Lo que ha hecho el Borussia Dortmund en el mes de enero bien podría corresponder y pertenecer a una planificación veraniega estudiada, medida y calibrada, una en la que la dirección deportiva apuntalara las necesidades con dos refuerzos de impresionante calidad para su delantera y su medular. Erling Braut Haaland y Emre Can son un evidente salto de calidad para la estructura del club germano, los cuales van a posibilitar a Lucien Favre competir con mucha más capacidad en todas las fases del juego y ante todo tipo de rivales. Seguirá teniendo dificultades en zonas concretas del campo pero la situación ha multiplicado sus amenazas. Y lo ha hecho en mitad de una dinámica que parece va a tener continuidad hasta final de temporada. Todo comenzó en su visita al Camp Nou.
Desde su derrota en el Camp Nou, Favre se ha inventado otro equipo
Las dos últimas temporadas del Borussia Dortmund se han movido entre la fragilidad defensiva y su frescura y dinamismo ofensivo, siendo Favre el potencial facilitador que lograra el ansiado equilibrio. El exentrenador de Niza y Gladbach trató de encaminar al equipo hacia una ortodoxia posicional en la que Delaney y Witsel se sujetaban para que otros pudieran lanzarse, pero lejos de que fuese la solución, la falta de calidad atrás condenó el tipo de salto que ha buscado dar para proteger un poco más a Mats Hummels mientras suelta y ajusta a sus hombres más desequilibrantes. Tras la derrota ante el Barça por aquel entonces de Valverde, el rival del Paris Saint-Germain se ha destapado, sumando siete victorias, un empate y una sola derrota en nueve partidos tras el cambio habilitado por el técnico suizo.
Entre sus modificaciones: cambio de dibujo, de roles y de nombres
Así pues, lo que ha hecho Favre es revolucionar el dibujo, afectando a los roles de determinados jugadores, como si construyera un equipo de cero tras probar en pretemporada. De entrada, el 4-2-3-1 clásico ha pasado a un 3-4-2-1, saliendo con tres zagueros, con Akanji y Piszczek escoltando a Mats, mientras por delante se sucedía la decisión más troncal del cambio: Julian Brandt, de vocación ofensiva y libertad posicional, pasaba a ocupar el lugar de Delaney, haciéndose indiscutible junto a Axel Witsel. Esta medida llega como apuesta personal de un Favre que ubica un efectivo más por detrás de los mediocentros, sumando más creatividad en el segundo escalón y respetando y potenciando las necesidades de quienes completan el sistema: Achraf, Marco Reus, Jadon Sancho y Erling Haaland.
Y dos fichajes que parecen más de un mercado estival: Erling Haaland y Emre Can
Al primero le resta tareas defensivas más continuadas. En lugar de un lateral, Favre piensa en el marroquí como en un muelle de largo alcance. Por muy atrás que arranque Achraf, no tiene ningún compañero por delante sobre el que medir su incorporación. Su potencia necesita horizonte, y el sistema de carrileros se lo permite. Por otro lado, esto no incumbe en la libertad exterior de la que puede gozar un Sancho al que se le han abierto más puertas que antes con este nuevo dibujo. El inglés, como si fuera ascendido en el organigrama de la empresa, tiene ahora campo y zonas más jugosas y ambiciosas para activar su progresión como jugador. Ya no es visto como un extremo, sino como un delantero que puede venir fuera a desahogar si lo necesita, pero con la evidente invitación a castigar dentro, girar y asistir a Marco Reus y, sobre todo a un Erling Haaland que está encontrándose muy cómodo en todo tipo de escenarios ofensivos. La llegada de Emre Can, en forma de corolario, flexibiliza los perfiles de mediocampo y los planes de partido. Can, un todoterreno con mucha influencia en el ritmo ofensivo de su equipo, con capacidad para llegar al área incluso teniendo la pelota para romper líneas, ultima el paso dado por un BVB que se ha transformado, para bien, en mitad de un curso. Con lo difícil que es hacer eso cuando la competición marca el ritmo y las planificaciones.
Fisher 4 febrero, 2020
La duda que me surge es en que rol utilizará a Emre Can. No sé si ocupará el lugar de Brandt sobretodo en partidos fuera de casa ( vs PSG), o viene para jugar en línea de 3 centrales, que aunque no sea central me suena de haberlo visto con la selección, y en la Juventus de Allegri tener el rol de tercer central en salida. Recuerdo la remontada al atletico, donde se colocaba como tercer central diestro, lo que provocaba que Cancelo ganase altura y Bernardeschi jugase por dentro.