Matteo es el siguiente: el Chelsea se asienta sobre un 4-2-3-1 en el que uno de los volantes es un jugador fijo en la banda, siendo Ramires el mejor para el rol. En la raya opuesta nace Mata, que tiende al centro pero buscando ser más una línea de pase tras Hazard que un recurso de gol. Y el belga, con ese apoyo de Mata y el que le ofrece Lampard, que sube un escalón, monta el lío a su gusto. El doble pivote atlético parece escasito contra Eden, a menos que Mario Suárez repita la exhibición de Bucarest. Por eso, en parte, la zaga de 5 no es una idea del todo descartable. En cualquier caso, como siempre, los principales recursos defensivos del Atlético de Madrid serán Falcao y Turan. El primero por ser una salida segura, que nunca implica pérdida, y el segundo por ser el dueño del balón. Si Radamel y Arda se imponen, a Hazard le costará correr.
@giorgioV10 31 agosto, 2012
Tengo la sensación que los amantes del juego técnico y asociativo no vamos a disfrutar muchísimo hoy.Al menos en la idea de fútbol colectivo…pero bueno,al menos individualmente Mata,Arda,Hazard … esperemos ver a Oscar también algo…