De la infinidad de frases maravillosas que el fútbol ha dejado a lo largo de su amplia historia, muy pocas tienen la fuerza y la carga de realidad de aquel verso del “Poema al fútbol” que decía: “¿cómo vas a saber lo que es el insomnio si jamás te fuiste al descenso?” Descender. Solo un pequeño análisis etimológico nos es suficiente para observar lo dramático del asunto. Competir por títulos es, especialmente para los grandes, un escenario mucho más duro de lo que a menudo se expone, pero es imposible obviar el hecho de que tarde o temprano llegará la recompensa. Más que perder, se deja de ganar. Abajo no. Allí no hay gloria esperando. En esas tierras todo es dolor, incertidumbre, miedo… o incluso muerte. Granada, Villarreal, Rayo, Zaragoza y Sporting saltarán hoy al campo presos de la angustia. Nadie quiere caer en la zona oscura.
A estas alturas, realizar pronósticos sobre a qué rivales resulta más complicado enfrentar es poco menos que un atrevimiento. ¿Jugártela ante un rival que busca (más) gloria y que teóricamenteNo existe rival fácil llegados a este punto tiene un nivel deportivo superior, o hacerlo frente a un equipo sumergido en pánico, que comparte contigo todos los aspectos negativos de tu situación… y también lo poco positivo? Es sabido que los equipos que luchan por evitar descender resultan especialmente complicados en las últimas jornadas, pues no regalan un metro de más. Seguramente las respuestas a todas estas preguntas no existan, y cada caso deba analizarse de forma individual. Sporting y Villarreal chocarán con rivales que buscan el premio mayor. En Vallecas se dirimirá la batalla más cruel de la temporada. La suerte mayor queda reservada, a priori, para un Zaragoza que hallará en el Getafe a un enemigo sin ambiciones clasificatorias, sin otro interés que no sea el más primario de todos, el que da sentido a esto: salir al césped a competir y a ganar.
Es posible que, dentro de mucho tiempo, Zaragoza iguale esta gesta a los goles de los Cinco Magníficos o al zapatazo de Nayim. Donde no parecía haber nada, solo un clima social asfixianteJiménez es el motivo de poder seguir soñando y una realidad deportiva deprimente, La Romareda ha encontrado una remontada de carácter histórico. El artífice del milagro no es otro que Manolo Jiménez. El sevillano ha necesitado exponer una fortaleza anímica inhumana para sacar adelante una situación más propia de estereotipados filmes americanos. Futbolísticamente, la contratación de Apoño, experto en situaciones extremas, hizo mucho bien. El centrocampista añadió complejidad y recursos a una base de la jugada necesitada de calidad. Aunque sin duda, el nombre de la hipotética salvación debe ser Lafita. El mediapunta ha exhibido todos los recursos que siempre se supo que poseía, amén de una fuerte personalidad para lucirlos en los momentos más espinosos. Zaragoza lo tiene cerca. Paradojas del fútbol, ahí se localiza el principal problema. Queda el último paso de una escalera que, hace tres meses, parecía del todo inabordable. El más difícil.
Al Zaragoza le queda el último paso. El más difícil.
Para el final queda ese cruel guiño del destino, un giro macabro del calendario que coloca en Vallecas el que es, quizás, el partido más importante de la temporada. Rayo y Granada, dos recién ascendidos, se juegan a 90 minutos la estancia en Primera División. Sí, es posible que ambos conservasen la categoría incluso perdiendo. Sin embargo, la sensación instalada en ambas plantillas es que se trata de una final, y que a la conclusión del partido, alguien arderá en los infiernos. Los de Sandoval siguen llorando a Javi Fuego, convertido ya en la causa de todos los males. Delimitar la importancia real de la baja del centrocampista es, seguramente, un sinsentido. Bastante más sencillo resulta descifrar el pensamiento de Abel Resino. Su intento agónico de conservar el mayor número de piezas ante la escabechina emocional que vivía su equipo, la imagen del campeonato. Si esperan un partido bien jugado, quizás deberían optar por otro encuentro. Si buscan tensión y drama, sintonicen con Vallecas.
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@DavidLeonRon 13 mayo, 2012
Lo que vamos a vivir… Madre mía.
En plan pronosticador, creo que la batalla de Vallecas nos dará la respuesta de quién cae a los infiernos. Tengo ese palpito.
En fin, que la pelotita reparta suerte.