No generará mucho debate asegurar que han sido las dos últimas joyas que la Eurocopa ha exhibido al mundo. La generación de Pavel y compañía dejó profunda huella en 2004. Arrasaron a todos sus rivales hasta que los insensibles soldados de Rehhagel acabaron con el sueño de una final con la que inconscientemente ya contaban.
2008 fue, antes que nada, el momento de un futbolista. Una actuación tan prodigiosa que se hace innecesario aclarar su nombre, está en el recuerdo de todos. Ganó la UEFA esa temporada, sí, pero fue aquella histórica exhibición del 21 de junio la que le valió un sexto puesto en el Balón de Oro. Rusia cosechó su mejor clasificación en dos décadas, regaló buen fútbol, pero pasado el tiempo, sigue siendo él.
República Checa y Rusia han sido las joyas de las dos últimas ediciones de la Eurocopa
Como es lógico, Rusia ha cambiado menos. Ya no es la selección que llegaba a Austria y Suiza repleta de ilusiónNo son los mismos de 2008, pero hay mucho talento, protegida por el anonimato y a su vez con la estela ganadora de aquel divertido Zenit. Se hace complicado adivinar picos de juego tan altos como los de hace cuatro años, aunque talento queda. Y no poco. Las intenciones rusas las revela su triángulo interior. Denisov, un mediocentro aseado, de continuación, escoltando a un muy definido interior de posesión como es Zyrianov, y un Shirokov que no abandona a sus compañeros en la asociación mientras pone un ojo en el área rival. El comportamiento ruso con balón no otorga dudas. No muchos podrán quitárselo.
Nadie ve claro el funcionamiento, y sin embargo, pocas parejas van a provocar más expectación si finalmente Advocaat se decide a alinearlos juntos. Alan Dzagoev y Andrey Arshavin partiránDzagoev debe prevalecer ya sobre Arshavin desde la banda. De la simbiosis que logren alcanzar dependerá mucho, seguramente demasiado. A priori, debería ser Arshavin quien viviera periodos más largos por fuera en beneficio de un Dzagoev hoy por hoy más capaz de administrar terrenos y roles más amplios. Arshavin está para el detalle desde el golpeo interior. Otro Andrey sería sorprendente. En punta, las torres del pasado han dejado paso a la profundidad de Kerzhakov, en un movimiento que recuerda bastante al de El Niño en España. Estirar las líneas rivales es vital para las recepciones interiores de unos mediapuntas que cuando acaben por dentro liberarán espacio para unos laterales, Anyukov y Zhirkov, con capacidad para sorprender.
Para que todo funcione, Dzagoev y Arshavin deben entenderse mutuamente
A la República Checa Nedved, Koller, Jankulovski o Poborsky les quedan bastante más lejos, suenan a héroes del pasado, leyendas sin corona. Pronto vivirán los checos una dura reconstrucción, pero aún tienen motivos para encarar el torneo con ilusión. Si ganar es el mejor estímulo para volver a hacerlo, Chequia cuenta con el futbolista más determinante de la pasada Champions League: Petr Cech. Convertido ya en mito, el portero será el mejor jugador sobre el campo esta noche. La pelota deberá ir fuerte y muy colocada para que este monstruo de los palos no saque otra mano para el recuerdo.
La otra gran figura que conecta 2004 con la actualidad es Rosicky. Tomas no ha tenido la carrera que soñabamos todos, pero, curiosamente, ha jugado algunos de sus mejores minutos en Copa de Europa esta temporada. Más relacionado que nunca con la base de la jugada, su responsabilidad será gigantesca. Encontrará ayuda y alivio en el primer pase del central Sivok y en la amplitud del lateral Gebre Selassie, que honra su apellido con una profundidad apreciable, de la que Rosicky se servirá para descargar con frecuencia. Arriba es posible que termine por imponerse Baros, ese delantero sin talento que hace ocho años nos alegraba el mes de junio en un trance que estuvo lejísimos de mantener.
Rosicky deberá abarcar más terreno que nunca
Poca gente los sitúa más allá de cuartos, allí espera un cruce terrible ante una potencia aún por definir. Es posible. Ni Rusia ni la República Checa viven los mejores días de su historia reciente, pero todavía juntan un puñado de futbolistas de esos que siempre quieres que reciban la pelota cuanto antes. Dzagoev, Cech, Rosicky, Arshavin… Material más que suficiente para disfrutar. 20:45, allí estaremos.
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Varsovia
@carlosrmurcia 8 junio, 2012
Y pensar que se rumoreó con un traspaso de Rosicky al Atlético de Madrid… por no hablar de todo lo que se comentó en 2008 con Arshavin (Real Madrid y sobre todo Barça). Hubiera sido muy grande tenerlos a ambos en la Liga, pero ambos acabaron en el Arsenal. Uno bajó su rendimiento con respecto al Borussia Dortmund (también las lesiones influyeron mucho, se perdió la Euro 08), y aunque ha estado mejor que Arshavin, no ha sido el Pequeño Mozart que deslumbró de schwarzgelb. Lo del ruso es más triste, después del año de su vida con Zenit y Rusia cayó en picado. Ojo, todos recordamos que en 2008 Rusia=Arshavin, pero hay que recordar que se perdió los 2 primeros partidos por sanción, y solo jugó el 3er partido, los Cuartos y las Semis. Desde que se fue al Arsenal no sé si es porque pasó a jugar a la izquierda (en Rusia lo hacía por el centro), por conformismo, o por simple gandulería, pero jamás llegó a ser el del Zenit. Yo no soy un enfermo de la Premier League (si lo soy de la Bundesliga), pero lo más destacado de Andrei fueron los chicharros del 4-4 en Anfield… y poco más habrá, aunque ya digo, en tema Premier no soy el más indicado para hablar. Cuatro años después, Arshavin y Rusia tienen opción de volver a ser lo que eran. Es ahora o nunca para los rusos, que en teoría deberían ser primeros de grupo (iba a decir 'sin problemas', pero me lo voy a ahorrar. No lo tengo tan claro).
Saludos!