Por mucho que estemos ante las dos plantillas más brutales que la Ley Bosman ha posibilitado, cada vez que llega un Clásico nos resulta imposible no pensar en Leo Messi o Cristiano Ronaldo como los encargados de ponerlo patas arriba. Es normal, son muy buenos y siempre dan. Acertar con el segunda espada ya es más complicado, y no precisamente por ausencia de talento. Presentan candidatura Ángel Di María y Cesc Fábregas. El argentino, muy dependiente de su puesta a punto, llega como una moto. El catalán no goza de plaza segura en el once de Tito y, sin embargo, puede tener la llave del partido.
El Madrid ha hecho carrera del flanco izquierdo blaugrana (1, 2). A la espalda de Iniesta siempre hay espacio y recepciones. Ozil terminó aprendiéndolo. Di María sufría un poco más el achique de Abidal. Eric, por desgracia, ya no está. Alba es incisivo pero también regala metros. Recibir está más barato y el envío largo a la ruptura (ojo a Higuaín) ya fue decisivo. Cesc, de profesión flotador, revolotea entre centrales y medios, siempre alrededor de Leo. Anticipar sus apoyos y paredes en la corona del área solo está al alcance de un marciano, y el marciano no juega. Lo hará Albiol. Buen central (alguno parece haberlo olvidado)… pero humano.
@migquintana 23 agosto, 2012
El año pasado comentamos este mismo aspecto de forma parecida en el primer clásico liguero del año. Creo que los nombres más repetidos eran Di María y Alexis, a la postre de los más destacados del encuentro -sobre todo Alexis, claro, que hizo un daño terrible a los centrales-.
Hoy, como David, diría Di María y Cesc. El espacio y tiempo que otorga el Barcelona en su sector izquierdo dejó los mejores minutos de Mesut Ozil con el Real Madrid en un partido grande. Juego y determinación alucinantes, lo que hace pensar en como cada concesión que se hace un equipo al otro se explota de una manera bestial en base al talento que acumulan ambos conjuntos. Ahí Di María, con Higuaín rompiendo a la corta y Cristiano trazando el fuera-dentro puede ser peligrosísimo, no obstante ya dio dos asistencias de gol a su compatriota ante el Valencia…
Y Cesc, pues… parece claro que ningún jugador del Barça se acostó tan feliz el sábado como él. Quizás Pedro, pero es que el canario tiene pinta de ser bastante feliz en la vida y por eso mola tanto. Va a tener más metros, más campo de acción sin que eso conlleve despegarse de Messi. Es un buenísima noticia, al menos individual. Para él también lo es la baja de Pepe. El Madrid no va a poder jugar con tantos metros a su espalda y eso provoca que lo que la pasada temporada fue la batalla de Alexis, en esta ocasión sea la de Cesc. Espero mucho de él, hoy y esta temporada.